RESUMEN LIBRO LOS HIJOS DEL VIDRIERO
fidulin6 de Octubre de 2012
786 Palabras (4 Páginas)5.511 Visitas
Los hijos del vidriero
Vivian en un pueblo llamado Nóda, en Diseberga.
Albert el vidriero había nacido en un lugar cercano, pero su esposa venia del norte.
A sus hijos les pusieron los nombres de Klas y Klara. Fue Albert el que les puso ese nombre porque le recordaban su oficio ya que Klas rimaba con glas ```cristal`` y Klara llevaba claridad en sus pensamientos.
Albert era pobre y su casa era muy pequeña. Ahí junto su hogar Sofía tenia rueca. El taller de Albert no era grande a veces Klas y Klara iban a mirar.
Albert era un gran artista del cristal pero cuando lo vendía no tenia tanto éxito.
El mas pequeño Klas solo tenía un año .Todavía no caminaba se quedaba ratos mirando como su padre soplaba el cristal con la misma facilidad que un niño hace pompas de jabón. Klara tenía unos añitos más. También le encantaba ir al taller, nunca permanecía quieta, cuando se caía una pieza de cristal ella no le daba tanta importancia Klas en cambio se ponía como loco, en el primer momento le encantaba el tintineo del cristal al quebrarse pero luego se atemorizaba. A veces Albert se enfadaba porque pensaba que Klas tenia
que hacerse la idea de que algunas veces se rompe el cristal, pero Klas no se acostumbraba. Pero el cada vez sufría más.
Una noche, cuando Albert llego al taller encontró a Sofía sentada junto ala ventana llorando a oscuras:
¡Por dios ¡¿Qué haces ahí sentada llorando? Dijo Albert. Me encuentro tan sola al no estar tú en casa. Ella dijo.
Albert dijo que tenia que hacer un plato muy especial, tenía que esperar. Pero Sofía sabía lo que iba a pasar, cuando aquel plato estuviera terminado Albert empezaría a hacer otra pieza mas bonita.
Albert no tenía que contestarle. Y contesto:
Tienes a los niños. Y no esta tan sola.
Y Sofía contesto:
¡Los niños ¡-dijo con rabia-. ¿Que clase de compañía son? Dan mucha preocupación .Lo que había dicho no lo sentía en verdad y se arrepintió de sus palabras .Era tan feliz de sus hijos. Y lo dijo solo porque estaba enojada.
Albert se quedo cañado.
En la colima había una casita casi no se dejaba ver pues un árbol lo ocultaba, pero en la noche se veía una luz.
Ahí vivía una anciana se llamaba Aleteo Brisalinda.
Adivinaba el provenir leyendo las rayas de las manos de la gente. Pero
eso no le gustaba tanto si no tejer alfombras. Todos los habitantes del pueblo se llevaban bien con Aleteo.
No adivinaba el provenir de la gente para ganar dinero. Tenía lo suficiente para vivir.
Ella tenía un cuervo como mascota. Su nombre era Talentoso. Sabía hablar pero no eran tonterías Él sabia lo que decía. El había perdido un ojo.
Sus ojos eran especiales, uno veía la alegría, los colores claros, las risas, todo lo bueno. El otro ojo veía la oscuridad, el enojo, los colores oscuros y fríos, la tristeza.
El tenía el ojo que veía todo lo bueno. Por otro lado Aleteo pensaba si Talentoso era un nombre apropiado para el.
Se acercaba la feria del pueblo. Albert iba a llevar a su familia. Albert y Sofía se miraban sonrientes los niños reían.
Albert había alquilad un local. Allí coloco su mercancía.
Su mercancía era más bonita que la de su compañero pero no serbia ya que el otro era mejor vendedor.
Ya era bien avanzada la tarde. No podían pasar la noche ahí tenían que prepararse para llegar a casa.
Entonces de repente todo cambio.
Un hombre bajaba al mercado. Todo indicaba que era
un buen hombre. Le compro todo la mercancía a Albert y le pago con un puño de monedas.
Después de eso paso tiempo hasta que llego el día que la feria del pueblo iba a estar. Albert iba a ir pero no quería llevar a su esposa ni a sus hijos estaba acomodando sus piezas de cristal en el coche
...