ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

HISTORIA DE LA FILOSOFIA


Enviado por   •  11 de Agosto de 2021  •  Resúmenes  •  3.287 Palabras (14 Páginas)  •  87 Visitas

Página 1 de 14

Capítulo 3

 Arriba y abajo:  los dos Herederos

Sócrates nunca escribió nada, a lo largo de los siglos se han compuesto miles de libros de él, pero no escribió nada, ni siquiera unas pocas páginas explicando su forma de pensar. Entonces ¿Cómo podemos saber lo que realmente dijo?

Sus enseñanzas no nos llegan directamente desde su puño y letra, sino a través de lo que sus discípulos cuentan. Platón fue uno de sus discípulos que mejor escribió sobre él, se propuso a escribir acerca de Sócrates y reproducir lo mejor que pudiera:  el encanto y la inteligencia de su permanente interrogación en busca de la verdad. Su principal propósito fue impedir que Sócrates cayera en el olvido y demostrar lo muy injusta que fue la condena contra él.

Sócrates no predicaba sermones ni pronunciaba discursos, sino que dialogaba con los demás a través de un intercambio de preguntas y respuestas, dudas y hallazgos, pues lo que importaba no era la conclusión final, sino los hallazgos. Platón era muy aficionado al teatro por lo que cuenta los recuerdos de Sócrates de forma teatralizada. En los diálogos que escribió transmite no sólo las opiniones de Sócrates, sino el ambiente en las cuales se desarrollan, no sólo era un oyente embobado de Sócrates sino también una persona inteligente, deseosa de pensar por su propia cuenta. Por tal motivo observamos que en sus primeros diálogos narra las charlas socráticas y los momentos más emocionantes de la vida de Sócrates: su discurso ante el tribunal que le condenó, las razones por las que rechazó la huida que le propusieron sus amigos, sus últimos momentos cuando bebe la cicuta mientras discutía serenamente con quienes le acompañaban en ese trance sobre la muerte cercana y la posible inmortalidad del alma.  En diálogos posteriores, observamos que Platón introduce cada vez más sus propias opiniones.

Platón:

Sócrates influenció en Platón para dedicarse a la filosofía, sin embargo, los estilos de filosofar de ambos son muy diferentes. Platón a diferencia de Sócrates no iba por las calles preguntando a la gente, sino que, a partir de él, los grandes pensadores se convierten en maestros y profesores; siendo él, el primero al fundar en Atenas la Academia.

En filosofía nadie tiene la verdad, toda la verdad y nada más que de verdad porque si no hay un intercambio de puntos de vista, no puede hablarse de auténtico conocimiento filosófico.

Platón se interesaba por encontrar la verdad, Pero ¿Qué es la verdad? ¿Cómo reconocerla cuando la tengamos delante?

Constantemente se da afirmaciones tajantes sobre asuntos divinos y humanos, unas tienen esto y otras lo contrario de modo que alguien debe equivocarse. Sin embargo, algunas son verdaderas y otras simples prejuicios o supersticiones. ¿Cómo podemos distinguirlas?  Platón afirma que la mayoría no son más que opiniones; y describe a la opinión, como lo repetitivo que la gente suele creer o que convierten en dogma lo que no es más que una circunstancia casual. El conocimiento auténtico debe ir más allá de la opinión, tener fundamento sólido que lo haga verdadero para todas las personas capaces de pensar y de utilizar bien su razón. Para Platón, la filosofía lo que busca es la ciencia de lo verdadero, lo que va más allá del barullo contradictorio de las opiniones.

Todas las cosas se transforman constantemente según la luz que las ilumina y si sólo nos fijamos en una parte de todo no podemos estar seguros de nada porque todo pasa, cambia, se mezcla y desaparece. Además, afirma que es posible llegar a conocimientos exactos y precisos, Para él, los números y las figuras geométricas no se desgastan con el tiempo ni se alteran por culpa de elementos atmosféricos, sino que sirve para comprender el mundo, pero no forman parte material del mismo.

Pensaba que más allá de las cosas materiales que se conoce a través de los sentidos hay ideas que son la verdad inmutable interna. Hay una idea que expresa la realidad duradera de las cosas, y son las que vemos cambiar y perecer sin cesar. Quienes intenten conocer a partir de la materia y lo que nos dicen los sentidos no logran más que repetir opiniones, pero quienes perciben las ideas eternas e inmutables son capaces de un conocimiento seguro, riguroso e inatacable.

Platón enseñaba a través de mitos, el más famoso de los narrados es el mito de la caverna, en el expresa su teoría de las ideas. En este un prisionero logra romper sus cadenas y escapa de la caverna, la auténtica realidad se relaciona con el exterior; sin embargo, al regresar al interior para comunicar la verdad a sus compañeros nadie le hace caso, se burla y creen que la libertad le ha enloquecido, Platón afirma que para quien vive atado a las sombras, solo estas son reales.

La tarea del filósofo, según Platón, es intentar que los hombres rompan las cadenas que les atan a la realidad material del mundo y sean capaces de ver las ideas eternas. Aquello no es fácil porque la gente tiene más aprecio por sus cadenas sensoriales que por la verdad.

Se preocupa por la política de la vida de la ciudad, creía que la filosofía era el camino para encontrar el bien a través del conocimiento de la verdad. La sociedad se parece a un ser humano:  cada uno tiene es su alma: capacidad de razonar, impulsos pasionales de coraje y producción de bienes; y en cada persona se desarrollan unas capacidades más que otras. Decía que, la sociedad más justa sería aquella en que dirijan los que tengan mayor capacidad racional (filósofos), los valientes se ocuparían de la defensa y el mantenimiento del orden (guardianes) y los que tengan mejores apetitos comerciales dirijan los negocios (comerciantes y artesanos). En la República ideal todo debería estar supeditado al bien de la comunidad, incluyendo la literatura y la música. Aquella utopía de Platón resulta agobiante, dado que se tomó en serio que los filósofos deberían influir en el buen gobierno.

Aristóteles:

Fue discípulo de Platón y fundó su propio centro de estudios, llamado Liceo, en el que no solo enseña filosofía, sino también se interesa por cómo vivir bien y por los asuntos políticos. Para él, el afán de conocimiento empieza por el asombro y por la curiosidad que quiere explicar cómo funcionan las cosas, y el mayor motivo de asombro era la naturaleza.  Los seres materiales no le parecían un simple decorado sino misterios apasionantes cuya condición y funcionamiento quería conocer a toda costa.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (20 Kb)   pdf (147 Kb)   docx (17 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com