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Enviado por   •  3 de Mayo de 2013  •  916 Palabras (4 Páginas)  •  274 Visitas

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es grande saber que cada persona es libre de pensar de estudiar de arriesgarse a un futuro donde se escuentra lo bueno y lo malo para enfatizar un mundo de calamidades o paz

La experiencia ya le había enseñado que el futuro le reservaría más tiempo del tolerable para lamentarse de los errores cometidos en el pasado.

La pérdida de la exclusividad no era fácil de aceptar.

Voltaire decía que los peores misóginos siempre son mujeres.

Debíamos aprender todavía que el Diablo creó la juventud para que cometiésemos nuestros errores y que Dios instauró la madurez y la vejez para que pudiéramos pagar por ellos.

Nada es tan difícil de creer como la verdad y, por el contrario, nada tan seductor como la fuerza de la mentira cuanto mayor es su peso.

La mayoría de las tradiciones no son más que las enfermedades de una sociedad.

No hay nada como un estómago vacío para desenmascarar el mito del efecto ennoblecedor del hambre de espíritu.

Una diferencia literaria, no real (…). La táctica es el conjunto de pequeños pasos que das para llegar a algún sitio. La estrategia son los pasos que das cuando ya no hay ningún lugar al que ir.

La principal diferencia entre un hombre y una mujer es que un hombre siempre antepone su estómago a su corazón. Una mujer siempre hace lo contrario.

El nombre, como la libertad, era algo que todos dejábamos en la puerta al entrar y confiábamos en que, si lo manteníamos alejado del horror de este lugar, tal vez lo podríamos recuperar al salir, limpio y sin recuerdos.

Éste (el áspid) es el animal más parecido al hombre. Se arrastra y cambia de piel a conveniencia. Roba y se come las crías de otras especies en sus propios nidos, pero es incapaz de enfrentarse a ellos en una lucha limpia. Su especialidad, con todo, es aprovechar la menor oportunidad para asestar su picadura letal. Sólo tiene veneno para una mordedura y necesita horas para rehacerse, pero aquel que lleva su marca está condenado a una muerte lenta y segura. Mientras el veneno penetra por las venas, el corazón de la víctima late cada vez más despacio, hasta detenerse. Incluso esta pequeñita bestia, en su mezquindad, dispone de un cierto gusto por la poesía, como el hombre. Aunque ella, a diferencia de éste, nunca mordería a sus semejantes. Un fallo ¿no crees? Tal vez por eso hayan acabado sirviendo de divertimento callejero de faquires y curioso. Todavía no está a la altura del rey de la creación.

Madurar no es más que el proceso de descubrir que todo aquello que creías cuando eras joven es falso y que, a s vez, todo cuanto rechazabas creer en tu juventud resulta ser cierto.

La diferencia entre

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