Terminología Educativa
destelmint1 de Julio de 2014
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La Clave: Calidad de la Interacción
Maestro-Estudiante
Determinar exactamente lo que los estudiantes esperan de nosotros y
lo que nosotros esperamos de los estudiantes es la clave para crear un
comportamiento positivo en el salón de clase. La interacción maestro-
estudiante es una calle de doble sentido: Los estudiantes se relacionan
con nosotros y nosotros con ellos. Cuando los estudiantes eligen rela-
cionarse con nosotros a través de un mal comportamiento, tenemos que
ser capaces de reconocer el objetivo del mal comportamiento1 y saber
cómo responder a éste, tanto en forma inmediata como a largo plazo.
La Disciplina Cooperativa proporciona a los maestros las habilidades
necesarias para identificar el objetivo de un mal comportamiento en
particular , con técnicas específicas de intervención que pueden usar-
se en el momento en que dicho mal comportamiento ocurre. También
va más allá de la interacción maestro-estudiante provocada por el mal
comportamiento, sugiriendo formas prácticas de crear futuras interac-
ciones positivas que fomenten respeto y confianza mutuas.
La Disciplina Cooperativa ofrece un proceso correctivo, preventivo y de
apoyo. La mayoría de nosotros reconocerá que las técnicas de interven-
ción solas, proporcionan únicamente alivio temporal; podemos asegurar
una recurrencia del mal comportamiento. Por otra parte, si coordinamos
la interacción con los pasos para formar autoestima y respeto mutuo,
usualmente lograremos relaciones positivas con nuestros estudiantes y,
en consecuencia, un duradero comportamiento adecuado.
El Objetivo: Relaciones Cooperativas
Dentro y Fuera del Salón de Clase
El enfoque de la Disciplina Cooperativa estimula una relación positiva
no sólo entre maestros y estudiantes, sino también con los padres, otros
maestros y con los administradores. Lograr
tal cooperación no es una tarea fácil. Cuando
se trata el tema del mal comportamiento, pa-
dres, estudiantes, maestros y administradores
con frecuencia juegan el “juego del culpable ”.
Tienden a señalarse unos a otros, o a influen-
cias contemporáeas como letras de canciones
populares y temas musicales, o a problemas
sociales como desempleo, abuso a niños y con-
sumo de drogas. Incluso las pandillas pueden
ser acusadas de ser la causa en lugar de ser
vistas como un síntoma del problema. Este
juego de culpa no tiene ganador; la ficha de
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cada jugador permanece adherida al problema, en lugar de moverse
para lograr soluciones activas.
Los educadores, los padres y los estudiantes juegan el “juego del
culpable” por diversas razones. Quizá se sienten impotentes frente a
lo que parece ser un agobiante problema. Quizá creen que no pueden
controlar las influencias dañinas en el mundo moderno. Quizá piensan
que ellos en lo personal no pueden hacer la diferencia. Quizá no quieren
admitir que no saben qué hacer después.
La Disciplina Cooperativa sugiere alternativas al “juego del culpable”
, mostrando en forma concreta que padres, estudiantes y educadores
pueden trabajar juntos para resolver los dilemas de disciplina. Propor-
ciona sugerencias específicas sobre cómo establecer alianzas funcionales
que puedan lograr la diferencia en el comportamiento sin importar qué
factores ambientales estén involucrados.
La Estructura: Actualizada y Práctica
La Disciplina Cooperativa representa una síntesis de teorías acerca
del comportamiento y la disciplina traducida en habilidades y estrate-
gias prácticas. Las teorías son ideas actualizadas y respetadas acerca
de desarrollo humano, comunicación y cooperación, que pueden ser
aplicadas en los diversos salones de clases actuales. Como los jóvenes
reflejan los valores y comportamientos que ven a su alrededor, deben
ser enfocados con métodos modernos para una disciplina efectiva.
Formando el marco teórico de este libro se encuentra la filosofía y
psicología de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, así como las teorías com-
patibles de William Glasser, Albert Ellis y Eric Berne. Sus ideas han sido
probadas y refinadas por miles de educadores y son usadas exitosamente
por muchos otros profesionales, desde terapeutas hasta consultores de
negocios. Ayudan a las personas a vivir y trabajar juntas armoniosa-
mente.
La Disciplina Cooperativa también está basada en mis propias expe-
riencias como maestro y en ideas que he intercambiado con maestros de
escuela y de educación especial en todo el país al presentar los talleres
sobre disciplina. El libro original se refinó en base a las evaluaciones
de maestros y administradores en veinte distritos escolares (represen-
tando escenarios urbanos, suburbanos y rurales)
y con la ayuda de dos consejos consultivos, uno
compuesto por educadores y el otro por estu-
diantes. La actual versión revisada y actua-
lizada de la guía para el maestro de Disciplina
Cooperativa refleja los comentarios, sugerencias y
estrategias adicionales recomendadas por los maestros
que han implantado sus principios en sus salones de
clase y escuelas. Sus puntos de vista e ideas mejoran
en gran medida el alcance y la efectividad del enfoque
de Disciplina Cooperativa.
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El Proceso del Plan de Acción:
Las Teorías se Ponen en Práctica
Ningún enfoque sobre la disciplina puede ser efectivo a menos que
sus teorías puedan ponerse en práctica. Dentro del enfoque de Disci-
plina Cooperativa, las teorías se traducen en una útil herramienta de
diagnóstico, corrección y prescripción -El Proceso del Plan de Acción. El
proceso capacita a los maestros para desarrollar un plan de disciplina
individualizado específico para las necesidades de un estudiante. Tam-
bién proporciona un vehículo para involucrar a colegas, administradores,
padres y a los mismos estudiantes en el desarrollo del plan.
El Plan de Acción Escolar ayuda a los maestros a determinar cómo
interactuar con un estudiante en particular. Desarrollamos el plan para
guiar nuestro comportamiento hacia un estudiante de forma que poda-
mos responder al mal comportamiento del estudiante con un esfuerzo
razonado en lugar de hacerlo en una forma reflexiva. Este Plan de Acción
Escolar puede desarrollarse con la ayuda de otros maestros, administra-
dores y personal de servicio de apoyo. ¿Por qué hacerlo solos cuando
estamos rodeados de colegas cuyo consejo y estimulación puede hacer
toda la diferencia del mundo?
El Plan de Acción para el Hogar muestra a los padres y tutores intere-
sados cómo aplicar las estrategias de la Disciplina Cooperativa en casa
de forma que los jóvenes estén recibiendo un mensaje consistente en
casa y en la escuela. 1
El Plan de Acción del Estudiante introduce a los estudiantes al círcu-
lo, forzándolos a confrontar su propio comportamiento inadecuado y a
comprometerse a elecciones de comportamiento más adecuado en el
futuro.
Cada uno de estos planes de acción está basado en los mismos pa-
sos:
1. Señalar y describir el comportamiento del estudiante.
2. Identificar el objetivo del comportamiento inadecuado.
3. Elegir técnicas de intervención para el momento del compor-
tamiento inadecuado.
4. Seleccionar técnicas de estimulación para formar autoesti-
ma.
Un importante resultado de todos los planes de acción es la demos-
tración de la creencia en la habilidad del estudiante para comportarse
en forma responsable y cooperativa.
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El Ganador: La Comunidad Escolar
En su Totalidad
Todo mundo gana cuando se implanta la Disciplina Cooperativa.
Maestros. Los maestros ganan el conocimiento y habilidades para hacer
frente a las interrupciones en el salón de clase que anteriormente les
llevaba a la distracción. Al disminuir las luchas cotidianas por la dis-
ciplina, aumenta la satisfacción en la enseñanza. Mientras aprenden
cómo formar y fortalecer relaciones de calidad con sus estudiantes,
los maestros se sienten mejor, no sólo acerca de sus estudiantes, sino
acerca de sí mismos. Así se reduce substancialmente el potencial de
agotamiento del maestro.
El enfoque de Disciplina Cooperativa es útil para los maestros de to-
dos los niveles, desde jardín de niños hasta preparatoria. Se aplica en
comunidades urbanas, suburbanas y rurales y en instalaciones públi-
cas, privadas y parroquiales. Los fundamentos del comportamiento y
la dinámica de las interacciones permanecen constantes sin importar el
nivel de experiencia del maestro ni la edad del estudiante.
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