Arte Y Belleza En La Edad Media

Arte y Belleza en la Edad Media

La historia de la filosofía ignoró una etapa que fue considerada oculta, período que se supuso medió entre dos épocas conceptuadas como florecientes: La antigüedad clásica y el Renacimiento.

Se reconoce que la fe de filósofos medievales no invadió el desarrollo de la razón, esta facultad hacia a los hombres a imagen y semejanza de Dios. San Agustín tiene una fórmula que es “comprende para creer y cree para comprender” prueba que la razón no se contraponía a la fe.

Los estudios de la estética medieval de Edgar de Bruyne, constituye un hito fundamental en el rescate de los aportes de la rica etapa histórica. Del mismo año es la contribución de D. H. Pouillon sobre la metafísica de lo bello. James Joyce muestra que las divisiones medievales de arte y la belleza no dejan de tener interés.

El concepto Extendido de ARS

En la Edad Media perduro la convicción antigua de que el arte era una habilidad de producir ciertas cosas basadas en reglas. El arte no es expresión sino construcción. El campo de ars incluye la técnica y la artesanía y deja afuera lo que hoy entendemos por arte. El arte es el recto conocimiento de lo que se debe hacer, porque el arte es el principio del hacer y de la reflexión sobre las cosas por hacer.

Un aspecto en la doctrina medieval del arte, su intelectualismo que al contemplar el supremo bien frente al trabajo manual. En el medioevo se utiliza la expresión de “artes liberales” las que e valen solo de la palabra, diferentes de las artes manuales del hombre servil, que eran llamadas ” artes mecánicas”.

Eran siete las artes liberales, se dividían en dos grupos: el trívium (gramática, retórica, y dialéctica) y el quadrivium (aritmética, geometría, astronomía, música). Dentro de las artes liberales figura solo una de nuestras artes, la música. La arquitectura era considerada como arte mecánica, mientras que la pintura y la escultura no estaban asignadas a un grupo concreto y, en la práctica social, eran tratadas como productos de artesanos.

EL ARTE COMO VESTIGIO DE LO DIVINO

La Edad Media tuvo escasa conciencia de lo específicamente artístico y, menos aun, de lo que hoy se conoce como arte autónomo. El arte era una forma principal de hacer llegar al pueblo el dogma cristiano. Tomás de Aquino indicó que el disfrute estético no apunta a lo posesión “el bien propiamente se refiere al deseo… En cambio, la belleza se refiere al poder cognoscitivo , pues se llama bello a aquello que agrada a la vista”.

Santo tomas entendió, del placer del reconocimiento de la obra divina en sus distintos productos. La forma armónica percibida tiene un efecto esclarecedor. Por eso “el conocimiento se realiza por asimilación y la semejanza se basa en la forma”. Un rasgo fue la visión simbólico alegórica del universo. El hombre vivía en un mundo pleno de significados, de remisiones y manifestaciones de Dios. Los medios que le favorecían eran símbolos y la alegoría. Simbolizar el cielo como lugar de Dios fue, por ejemplo, uno de los objetivos de la arquitectura religiosa. Y el único que merecía el apelativo de creador era Dios, cualquier otra creación era solo interpretación.

En el Renacimiento se afianzara el concepto de creación artística. Leonardo considerará que la pintura, a pesar de ser imitativa, no es pasiva sino activa al trabajar con formas del mundo exterior tanto como con formas que surgen de la propia mente del artista.

DE MUSICA DE SAN AGUSTÍN

San Agustín transmitió el concepto antiguo de belleza como medida y proporción y dio un lugar central al número, por eso vieron en el un eco de la doctrina pitagórica. “Todas las cosas son mejores cuanto más moderadas, hermosas y ordenadas son, y tanto menos buenas cuanto menos moderadas,

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