Antigona

Yo soy Antígona, símbolo y expresión de lo humano, vencedora en la muerte, me destaco como uno de los personajes femeninos más grandes y mejor logrados de la literatura. Importantes han sido las propuestas dramaturgas que se ha realizado haciendo abstracción de los hechos en su conjunto y particularizando la pasión auténtica de Antígona, la mujer debatiéndose en solitario ante las telarañas oscuras de la muerte para abrazarse luego a ella en una escena donde el azar, el amor y la soberbia de otros, riñen con el valor propio.

Muchas han sido las interpretaciones que se han realizado sobre ese drama. Antígona es la muchacha valerosa que se enfrenta con el tirano Creonte y que duda en aceptar la muerte, haciéndose como un símbolo de los más grandes valores éticos; es entonces el ejemplo de la fortaleza personal en contra del poder del hombre.

Antígona es determinante en cuanto a su pedido: Polinices, su hermano muerto en lucha contra Eteocles, debe recibir las honras fúnebres debidas, honor este que le niega el decreto de Creonte, quien ha prohibido incluso que se llore pues ha recibido el título de traidor contra Tebas, su patria.

Antígona representa la firmeza de la conducta acompañada por la ideología del respeto a los valores fraternales, familiares y la virtud más resuelta en el acatamiento de las leyes divinas. Ha tomado una decisión basada en el cumplimiento de unas leyes que no se hallan escritas, pero que son inalterables. Antígona esa mujer que teme más el castigo que provenga de los dioses, que la propia muerte traída por la desobediencia de las leyes encarnadas por Creonte.

Antígona realiza una acción de la cual está consciente y cuyos resultados ha podido presagiar; esa acción va a desencadenar una serie de consecuencias trágicas. A la muerte de Antígona sigue la de Hemón su prometido, hijo de Creonte y luego la de la propia esposa del tirano Eurídice. La ceguera proclamada por el coro no es causada por Antígona si no por la imprudencia de Creonte. Es su falta (y no la de Antígona) la que origina la tragedia que sobreviene a él mismo.

Más que atacar a la tiranía y defender el orden democrático, el drama de Sófocles plantea unos valores éticos y religiosos bastante enraizados cuya exigencia de cumplimiento es igual para todos los hombres. El quebrantar estas normas es causa de las desgracias que el tirano sufre en carne propia. Obviamente la obra tiene también su sentido purificador.

Podemos apreciar a una joven luchadora que defiende sus convicciones ante Creón rey de Tebas. Antígona da a valer sus sentimientos ante todo un pueblo sin ningún tipo de miedo o remordimiento. Su amor y lealtad ante su hermano hace que ella desobedezca toda orden que esté en contra de lo que ella siente que tiene que hacer. Que es enterrar a su hermano con los honores que como ser humano se merece.

Antígona en ningún

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