Arquitectura Mexicana Siglo Xvi

Arquitectura militar

La arquitectura militar es la que se ocupa de proyectar y construir edificios destinados a fines militares. A lo largo de la historia se ha dedicado estrictamente a la construcción de fortificaciones. Las fortificaciones presentan un claro fin utilitario, el de la defensa de territorios y personas. Así, presenta un aspecto técnico, desarrollado por la ingeniería militar.

El sentido de fortificación ha evolucionado al tiempo que se han desarrollado las diferentes civilizaciones y sus formas de luchar, aunque se puede decir que hay dos tipos de fortificaciones, las de carácter permanente, que son el objetivo preferente de la arquitectura militar, que su primer objetivo es conseguir una barrera física que no pueda ser superada por el enemigo y que disponga de la fuerza suficiente para que la posición pueda ser defendida durante un cierto período de tiempo, requieren un proyecto y un gran esfuerzo económico y humano en su construcción. Las fortificaciones de carácter temporal no requieren grandes esfuerzos y siguen esquemas básicos.

Construcción y tipo de fortificaciones

Muralla

El sistema de defensa a través de la muralla, es decir de una gruesa pared que sirva de barrera al enemigo, se desarrolló en todas las culturas como la forma más simple para que una comunidad encontrara amparo, cobijo y protección ante un ataque enemigo.

Estrictamente las murallas están integradas por los muros, puertas, que permiten la entrada y salida del recinto murado y que suelen ser el lugar más vulnerable de la fortificación; y por las torres, construcciones más elevadas que los muros, con forma circular o poligonal que permiten un dominio, mediante la vista, del exterior.

Las dimensiones que se consideran ideales para hacer imposible, o al menos difícil la escalada de los enemigos, además de resistir los golpes de los arietes y demás artilugios de ataque, eran unos quince metros de altura y unos tres o cuatro de ancho, aunque estas medidas eran susceptibles de variar dependiendo de las necesidades reales de defensa. En los siglos XVI y XVII, los muros se reforzaron, se construyeron de menor altura, pero con plataformas más anchas.

Ciudadela

Recinto fortificado o fortaleza situado en el interior de una ciudad que sirve para proteger a sus habitantes de los ataques exteriores. Además de un sentido de defensa, tenían un sentido religioso de recinto sagrado. En ella se hallaban los diferentes templos. Todo el temenos se encontraba rodeado de sólidas murallas que lo protegían de posibles ataques de enemigos al tiempo que lo aislaban del resto de la ciudad.

Existían ciudadelas en todas las ciudades, asimismo fuertemente amuralladas, pero situadas a poniente y separadas algunos kilómetros de la ciudad.

En esta época la elección de los lugares para construir una ciudadela fue la fuerza defensiva natural, es decir las posibilidades de defensa que el propio terreno permitía. Este criterio fue el que permitió que el enclave de una ciudadela fuera creciendo dando lugar a una ciudad importante.

Castillo

El castillo, la fortaleza propia de la Edad Media, surgió del propio sistema feudal y de la ruralización que se sufrió a lo largo de toda esta época. Es un lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes y fosos, construido casi siempre en un lugar dominante, para la defensa de pueblos o comarcas, o simplemente del señor que vivía en él. En otras ocasiones, los castillos se edificaban dentro de los núcleos urbanos, como habían estado las ciudadelas, dominando así, desde su parte alta, la villa, la cual solía estar también amurallada, formando todo un conjunto defensivo, del que sobresalía el castillo.

El principal símbolo del poder del señor era el castillo, y desde luego también la fortaleza, que le permitía defender sus intereses en caso de ataque, tanto de otros señores feudales como del propio rey. En un primer momento el permiso para la construcción del castillo lo otorgaba el rey, pero poco a poco llegaron a edificarse por la simple voluntad del señor, sin que mediara de hecho la intervención real.

Estos castillos eran el símbolo del poder y, a la vez, centros de administración de justicia, de recogida de tributos y rentas, almacenes de víveres, residencia de los señores, refugios para los habitantes de la zona, lugar de prestación de homenajes, etc. Estos territorios eran controlados mediante las denominadas Torres albarranas, levantadas fuera de los muros del castillo, y que servían no solo para defensa, sino también como torres vigías.

Baluarte o Bastión

Volumen sobresaliente de un recinto fortificado que presenta una forma normalmente pentagonal. Fue típico de los castillos y murallas de los siglos XVII y XVIII, ya que fue la respuesta que dio la ingeniería civil a la aparición y apogeo de la artillería, aunque ya en el siglo XV apareció alguna de estas construcciones sustituyendo a las antiguas murallas medievales, altas y esbeltas, que eran eficaces para evitar los ataques del enemigo que intentaba escalarlas, pero que no resistían los impactos de los cañones que provocaban brechas en los lienzos de

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