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HISTORIA DE LA FILOSOFIA

EMELY NYCOL MORILLO LUISResumen11 de Agosto de 2021

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Capítulo 3

 Arriba y abajo:  los dos Herederos

Sócrates nunca escribió nada, a lo largo de los siglos se han compuesto miles de libros de él, pero no escribió nada, ni siquiera unas pocas páginas explicando su forma de pensar. Entonces ¿Cómo podemos saber lo que realmente dijo?

Sus enseñanzas no nos llegan directamente desde su puño y letra, sino a través de lo que sus discípulos cuentan. Platón fue uno de sus discípulos que mejor escribió sobre él, se propuso a escribir acerca de Sócrates y reproducir lo mejor que pudiera:  el encanto y la inteligencia de su permanente interrogación en busca de la verdad. Su principal propósito fue impedir que Sócrates cayera en el olvido y demostrar lo muy injusta que fue la condena contra él.

Sócrates no predicaba sermones ni pronunciaba discursos, sino que dialogaba con los demás a través de un intercambio de preguntas y respuestas, dudas y hallazgos, pues lo que importaba no era la conclusión final, sino los hallazgos. Platón era muy aficionado al teatro por lo que cuenta los recuerdos de Sócrates de forma teatralizada. En los diálogos que escribió transmite no sólo las opiniones de Sócrates, sino el ambiente en las cuales se desarrollan, no sólo era un oyente embobado de Sócrates sino también una persona inteligente, deseosa de pensar por su propia cuenta. Por tal motivo observamos que en sus primeros diálogos narra las charlas socráticas y los momentos más emocionantes de la vida de Sócrates: su discurso ante el tribunal que le condenó, las razones por las que rechazó la huida que le propusieron sus amigos, sus últimos momentos cuando bebe la cicuta mientras discutía serenamente con quienes le acompañaban en ese trance sobre la muerte cercana y la posible inmortalidad del alma.  En diálogos posteriores, observamos que Platón introduce cada vez más sus propias opiniones.

Platón:

Sócrates influenció en Platón para dedicarse a la filosofía, sin embargo, los estilos de filosofar de ambos son muy diferentes. Platón a diferencia de Sócrates no iba por las calles preguntando a la gente, sino que, a partir de él, los grandes pensadores se convierten en maestros y profesores; siendo él, el primero al fundar en Atenas la Academia.

En filosofía nadie tiene la verdad, toda la verdad y nada más que de verdad porque si no hay un intercambio de puntos de vista, no puede hablarse de auténtico conocimiento filosófico.

Platón se interesaba por encontrar la verdad, Pero ¿Qué es la verdad? ¿Cómo reconocerla cuando la tengamos delante?

Constantemente se da afirmaciones tajantes sobre asuntos divinos y humanos, unas tienen esto y otras lo contrario de modo que alguien debe equivocarse. Sin embargo, algunas son verdaderas y otras simples prejuicios o supersticiones. ¿Cómo podemos distinguirlas?  Platón afirma que la mayoría no son más que opiniones; y describe a la opinión, como lo repetitivo que la gente suele creer o que convierten en dogma lo que no es más que una circunstancia casual. El conocimiento auténtico debe ir más allá de la opinión, tener fundamento sólido que lo haga verdadero para todas las personas capaces de pensar y de utilizar bien su razón. Para Platón, la filosofía lo que busca es la ciencia de lo verdadero, lo que va más allá del barullo contradictorio de las opiniones.

Todas las cosas se transforman constantemente según la luz que las ilumina y si sólo nos fijamos en una parte de todo no podemos estar seguros de nada porque todo pasa, cambia, se mezcla y desaparece. Además, afirma que es posible llegar a conocimientos exactos y precisos, Para él, los números y las figuras geométricas no se desgastan con el tiempo ni se alteran por culpa de elementos atmosféricos, sino que sirve para comprender el mundo, pero no forman parte material del mismo.

Pensaba que más allá de las cosas materiales que se conoce a través de los sentidos hay ideas que son la verdad inmutable interna. Hay una idea que expresa la realidad duradera de las cosas, y son las que vemos cambiar y perecer sin cesar. Quienes intenten conocer a partir de la materia y lo que nos dicen los sentidos no logran más que repetir opiniones, pero quienes perciben las ideas eternas e inmutables son capaces de un conocimiento seguro, riguroso e inatacable.

Platón enseñaba a través de mitos, el más famoso de los narrados es el mito de la caverna, en el expresa su teoría de las ideas. En este un prisionero logra romper sus cadenas y escapa de la caverna, la auténtica realidad se relaciona con el exterior; sin embargo, al regresar al interior para comunicar la verdad a sus compañeros nadie le hace caso, se burla y creen que la libertad le ha enloquecido, Platón afirma que para quien vive atado a las sombras, solo estas son reales.

La tarea del filósofo, según Platón, es intentar que los hombres rompan las cadenas que les atan a la realidad material del mundo y sean capaces de ver las ideas eternas. Aquello no es fácil porque la gente tiene más aprecio por sus cadenas sensoriales que por la verdad.

Se preocupa por la política de la vida de la ciudad, creía que la filosofía era el camino para encontrar el bien a través del conocimiento de la verdad. La sociedad se parece a un ser humano:  cada uno tiene es su alma: capacidad de razonar, impulsos pasionales de coraje y producción de bienes; y en cada persona se desarrollan unas capacidades más que otras. Decía que, la sociedad más justa sería aquella en que dirijan los que tengan mayor capacidad racional (filósofos), los valientes se ocuparían de la defensa y el mantenimiento del orden (guardianes) y los que tengan mejores apetitos comerciales dirijan los negocios (comerciantes y artesanos). En la República ideal todo debería estar supeditado al bien de la comunidad, incluyendo la literatura y la música. Aquella utopía de Platón resulta agobiante, dado que se tomó en serio que los filósofos deberían influir en el buen gobierno.

Aristóteles:

Fue discípulo de Platón y fundó su propio centro de estudios, llamado Liceo, en el que no solo enseña filosofía, sino también se interesa por cómo vivir bien y por los asuntos políticos. Para él, el afán de conocimiento empieza por el asombro y por la curiosidad que quiere explicar cómo funcionan las cosas, y el mayor motivo de asombro era la naturaleza.  Los seres materiales no le parecían un simple decorado sino misterios apasionantes cuya condición y funcionamiento quería conocer a toda costa.

En el campo de la filosofía, estaba convencido de que la teoría de las ideas de Platón era falsa, pues no creía que la esencia de cada cosa fuera una idea eterna, sino que sí había una idea debía estar en la realidad presente de la cosa misma y era allí donde podíamos estudiarla y comprenderla.

Aristóteles decía, todo lo que existe está compuesto de materia y forma: La materia era el soporte opaco y maleable que la forma convertía en algo distinto a los demás, y que cada cosa tenía posibilidades de llegar a ser otra. Llamó filosofía primera, al ser de cada cosa - porque antes de ser esto o aquello todas las cosas son, existen y están en el mundo-. Tras su muerte se llama “metafísica” -lo que se ocupa de cómo es lo que es, de la última esencia o realidad de todo lo que hay-.

La lógica y la ética, campos inaugurados por Aristóteles:

La lógica, viene de la palabra logos que significa razón o pensamiento-  se ocupa de cuáles son los mecanismos que nos hacen razonar de modo conveniente. Para saber algo no basta con observar lo que nos rodea, sino que es preciso sacar conclusiones de lo que observamos de modo correcto. También, consideraba que la mayor parte de nuestros razonamientos son en forma de silogismos, dos premisas de cuya combinación obtenemos una conclusión. La lógica no se ocupa de si las premisas son verdaderas o falsas, sino de que la conclusión derive correctamente de ellas. Por lo que, el conocimiento auténtico necesita premisas verdaderas y conclusiones lógicamente correctas.

Aristóteles fue el inventor de la ética, nombre técnico que da a la reflexión sobre la antigua pregunta de cómo vivir; parte de que los seres humanos somos seres activos, que tenemos que elegir lo que queremos hacer con nuestra vida.

El ser humano actúa con motivos que explican porque preferimos hacer una cosa u otra. Y la felicidad es el fin último de nuestras acciones en la vida. ¿Qué debemos hacer para ser felices? Aristóteles considera que debemos deliberar sobre lo que más nos conviene. Al ser seres racionales y cuanto más dirigida por la razón sea nuestra conducta, más probabilidad hay de que nos acerque a la felicidad; sin embargo, gran parte de nuestras acciones son urgentes y nos da poco tiempo para muchas reflexiones, por lo que, lo mejor sería adquirir la costumbre de actuar como es debido. Aristóteles a la costumbre de obrar como es debido, la llama virtud, ésta se encuentra en la acción prudente y equilibrada que evita la desesperación fatal de los extremos. La virtud es el coraje, que enfrenta con firmeza el riesgo necesario. En la sociedad, la virtud más importante es la justicia, que consiste en dar a cada cual lo que le corresponde y esperar de cada uno lo que es debido.

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