Consigna: ¿En qué sentido la técnica no es neutral? Explíquelo a partir de tres ejes: el económico, el lenguaje y el temporal.
María PennacchioEnsayo18 de Junio de 2016
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Seminario de Informática y Sociedad
Pennacchio, María Eugenia
DNI: 38267977
Profesor: Varela, Gustavo
Cátedra Ferrer
Comisión 04 – Aula 04
Horario: Miércoles 19-21 hs.
Fecha de entrega: 27 de Abril
Año: 2016
UBA – Ciencias de la Comunicación
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Índice
Carátula……………………………………………………………………….1
Índice…………………………………………………………….…….……...2
Introducción………………………………………………………….….….…3
Desarrollo…………………..…………………………………………...….…4
Conclusión……………………………………………...………………….….8
Bibliografía……………………………………………………………………10
Desarrollo del Parcial Domiciliario
Consigna: ¿En qué sentido la técnica no es neutral? Explíquelo a partir de tres ejes: el económico, el lenguaje y el temporal.
Introducción
Este trabajo tiene como objetivo repensar el concepto de la técnica basándose y criticando a los diferentes pensadores y filósofos de épocas variadas que la abordaron a lo largo de la historia, y aproximarnos a una noción de la técnica como práctica social, no únicamente como medio para un fin previsible y destinado inexorablemente a fomentar el progreso[1] como fue tomado reiteradas veces. Como desarrollaré, la técnica no puede considerarse aislada del contexto social, histórico y económico.
La ciencia, las tecnologías, el conocimiento humano y la técnica son conceptos que enfrentan y atraviesan distintas posturas e ideologías. Algo evidente es que no son conceptos que pueden obviarse a la hora de debatir acerca del pasado y la actualidad en relación al hombre, la naturaleza y las sociedades en distintas épocas y sus transformaciones a lo largo de la historia en su totalidad.
Las transformaciones tecnológicas en diversos ámbitos y campos llevan al pensamiento humano a debatir acerca de la época que nos acontece, más allá de los argumentos optimistas o pesimistas que pueden tomarse al respecto. Articulando distintos enfoques históricos, sociológicos y filosóficos de distintas teorías me propongo, a lo largo del desarrollo, abordar e interpretar la hipótesis: la técnica no es neutral.
Desarrollo
La técnica como una forma de accionar y hacer del ser humano, como medio para llegar a una finalidad, es una concepción que se centra en su carácter meramente instrumental. Sostener este pensamiento resulta insuficiente para pensadores como Heidegger. Se está apartando a la técnica de su totalidad y sus matrices. El concepto de técnica fue desarrollado en diferentes contextos sociológicos atravesado por distintas ideologías que acompañaron las diferentes épocas y acontecimientos históricos. La técnica es esencia del ser humano y el ser humano a su vez es parte de la técnica.
La palabra técnica proviene de téchne, un vocablo de raíces griegas que se traduce al español como “arte o ciencia”. El término en Grecia suponía una forma de abrir el mundo, dar cuenta de la esencia de las cosas. Su carácter era producente, respetaba a la naturaleza y no se le imponía, a diferencia de la concepción que tenía la Modernidad como desea Murray Bookchin. Remitía a un saber más que a un hacer como su visión instrumental afirma. Heidegger define a la técnica como una forma de desocultar el mundo, hacerlo presente en nuestra percepción sensorial y consciente. Relaciona la técnica con carácter poietico, produce la realidad junto con la naturaleza, con la physis.
A lo largo de la historia se presentan períodos de intensa transformación en las estructuras económicas, sociales y políticas. Uno de estos es el que comienza en el siglo XVII con la revolución industrial, que aporta y desarrolla nuevos términos como progreso (el avance de una sociedad hacia un estado más evolucionado y perfeccionado) y se transforman otros. En Occidente, con esta revolución, se inició una era de confianza en la capacidad del hombre como creador y también en el crecimiento o progreso ilimitado. La esencia de la misma consistió en la división social del trabajo según distintos pensadores como Marx, lo que supone una progresiva sustitución del capital (trabajo) humano por el de las máquinas y la energía animal por la mecánica. Se produjo una aceleración del crecimiento económico, acompañado de una profunda transformación en la organización productiva y en las esferas y estructuras sociales.
En el pensamiento moderno se limita el sentido de la técnica a lo puramente instrumental y su utilidad: el conjunto herramientas para alcanzar un objetivo determinado, o como desarrolla Heidegger, la técnica provocante, el develamiento contabilizado y calculado de las cosas. La concepción de la naturaleza muta en el pensamiento que ilustra la técnica moderna; es tomada como un depósito de cosas a disponibilidad del hombre y la producción. Distintos pensadores limitaron sus teorías al sumergirse en el pensamiento de la modernidad, cosificando al ser humano y su hábitat natural y social. El intelectual Karl Marx, no puede despegarse de esta visión de la modernidad y presenta a la naturaleza como un conjunto de recursos a merced del hombre; en el proceso productivo el sujeto toma distancia del objeto y se lo apropia, los lazos que los unen son eliminados en este pensamiento. Como contraposición, Bookchin sostiene una idea de técnica de forma que el sujeto y objeto no son independientes y separados.
La modernidad intentó marginar al humanismo, las subjetividades y particularidades para reemplazarlas por disciplinas de mejor encaje con lo experimental y tecnologías modernas, deslizándose por un barranco donde da igual el rechazo a la más pequeña demostración de la cultura humana por reflejar y perfeccionar lo plenamente humano, que acabaría por afectar al propio desarrollo científico y tecnológico que buscaba promover.
La génesis de la técnica
Retomando el término progreso, John Bury desarrolla la idea de un proceso en el cual se reestructura el sistema ético del mundo occidental. La creencia de un fin deseable para la evolución humana en pos de un tiempo ilimitado para alcanzarlo estimulando el avance constante en una dirección definida. Toda novedad aparece como promesa a futuro. La percepción del tiempo y la importancia de lo que vendrá en estas sociedades del Occidente son elementos claves para entender su concepción de la técnica y el mundo.
Para abordar la temática, el historiador británico-irlandés, analiza el génesis y desarrollo histórico comenzando desde la Antigua Grecia, donde algunas ideas acerca del avance y progreso fueron desarrollados por algunos pensadores, el rechazo en la sociedad hacia el cambio era rotundo. Para empezar, la parte de la historia que conocían no se extendía hacia un prolongado pasado ni se habían registrado ninguna serie de descubrimientos que pudieran sugerir avances indefinidos del saber. Por otro lado, la visión del futuro no era esperanzadora, si bien daban cuenta de algunos nuevos conocimientos, estaban limitados por su creencia en un final apocalíptico y el comienzo de una nueva era. Lo mismo ocurrió en la Edad Media, donde la vista estaba puesta en la próxima vida extraterrenal. También en esta época aparecen pensadores como Bacon y Bruno que adecúan el progreso científico a la visión eclesiástica de su época. En el Renacimiento se restaura la razón humana y se reconoce el valor independiente de cualquier creencia que tiene, pero al reemprender los valores de la Grecia Antigua recaen en una solidificación de la historia. Sin embargo se fue preparando el terreno adecuado para recibir las ideas de progreso general gracias a la evolución continua del conocimiento humano en la modernidad llegada en el siglo XVII. Es en esta época donde el futuro está lleno de promesas y esperanzas que depositan las sociedades y los individuos, cuando comienza a tomar importancia ya no vivir lisa y llanamente, sino obtener ganancias, donde también empieza a germinar la semilla del espíritu del capitalismo desarrollado por Franklin.
Posturas frente a la técnica moderna
En el pensamiento moderno las ideas se limitan perdiendo sus diferentes matrices. La tecnología es considerada una maravilla que permite el desarrollo social que no puede pensarse sin el positivismo, o en contraste, ocasiona desconfianza y sensación de peligro, como Mitcham clasifica. Define también una tercer postura que se caracteriza por el rechazo pero fascinación a la vez que se frente a la técnica.
Murray Bookchin plantea la promesa del futuro que aparece como pilar fundamental para la sensibilidad técnica. La técnica crea y moldea el mundo y a las sociedades pero nunca de forma neutral. Para abordar el tema desarrolla la clasificación de la técnica en autoritarias y, por otro lado, libertarias, contenida en una matriz social (un modo de ser en el mundo). Es un entramado en estrecha relación con las formas de accionar y modos de operar sobre el mundo.
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