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Narrador Testigo


Enviado por   •  23 de Abril de 2013  •  1.547 Palabras (7 Páginas)  •  296 Visitas

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Narrador testigo en segunda Persona

Cuando tu madre te conto lo que sucedía se apodero de ti una tremenda duda y una preocupación que iba en aumento.

Veinte días antes, tu madre se había fracturado una pierna al perder el pie en la escalera de su habitación. Fue un verdadero triunfo conseguir una habitación en el hospital de santa rosa, el mejor de todos los sanatorios de la ciudad. Como tu tenías la urgente necesidad de salir de viaje. Precisabas acomodar a tu mama en un buen sitio donde disfrutara de todas clases de atenciones y cuidados. Sin embargo, tú trabajo en Tractors And Agricultural Machinery Co. Te exigía ese viaje. Como inspector de ventas debías controlar, de tiempo en tiempo, las diferentes zonas que abarcaban los agentes viajeros, pues generalmente sucedía que algunos de los vendedores no trabajaban exhaustivamente en sus plazas, En tanto que otros competidores realizaban magnificas ventas. La compañía se había mostrado siempre muy generosa contigo, Según el criterio de los jefes.

Te habían otorgado un magnifico sueldo y te dispensaban muchas consideraciones, tu no podías negarte cuando te necesitaban. La única solución que encontraste fue dejar a tu madre en un buen sanatorio, al cuidado de una enfermera especial.

Durante las primeras tres semanas que duro tu viaje el hospital te tuvo al tanto, diariamente, de la salud de tu madre. Las noticias que recibías eran favorables, con excepción de “un aumento en la temperatura que se presenta después de medianoche, acompañado de una marcada alteración nerviosa”.

El día de tu regreso te presentaste a la oficina tan solo para avisar tu llegada y corriste al hospital a ver a tu mamá. Cuando ella te vio lanzo un grito. Era el grito que puede dar quien se encuentra en el interior de una casa en llamas y mira aparecer un salvador. Era la hora de la comida. Con gran sorpresa comprobaste que tu mamá casi no probaba bocado. No obstante que tenía enfrente su platillo favorito; chuletas de cerdo ahumadas y puré de espinacas. Estaba pálida, demacrada, y sus manos inquietas. Siempre había sido una mujer serena, controlada y optimista.

Narrador Testigo en tercera persona

Cuando su madre le conto lo que sucedía se apodero de él una tremenda duda y una preocupación que iba en aumento.

Veinte días antes, su madre se había fracturado una pierna al perder el pie en la escalera de su habitación. Fue un verdadero triunfo conseguir una habitación en el hospital de santa rosa, el mejor de todos los sanatorios de la ciudad. Precisaba acomodar a su mama en un buen sitio donde disfrutara de todas clases de atenciones y cuidados. Sin embargo, el trabajo en Tractors And Agricultural Machinery Co. Le exigía ese viaje. Como inspector de ventas debía controlar, de tiempo en tiempo, las diferentes zonas que abarcaban los agentes viajeros, pues generalmente sucedía que algunos de los vendedores no trabajaban exhaustivamente en sus plazas, En tanto que otros competidores realizaban magnificas ventas. La compañía se había mostrado siempre muy generosa con él Según el criterio de los jefes.

le había otorgado un magnifico sueldo y le dispensaban muchas consideraciones, , El no podía negarse cuando lo necesitaban. La única solución que encontró fue dejar a su madre en un buen sanatorio, al cuidado de una enfermera especial.

Durante las primeras tres semanas que duro su viaje el hospital le tuvo al tanto, de la salud de tu madre. Las noticias que recibía eran favorables, con excepción de “un aumento en la temperatura que se presenta después de medianoche, acompañado de una marcada alteración nerviosa”.

El día de su regreso se presentó a la oficina tan solo para avisar su llegada y corrió al hospital a ver a su mamá. Cuando ella te vio lanzo un grito. Era el grito que puede dar quien se encuentra en el interior de una casa en llamas y mira aparecer un salvador. Era la hora de la comida. Con gran sorpresa comprobó que su mamá casi no probaba bocado. No obstante que tenía enfrente su platillo favorito; chuletas de cerdo ahumadas y puré de espinacas. Estaba pálida, demacrada, y sus manos inquietas y temblorosas delataban el estado de sus nervios. Siempre había sido una mujer serena, controlada y optimista.

Narrador omnisciente en segunda persona

Cuando tu madre te conto lo que sucedía se apodero de ti una tremenda duda y una preocupación que iba en aumento, aun cuando tu tratabas de no pensar en ello.

Veinte días antes, tu madre se había fracturado una pierna al perder el pie en la escalera de

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