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No Es Lo Que Sabes Sino Como Usas Lo Que Sabes.


Enviado por   •  4 de Agosto de 2013  •  2.312 Palabras (10 Páginas)  •  270 Visitas

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Uno de los grandes problemas de todo docente que trate de fomentar, medir o integrar la creatividad es cómo definirla. Los investigadores han encontrado más de 100 palabras asociadas con frecuen-cia a la creatividad. Muchas de ellas son evidentes (como “innovación” o “artístico”), pero otras son más opacas (como “motivación” o “divergente”).

Anne Bamford, directora del proyecto Engine Room de la University of the Arts London, ha dedicado parte de su carrera a estudiar el impacto de las asignaturas artísticas en la sociedad y el papel de la creatividad en la educación. Ha asesorado la UNESCO y gobiernos de varios países. Su visión de la creatividad en clase empieza con los números.

“La creatividad es una forma de pensar”, reflexiona Bamford. “Si preguntamos cuánto son tres más tres, la respuesta siempre es seis, pero si preguntamos cuánto es seis, estamos dando la vuelta al ejercicio para introducir una nueva forma de pensar. Podría ser dos más cuatro. Podría ser media docena de huevos para hacer una tortilla. Podría ser cualquier cosa”.

Esta forma de expresión sin límites, según Bamford, está presente en todos los niños: “Todos tenemos creatividad, pero las experiencias a las que estamos expuestos determinan si se desarrollará o no”. La neuroplasticidad del cerebro infantil permite “conectarlo” de formas que potencien el pensamiento lateral. Esto no siempre tiene que ver directamente con el rendimiento académico. “Hay niños que, evidentemente, son muy creativos, pero no saben cómo expresarlo”, continúa Bamford. “Si tenemos este tipo de niños en clase, es importante investigar qué lenguaje simbólico conecta más con ellos”. El riesgo es que los alumnos que no son capaces de expresar la creatividad a través de su trabajo lo hagan con un mal comportamiento.

El estudio de la creatividad es una ciencia tan imprecisa como necesaria. Tal como expone Daniel Pink (página 10), las habilidades creativas solucionan los problemas del mundo y potencian su pro-gre-so económico. La taxonomía de Bloom, el modelo cognitivo empleado para definir los objetivos de aprendizaje, fue objeto en 2001 de una modificación, con la introducción de la creatividad en su vértice. Así, pues, la creatividad se asocia a la expresión máxima de éxito educativo. Según Pink, es uno de los rasgos de todo ser humano.

En una clase de PEP del Elizabeth Hudson de Long Beach (California, EE. UU.), el profesor Boyd Hendricks pone la creatividad en práctica. Un grupo de alumnos con sus padres, presenta unos libros ilustrados después de meses de duro trabajo. Boyd es un defensor del pensamiento creativo y considera que su clase de segundo de primaria es un ejemplo claro de sus ventajas. “Tienen plena responsabilidad sobre su trabajo”, afirma. “Esto genera una sensación de orgullo y satisfacción que los anima a continuar progresando más allá del simple aprendizaje de datos y reglas”.

Tal vez los niños no tengan más que siete años, pero ya son autores publicados, tras haber escrito, ilustrado y editado sus libros sobre especies amenazadas. “Están tremendamente implicados y volcados en su trabajo y la calidad del contenido”, revela la asistente docente Georgia Middlebrook.

Según Boyd, la creatividad es la llave que abre las puertas del conocimiento profundo. “Una docencia y un aprendizaje creativos y experimentales permiten que los alumnos se conviertan en pensadores, capaces de reflexionar sobre sus intereses con sus propias habilidades creativas”, afirma. “Como docente, mi obligación es brindar oportunidades para que cada niño pueda crecer y convertirse en un pensador formado, creativo e independiente”.

La creatividad está muy presente en el currículo del IB, y los docentes disponen de autonomía para ir más allá. Sin embargo, según Éanna O’Boyle, coordinadora del PAI en el International School Moshi de Tanzania y autora de un capítulo dedicado a la creatividad en Taking the MYP Forward (Haciendo que el PAI avance), (John Catt Educational), los docentes deben procurar no poner trabas al desarrollo creativo de forma inconsciente. “Limitar la creatividad es un gran error”, confiesa. “Tenemos que romper las barreras y, en lugar de mandar hacer cosas a los alumnos, dejar un poco de margen para la incertidumbre”.

La forma de preguntar ya fomenta o inhibe la creatividad. Jennifer Hoover, coordinadora del Programa del Diploma (PD) en el Richard Montgomery High School de Maryland (EE. UU.), opina que los alumnos tienen que acostum-brar-se a “pensar por sí mismos, porque ¿qué ocurre cuando se agotan las ideas? En

nuestra sociedad, los niños tienen nuevos desafíos y tenemos que enseñarles a mirar las cosas antiguas de una forma nueva”.

“Creatividad es sinónimo de más felicidad”, plantea Éanna. “Si conseguimos que las actividades escolares sean creativas abriremos la puerta a la diversión, y con ella al conocimiento”. Es indispen-sable para una buena interacción, según Lionel Honnorat, profesor de francés en el International School of Uganda. “La creatividad es el pilar de las comunicaciones cotidianas, ayuda a los alumnos a abordar la complejidad del lenguaje y a desarrollar estrategias para enfrentarse a lo inesperado”.

Las asignaturas de artes visuales, el teatro y la música han sido tradicionalmente los bastiones de la creatividad. Aunque la pedagogía más moderna mantiene que hay creatividad más allá de estas esferas (y a pesar de que los programas interdisci-plinarios del IB ya estimulan esta apertura de miras), son unos puntos de partida inevitables.

En el International School de Amsterdam, los alumnos del PAI dedican 45 minutos a la semana a pintar y escribir en sus “diarios de reflexión”, crean-do metáforas visuales para expresar ideas. “Cuando pinto, pienso con más claridad”, comenta un alumno. Por su parte, el Hilton Head Island Elementary de Carolina del Sur (EE. UU.) recibe cada mes la visita de un artista que enseña diferentes técnicas a los alumnos. “Un buen modelo académico puede complementarse con una dosis de arte para consolidar las bases teóricas”, afirma el director Jill McAden.

Los docentes del Geitonas School de Atenas (Grecia) han observado ventajas similares. Los alumnos del PD del IB combinan literatura y teatro, representando obras originales basadas en textos publicados, asistiendo a representaciones y charlando sobre adaptaciones literarias con directores. “Estas actividades les ayudan a comprender y juzgar mejor las obras”, afirma la coordinadora de CAS Beth Athanassiadis. “Sus notas en las evaluaciones escritas de literatura han sido más altas de lo que esperábamos”.

Hasta hace poco, la creatividad y el rendimiento académico se consideraban irreconciliables.

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