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ASPECTOS DEL DESARROLLO INDUSTRIAL EL DUALISMO INDUSTRIAL FRANCÉS


Enviado por   •  15 de Julio de 2022  •  Apuntes  •  17.967 Palabras (72 Páginas)  •  63 Visitas

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Cayez, Pierre ASPECTOS DEL DESARROLLO INDUSTRIAL EL DUALISMO INDUSTRIAL FRANCÉS

 

La industria francesa, fue una de las más importantes del siglo XIX y aseguraba a la

nación un peso económico que no se volvería a repetir.

En ocasiones se ha dicho que la industria francesa era arcaica, y se habló de dualismo industrial, tomando este término de la literatura sobre los países subdesarrollados.

Se habla de dualismo industrial para hacer referencia a la convivencia en un país

de una industria moderna con otra tradicional o más atrasada

En el caso del dualismo del subdesarrollo, sin embargo, existía una disociación en

el sistema económico, mientras que la industria francesa estaba fuertemente integrada al resto de la sociedad.

No había una gran concentración de la mano de obra.

Hasta 1860 las formas modernas o técnicas de la industrialización fueron raras en Francia, y la mayoría de las industrias tenían características proto industriales

La industria francesa fue diferente de la inglesa, que se basaba en el carbón, en la

máquina de vapor y el algodón.

La industria francesa del siglo XIX utilizó mano de obra rural, abundantes y barata

A lo largo del 1800 la organización del trabajo no cambió mucho; se realizaba el

pago a destajo (pro producción realizada) y el trabajo en equipo era dirigido por un

obrero altamente calificado, tanto en las minas como en la siderurgia y en la industria cristalera.

En el siglo XIX se seguía recurriendo limitadamente a la fábrica y se utilizó y perfeccionó una forma original de establecimiento concentrado: la fábrica- pensionado, empleAlrededor de la fábrica se multiplicaban los telares rurales.

De esta manera una industria con estructuras de producción totalmente tradicionales ocupaba el primer puesto de las exportaciones francesas.

La ganancia era lo único que importaba a los empresarios del siglo XIX, quienes no

se preocupaban por cambiar los aspectos tradicionales de la producción si esto les

permitía beneficios importantes.

La primera fase del capitalismo industrial francés no se caracterizó tanto por la

introducción masiva de técnicas nuevas como por la movilización, la utilización y

la organización sistemática de la mano de obra, es decir, de las distintas fuerzas de trabajo disponibles: artesanos tradicionales, poblaciones rurales, grupos populares urbanos

Un capitalismo industrial organizado en grandes unidades de producción sin la

introducción masiva de tecnología nueva; que empleaba, encuadraban y

controlaban a millares de trabajadores, de los cuales una minoría se hallaba con-

centrada en algunos establecimientos, mientras que una mayoría trabajaba a domicilio, dispersa en zonas rurales.

Toda la historia de la sedería lionesa del siglo pasado ilustra también estos fenómenos coexistentes de dispersión de los establecimientos por una parte y de concentración empresarial por otro.

El hecho de que la industria se manejara en forma más o menos arcaica se explicaba, como vimos, en la conveniencia de ello, desde el punto de vista de los empresarios. La racionalidad económica de estos empresarios parece evidente,

salvo que se pruebe que un empleo más precoz de la máquina de vapor y de los

telares mecánicos les hubiera proporcionado mayores ganancias.

Hasta el último cuarto del siglo XIX, el crecimiento per cápita francés fue equivalente al estadounidense, el británico o el alemán. empleaba mano de obra de niñas

Alrededor de la fábrica se multiplicaban los telares rurales. De esta manera una industria con estructuras de producción totalmente tradicionales ocupaba el primer puesto de las exportaciones francesas. La ganancia era lo único que importaba a los empresarios del siglo XIX, quienes no se preocupaban por cambiar los aspectos tradicionales de la producción si esto les permitía beneficios importantes. La primera fase del capitalismo industrial francés no se caracterizó tanto por la introducción masiva de técnicas nuevas como por la movilización, la utilización y la organización sistemática de la mano de obra, es decir, de las distintas fuerzas de trabajo disponibles: artesanos tradicionales, poblaciones rurales, grupos popu- lares urbanos Un capitalismo industrial organizado en grandes unidades de producción sin la introducción masiva de tecnología nueva; que empleaba, encuadraban y 

controlaban a millares de trabajadores, de los cuales una minoría se hallaba con- centrada en algunos establecimientos, mientras que una mayoría trabajaba a domicilio, dispersa en zonas rurales. Toda la historia de la sedería lionesa del siglo pasado ilustra también estos fenómenos coexistentes de dispersión de los establecimientos por una parte y de concentración empresarial por otro. El hecho de que la industria se manejara en forma más o menos arcaica se explicaba, como vimos, en la conveniencia de ello, desde el punto de vista de los empresarios. La racionalidad económica de estos empresarios parece evidente, salvo que se pruebe que un empleo más precoz de la máquina de vapor y de los telares mecánicos les hubiera proporcionado mayores ganancias. Hasta el último cuarto del siglo XIX, el crecimiento per cápita francés fue equivalente al estadounidense, el británico o el alemán.

La industria francesa conoció hasta la década de los años 1870 un crecimiento tal que no había razones para dudar de la eficacia del sistema

Los síntomas de una crisis Desde finales de 1860 la industria francesa entró en crisis Veamos cuales fueron las causas de la desaceleración del crecimiento en las últimas décadas del siglo: 

•En primer lugar hubo una crisis agrícola que afectó al mercado interior, se 

debió en parte al desarrollo de la competencia internacional. A su vez hay que destacar algunos imprevistos, como la enfermedad del gusano de seda, y de la vid, que se agregaron a los otros elementos negativos para agudizar la crisis. 

•En segundo lugar, el desarrollo de la competitividad interna constituía el 

resultado de la apertura del mercado francés. La unificación del mercado interior tanto al cierre de empresas como a su reconversión, fue un factor seguro de crisis.  

Las bases de la industria, dualistas, se vieron cuestionadas. La desaceleración del crecimiento llevó a cabo una reestructuración del conjunto del sistema económico

Hacia un nuevo desarrollo En la Francia del siglo XIX, el agotamiento de los recursos de mano de obra en un país de bajo crecimiento demográfico obligó a aumentar la inversión. El aumento de la inversión se hizo ya evidente entre 1878 y 1883, la crisis de 1876-1877 fue un punto de partida decisivo para la transformación de ciertas industrias; pero esta tendencia, mediada por inversiones especulativas de importancia, quedó frenada por la crisis de 1882-1884 y no tuvo continuidad sino a partir de 1890, para persistir hasta vísperas de la Primera Guerra Mundial. Durante esta fase larga de depresión económica surgieron nuevas producciones que se basaban en el aprovechamiento de inventos recientes o de inventos anti- guos que no se habían incorporado a la producción. La construcción de automóviles, la producción de hidroelectricidad, la metalúrgica y la química, crecieron en importancia 

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