Resumen Del Libro Los Hijos Del Vidriero

en la sortija.

Después de esa feria de Otoño y de que a Albert le dijeran su porvenir siempre hubo angustia y preocupación de que pasara algo terrible. Llego la feria de Primavera y Albert esta vez no vendió nada, se sentía muy deprimido y frustrado.

Llego y pasó el verano tras el otro invierno, y volvió la primavera del año siguiente.

Albert y Sofía veían como iban creciendo los niños y en su vida todo seguía igual.

Y partieron una hermosa mañana de Mayo a la feria de Blekeryd; como siempre el otro Vidriero también estuvo en la feria el cual termino más rápido su mercancía ya que traía esta vez poca para la venta, y Albert empezó a vender mucho y tuvo que ayudarle Sofía, y no pudo cuidar a los niños.

Los niños se alejaron del puesto porque Klara quería comprar una muñeca que le gustaba mucho desde que llegaron; En un descuido los niños se alejaron demasiado perdiéndoseles de vista.

Al parecer se subieron a un carruaje, por invitación del cochero que era empleado del Señor Noble que alguna vez les había comprado cristal a Albert y flores a los niños; resultando que ese mismo cochero fue mandado para robarse a los niños por órdenes del Señor Noble. Llevándolos a la Ciudad de los Deseos donde vivía ese hombre rico y su esposa.

Al llegar a la Ciudad de los Deseos que se encuentra al pasar un rio llamado El Rio de los Recuerdos Perdidos los niños olvidaron todo su pasado y a sus padres; el Cochero les dio un brebaje para que se estuvieran dormidos. El Señor Noble no era malvado, pero como había tenido todo en la vida pensó que era los mejor para todos sin darse cuenta el daño que hacía. Y tuvo a los niños todo el tiempo como unas mascotas o unos adornos para su casa.

En esa casa se empezó a romper toda la cristalería inexplicablemente. La vida de los niños transcurría muy tristemente, el Señor mando a su cochero a investigar quien era el que rompía los cristales y descubrieron de que se trataba de Klas; trataron de vigilarlo y pusieron a Klara

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a cuidarlo pero era muy astuto, fue cuando contrataron a una institutriz, al principio funciono pero después resulto peor, pues ella junto con su pájaro hacían horribles ruidos; ella era mala con los niños.

En el pueblo donde vivían Albert y Sofía todo seguía igual, ellos no eran los mismos, vivían tristemente y con remordimientos pero ya vendían mas piezas de cristal.

Sofía recordó lo que le dijo Aleteo Brisalinda de ese anillo era malo y que se lo hiciera llegar si algo terrible pasara; y así lo hizo.

Un

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