Un padre para ignacio No oyes ladrar a los perros

Un padre para Ignacio “No oyes ladrar los perros”

Rodrigo Osvaldo Tec Dzib

No oyes ladrar los perros fue escrito por Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno​ (Apulco,16 de mayo de 1917-Ciudad de México, 7 de enero de 1986) fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la Generación del 52. ​ Es considerado uno de los escritores latinoamericanos más importantes del siglo XX y de México. Su reputación se asienta en dos de sus tres obras narrativas: el libro de cuentos El Llano en llamas, publicado en 1953, y su novela Pedro Páramo, publicada en 1955.

La obra de Rulfo es una de las más prestigiosas de la literatura en español. Su prosa, modelo de concisión, habla de la violencia del México contemporáneo, de las clases humildes en su vida cotidiana, del dolor de los marginados. Rulfo adereza estos temas con sentimientos religiosos y místicos, mezclando lo real y lo sobrenatural, para mostrarnos, en definitiva, su atormentado mundo interior.

La historia transcurre cuando Ignacio mal herido es llevado al pueblo de Montoya en la espalda de su padre para poder tener medicinas que puedan curar a su hijo, durante el trayecto el padre comienza a reprochar a su hijo la pésima vida que llevaba, el no tener un trabajo y vivir de la delincuencia llegando a matar personas aun así su padre sin importarle eso, lucha para poder salvarle la vida.

El amor de un padre puede llegar a ser incondicional, en los momentos donde estemos mal, nuestro padre estará ahí para guiarnos por el buen camino, Ignacio al seguir malos pasos se convierte en alguien con muchos problemas, eso podría haber causar las lesiones que tenía cuando su padre lo recogió.

El padre de Ignacio representa a la mayoría de los padres, están dispuestos a ayudarte en cualquier problema que tengas, la perseverancia para poder salvar a su hijo, de no rendirse por ese amor que nos tienen, los padres y la familia en si esta para apoyarse y seguramente si tenemos algún problema, ellos estarán ahí para acompañarnos.

Los consejos que el papa de Ignacio le dio en algún momento nosotros recibimos los mismos consejos por parte de nuestro padre o madre, el sermón de ser un mal hijo es algo a todos nos han dicho y el mismo arrepentimiento de Ignacio cuando su padre le menciona a su madre y lo que quería que fuera Ignacio lo rompe, el sentimiento de culpa ante una situación así. La reflexión de lo que hacemos mal, de nuestros errores ante nuestros padres.

Aun así, los padres no les importan nuestros errores y están dispuestos a dar su propia vida para que nosotros estemos bien, lo mismo que el padre de Ignacio, el gran esfuerzo que hace por su hijo y de lograr salvarle la vida a pesar del tipo de persona que es, lo arremete ante su comportamiento y su personalidad para intentar que él se dé cuenta de sus mismos errores.

Aunque el hijo esta malherido el padre sigue luchando para poder salvar a su hijo, Ignacio insiste en que lo deje, el padre aferrándose a su hijo quiere poder salvarlo llegando al pueblo de Montoya “Desde el primer momento el padre sabe que su hijo no tiene salvación, pero aun así sigue cargando con él.” (Hernández, 2019)

La intención del padre no es nada más que salvarlo y no tener ese remordimiento de no ayudar a su propio hijo “Su actitud cambiante entre la compasión y el reproche sugiere las dos posiciones extremas que la humanidad asume tradicionalmente al enfrentarse con los individuos que han violado las reglas legales o sociales: la asimilación y la disociación (H. Katra, 1988)

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