Argumentos Ecsepticos.

ARGUMENTOS ESCEPTICOS:

LOS SENTIDOS NOS ENGAÑAN

los sentidos son importantes y necesarios para la adquisición del conocimiento, pero para la epistemología, estos pueden fallar y pueden engañarnos haciendo que creamos una cosa de la que en realidad no estamos seguros.

Esto son  importante y necesarios en los seres humanos, ya que con estos podemos acceder al conocimiento pero estos no son 100% seguros y confiables. Según Platón: “no son los sentidos la única fuente de conocimiento”, podría entonces decirse que existen otras facultades para adquirir conocimiento, pero la razón y sentidos en algunas situaciones van “cogidas de la mano”, ya que sin la razón no podríamos llegar al entender de una situación y los sentidos no bastan para entender esta, pero en otras ocasiones no nos basta solo la razón por ejemplo en materias donde se requieren experimentos o para descubrir cosas tan lógicas como si el agua moja, la razón no es tan útil, aunque la razón hace que los sentidos de la persona sean más confiables. Para Platón existe el mundo sensible y el de las ideas, el mundo sensible o material seria en el que nos encontramos pero este es solo de apariencias y lo percibimos por medio de los sentidos y el mundo de las ideas seria la razón por el que se accede mediante esta al mundo  de las ideas. Y es al que todos buscamos llegar de algún modo.

Pero, lo cierto, es que nuestra realidad es lo que nuestros  ojos ven, lo que nuestras manos tocan, lo que nuestros oídos oyen. Y  la realidad varia según como se mira

Puede entonces fiarse en los sentidos hasta cierto punto pero como se  hasta donde, si la realidad es una aparente ficción y todo el mundo finge guiado por esta sociedad. Se podría decir  entonces que cada quien pone el límite a la confianza en sus sentidos lo que hace que vivamos realidades distintas. En la actualidad es difícil comprender la realidad ya que cada uno la ve desde distintos puntos de vista “cada uno tiene su verdad”  y entonces no se llega a un acuerdo consciente de estos. Las personas ven su propia realidad distorsionando la verdad mediante su sentidos que en la actualidad para llamarlo puramente verdad tiene que estar comprobado científicamente y con papeles firmados por los altos cargos o alguna institución certificada. Ahora simplemente la realidad se torna a que si nos dejamos llevar por los sentidos la respuesta o esa verdad a que creemos llegar son pocas las posibilidades, por que hasta cierta parte o en su contexto total las reglas en esta sociedad están ya dadas, vivimos “mecanizados” y limitados. No podemos ir mas allá, del sentido de algunas experiencias fuera de lo científico y comprobado.

Por otra parte los sentidos nos podría  engañar o hacer que no tomemos la decisión correcta, porque. A veces, el engaño es causado por alteraciones o lesiones en los órganos (tumores), otras veces por problemas químicos o eléctricos en el cerebro (enfermedades mentales). También ocurren por el consumo de sustancias psicoactivas que alteran la percepción, como los alucinógenos".

Pero y si no tenemos  ninguna enfermedad, ni tomamos, ni ingerimos sustancias u otras cosas  raras, y descubrimos que los sentidos nos engañan, es porque de alguna manera cometimos un error, no tomamos la decisión correcta.

El hombre no es perfecto y tiende a equivocarse del cual aprende, conoce y experimenta del mundo que esta rodeado . Es más, si no fuera tal vez por ese engaño de los sentidos  no tendría sentido el corregir los errores o esa verdad. Un ejemplo del engaño podrían ser los magos que juegan con nuestros sentidos “donde vemos que la realidad puede tornarse engañosa para nuestros sentidos, pero una vez la detectamos conocemos la verdad”.

Entonces, si  nos equivocáramos a menudo, no seria posible  equivocarnos siempre. Porque  el error sólo puede conocerse en relación con la verdad, que aparece dentro del ser mismo como una base ya establecida en cada individuo que toma su propia decisión a través de su juicios verdaderos y conocidos como tales. El error solo existe entonces en la toma de decisiones o juicios que cada uno tomamos por encima de los sentidos y datos inmediatos

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