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Prblema Del Bien Y Del Mal


Enviado por   •  31 de Mayo de 2013  •  2.717 Palabras (11 Páginas)  •  268 Visitas

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El Problema del Mal

La existencia del mal ha constituido un fuerte problema debido a que no sabemos cuál es su esencia, que actitud se debe de tomar frente al mal.

Además partimos del hecho de que existen situaciones nefastas, tales como asesinatos, el secuestro, la violación, la guerra, la infinidad de víctimas de un terremoto o de una inundación, el nacimiento de un niño sin brazos, enfermedades incurables como el cáncer y el SIDA. A continuación veremos cuáles son las diferentes posturas que debemos tomar frente a tales desgracias.

La Postura del Maniqueísmo frente al mal. Es una postura (tachada como herética dentro de la Teología católica) que sostiene la existencia de dos principios opuestos, dos dioses, el dios del bien y el dios del mal. El primero se llama Ormuz y el segundo Ahrimán. Estos dos dioses luchan entre sí y tratan de conquistar al mundo para su propio reino. En otras palabras, esta postura consiste en atribuir consistencia positiva al mal, como si el bien y el mal fueran dos enemigos (dos poderosos dioses) que luchan entre sí para apoderarse del mundo. El uso de un lenguaje plagado de términos negativos ha originado una verdadera tragedia en la Filosofía de la vida, pues nos hace creer en la existencia de gigantes peligrosos cuando sólo existen molinos que ejecutan su trabajo cotidiano.

La Postura de la Filosofía Aristotélico – Tomista. De acuerdo con esta postura el mal es la privación de un bien. Es decir, que el mal en sí, a secas, no se da. El mal no tiene una consistencia independiente del bien, sólo se entiende en función del bien. Entonces el mal es un término que sirve para referirse a un faltante, a algo que de hecho no se da. Por ejemplo cuando existe un objeto que tiene noventa cualidades y debería tener cien, decimos entonces que el mal está en esas diez cualidades que faltan. Con esto podemos insistir que, en el fondo, no hay valores negativos, sólo hay valores positivos, y cuando hablamos de valores negativos, lo que se da a entender es la privación del correspondiente valor positivo. Así pues la fealdad es una privación de la belleza; la pobreza es la privación del valor riqueza; la falsedad es la privación del valor verdad.

La Positividad del Ser. Una de las principales enseñanzas de la metafísica tomista es la positividad, la bondad del ser, y en la medida en que participa de él es positivo, es bueno. Si algo existe algo en el ser, es que no existe. No existe lo negativo, o mejor dicho, el no ser no existe. Por lo tanto, a lo que llamamos "malo" es tan sólo una privación de un bien, es decir, lo que falta a un ente bueno para ser plenamente bueno, conforme a su esencia. Para ilustrar más esta definición se puede citar a la energía térmica. Cuando un objeto tiene mucha energía térmica podemos decir que está caliente, pero cuando no tiene casi o es nula decimos que está frío, sería absurdo afirmar que el frío existe, así es, el frío no existe, lo que si existe es la ausencia de energía térmica.

Diferentes escalas para referirse al mal. De acuerdo con las cuatro escalas del sistema axiológico se pueden obtener algunas conclusiones acerca del problema del mal.

La primera escala, la bipolaridad exclusiva, no sproporciona una visión del mal sumamente pesimista ya que lo que no es bueno, es malo definitivamente. Y como no hay muchas cosas buenas.. el hombre con esta escala entra en angustia con mucha facilidad.

En cambio la escala del cero absoluto logra abstenerse del empleo de dos términos diferentes para señalar los extremos opuestos. Así, por ejemplo, la energía calorífica es una buena expresión para indicar cualquier grado de calor. Cuando se da poca energía calorífica, el sistema bipolar empieza a utilizar el término frío.

El uso del sistema bipolar de categorías para referirse al mal ha dado origen a una teoría en la historia del pensamiento la cual ha recibido el nombre de maniqueísmo. Aunque esta teoría es propia de la Teología, no deja de abarcar una vertiente filosófica.

La Postura de Pierre Teilhard De Chardin. Este autor nos proporciona una pista para comprender la existencia de cosas y personas malas, según el, el universo está en constante evolución y todo tiende hacia un estado de perfección que llama el Punto Omega. A partir de esto se infiere que, mientras estemos en evolución, lo normal es encontrar muchos grados de imperfección, y esto es precisamente a lo que nosotros llamamos mal. En otras palabras el mal es nuestro modo de percibir y catalogar el estado imperfecto de las cosas que aún no llegan a su etapa definitiva de evolución, el mal es lo que nos falta para llegar a la perfección, la cual, obviamente no es lo que abunda. Una consecuencia que se obtiene a partir de esta postura es que no habría que escandalizarse por tantos sucesos negativos que están pasando en nuestra realidad ya que no son sino la expresión de una etapa intermedia en el proceso evolutivo del universo. Pero este modo de ver las cosas no tiene porqué llevarnos a tomar una postura de indiferencia o de apatía ante los males que se constatan. Al contrario, el incremento de la bondad es precisamente la responsabilidad de la persona que toma conciencia de las etapas de evolución del mundo en que vive.

El conocimiento holístico frente al mal. Trata de referirse al bien y al mal de otra manera, esta prescinde de estructuras noéticas, aun cuando no sea en forma total. Si prescindimos de las estructuras noéticas del bien y el mal, podemos establecer una tesis que no deja de ser extraña en el mundo occidental: Las cosas simplemente son. El calificativo de bueno o malo es un añadido que hacemos en función de una comparación con un criterio dado. Los orientales sostienen por medio de un famoso aforismo: El bien y el mal son una enfermedad de la mente.

La Existencia del mal y la bondad de Dios. Esta postura nos dice que no existe un Dios malo como lo dice el maniqueísmo, sino lo que ocurre es que Dios ha creado un mundo en evolución y, por tanto, un mundo que necesariamente implica etapas de imperfección y de acercamiento al ideal que todos asumen como perfecto. Hace énfasis en que no debemos lamentarnos por lo malo que ocurre ya en sí el mal no existe, solo existe un faltante de perfección en las cosas que para nosotros son malas, y debemos de tratar de sacarle provecho a todo lo que ocurra ya que como dice el dicho "no hay mal que por bien no venga" o no hay nada tan malo que no nos pueda proporcionar algún beneficio.

La Responsabilidad del Hombre frente al mal. Los que nos dice esta postura es que aunque el mal es la imperfección la cual no se ha logrado eliminar del todo debido a que

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