Una romántica historia de amor

¿Quién conoce el significado del amor? Amor es una de esas palabras cargadas de múltiples sentidos. Explicarla con cierto rigor no es fácil, pero en el cuento el ruiseñor y la rosa que nació de la pluma del escritor Oscar Wilde en el siglo XIX nos propone tres puntos de vista sobre lo que es el amor, en esta obra se refleja el realismo y naturalismo de acuerdo a la corriente literaria de aquella época.

Esta romántica historia, nos cuenta de un joven estudiante el cual se enamora de la hija de un profesor. Habrá un gran baile, ofrecido por el príncipe, y el joven añora ir y bailar con la muchacha, pero le pone una condición: llevarle un rosa roja. El joven, al no ser poseedor de dicha flor, comienza a llorar, y sus llantos son escuchados por un ruiseñor, este ruiseñor cree haber encontrado al verdadero enamorado… aquel conocedor del verdadero significado de amar a alguien, y entonces se decide a ayudarlo. Recorriendo todos los rosales a su alcance sin obtener éxito, termina con un rosal en las afueras de la casa del joven. El rosal le dice al ruiseñor cual es la única forma de obtener una rosa roja, tiñéndola con su propia sangre… y es así como este pájaro está dispuesto a colaborar, terminando al final con su propia vida. El joven no tuvo idea alguna de lo ocurrido, solo visualizó la rosa perfecta, y se la entregó a su amada, esta, ingratamente, la rechazo por joyas. Él, decepcionado y lleno de cólera, concluyó cuan tonto era el amor, y se decidió confiar solo en la sabiduría de sus libros.

En este cuento podemos ver las típicas temáticas de los cuentos de amor, con la diferencia de que en este no se cumplió el deseo del joven como el esperaba. La pregunta aquí es si el joven amaba realmente a aquella chica, o simplemente estaba deslumbrado por su belleza física. Claramente se nota que el supuesto amor del joven, no era, sino una ilusión porque el creyó con la rosa conquistaría a su amada, pero ante su rechazo, este se refugió en sus libros diciendo que el amor es una tontería.

En otro punto de la historia tenemos a la muchacha, cuyo perfil no es el de una protagonista tradicional, sino que posee, en cierto modo, las características de una antagonista. La joven era superficial y sobretodo ambiciosa esto se descubre cuando rechaza al joven enamorado al mencionarle que alguien más le ha regalado joyas, haciéndole ver lo insignificante que era la rosa comparada con las preciosas joyas.

Como en todo cuento siempre existe un personaje que es bueno y le gusta ayudar, en este caso el ruiseñor, que al parecer fue el único que si supo lo que es amar, al ofrecer su propia vida por alguien, sin esperar nada a cambio, sin saber que su sacrificio fue en vano.

La moraleja que nos deja este maravilloso cuento es que la medida del amor es amar sin medidas. Que el amor no se basa en el atractivo físico de las personas, ni

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