ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

“Una pequeña historia del pasado”


Enviado por   •  18 de Abril de 2017  •  Tareas  •  1.086 Palabras (5 Páginas)  •  217 Visitas

Página 1 de 5

“Una pequeña historia del pasado”

Alejandra Ramírez Guadarrama

(Adaptación  del cuento “Acuérdate” por el autor Juan Rulfo)

¡No lo puedo creer!,  ¿Cómo es posible que lo hayas olvidado?... acuérdate de Urbano Gómez, hijo de don Urbano, nieto de José, aquél que dirigía las obras de teatro. Pero te debes acordar de él. Trata recordar en esas memorias torcidas que le decíamos "el Abuelo" por aquello de que su otro hijo, Gustavo Gómez, tenía tres hermosas hijas muy juguetonas: la mayor era  un poco extraña ,  la de en medio era bastante agresiva con todas las personas  y la más joven era chaparrita, que por mal nombre le decían la Arremangada,  la mayor que era rete alta y que tenía los ojos zarcos y que hasta se decía que ni era suya y que por más señas estaba enferma del hipo, algo que no era posible. Acuérdate del relajo que armaba cuando estábamos en la escuela y que en la ceremonia soltaba un ataque de hipo, que parecía como si estuviera riendo y llorando a la vez, hasta que los maestros la llevaban a la enfermería y le daban tantita agua con azúcar y entonces se calmaba. Esa acabó casándose con Lucio Chico, dueño de la mezcalera que antes fue de Librado, río arriba, por donde está el molino de linaza de los Teódulos.

Acuérdate que a su madre le decían la Berenjena porque siempre andaba metida en líos y de cada lío salía con un muchacho y los vecinos ya la conocían por esa mala fama. Se dice que tuvo grandes cantidades de dinero, pero se lo acabó en los entierros, pues todos los hijos se le morían recién nacidos y siempre les mandaba cantar alabanzas, llevándolos al panteón entre música y coros de monaguillos que cantaban "hosannas" y "glorias” y siempre llevaba un largo y hermoso vestido negro y no solo para esas ocasiones… ¡se lo ponía todos los días! y de eso se quedó pobre, porque le resultaba caro cada funeral y por la gran obsesión de comprar espejos y collares muy caros. Sólo le vivieron dos, el Urbano y la Natalia a los que ella no vio crecer, porque se murió en el último parto que tuvo, ya de grande, pegada a los cincuenta años.

La debes haber conocido, pues era muy discutidora y siempre presumía todo lo que tenía y vestía, hasta que un día se cansó su vecina de enfrente y le lanzó una cubeta de agua sucia en su adorado vestido negro, fue un gran drama. Después, ya pobre, se le veía rondando entre la basura, juntando rabos de cebolla, ejotes ya sancochados y alguno que otro cañuto de caña "para que se les endulzara la boca a sus hijos". Tenía dos, como ya te digo, que fueron los únicos que se le lograron.

Bueno de la persona que hablábamos al principio era Urbano Gómez era más o menos de nuestra edad, muy bueno para jugar a la canicas y a la cuerda de saltar, pero muy envidioso. Recuerda que nos vendía dulces y nosotros se los  comprábamos. Nos vendía mangos verdes que se robaba del mango que estaba en el jardín de la Iglesia de San Rodrigo y naranjas con chile que compraba en la portería a dos centavos y que luego nos las revendía a cinco. Rifaba cuanta porquería y media traía en el bolso: canicas ágata, trompos y hasta mayates verdes, de esos a los que se les amarra un hilo en una pata para que no vuelen muy lejos. Nos traficaba a todos, acuérdate.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.8 Kb)   pdf (84 Kb)   docx (209.9 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com