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CAPITULO I: EL HOMBRE ¿LOBO O CORDERO?


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2016  •  Tareas  •  4.527 Palabras (19 Páginas)  •  1.347 Visitas

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En el siguiente documento hablaremos de las distintas etapas del hombre, como su vida y su carácter se forman de acuerdo a su contexto y educación se ve como lobo o cordero violento por distintas circunstancias, genera amor por la vida por la muerte cuestiones que pueden salirse de sus manos y causarle problemas, todo esto con total libertad y al mismo tiempo con las condicionantes que la sociedad impone.

Hace referencia a muchos descubrimientos de Freud que ayudan a comprender al hombre y como irónicamente este puede destruir su entorno e incluso a el mismo.

Así mismo identificar los que pueden ser sus principales defectos o virtudes como es la necrofilia, la biofilia, el narcisismo y la fijación incestuosa.

CAPITULO I: EL HOMBRE ¿LOBO O CORDERO?

¿Qué es lo que somos natamente los humanos, buenos o malos? Es la pregunta que Erich Fromm nos hace en este capítulo ya que muchas personas afirman que los hombres son corderos a los que son  muy fáciles de inducir, incluso voces de alto mando que les ordenan destruir a otros como ellos en guerras que no les beneficiaban, estos corderos necesitan jefes que tomen decisiones por ellos aunque estos jefes no fueran tan buenos como ellos y solo fueran lobos disfrazados de corderos para lograr sus ideales.

Así como Hitler exterminó a judíos y este recibió  ayuda, o Stalin que elimino millones de enemigos sin embargo ellos no lo hicieron solos, contaban con miles de personas que lo hacían por ellos, que les daban ordenes de hacer algo tan inhumano y ellos lo hacían voluntariamente e incluso con placer; los ideales de su jefe se convertían en sus ideales. Este tipo de acontecimientos hacen dudar que el hombre sea completamente bueno y como concluye Erich Fromm es que homini lupus (el hombre es un  lobo para el hombre); ya que hace referencia a que naturalmente somos homicidas sin embargo nos detenemos por instinto de supervivencia al encontrarnos con un homicida mayor lo que hace que nos abstengamos de nuestro instinto.

Sin embargo esto nos podría decir que ¿hay una minoría de lobos que viven entre una mayoría de corderos? Los lobos obviamente desean matar, y los corderos más sumisos los siguen imitándolos mientras que los matadores inventan historias sobre la nobleza de la causa que ellos apoyan creando rencor en los corderos, justificando lo malo que hacen con una buena causa.

Una posición es la del Antiguo Testamento, es que el hombre tiene la capacidad del bien y el mal donde puede elegir el donde un dios supuestamente no interviene sin embargo no se debe subestimar las fuerzas destructoras del hombre por ejemplo en Hiroshima, la primera guerra mundial, la guerra fría, guerras que se realizan por líderes, políticos, por causa de negocios,territorio,recursos naturales, ventajas comerciales, o por la razón de reforzar su prestigio y glorias personales, y estos líderes no son diferentes a un hombre común y corriente sin embargo tiene más poder, más hombres, armas a su alcance lo que hace que un daño se haga inmenso “El hombre ordinario con poder extraordinario” es claramente un peligro para la humanidad ya que como se mencionó anteriormente para que millones de hombres arriesguen la vida y se conviertan en asesinos debe de haber odio y miedo.

 Esto mencionado es en cuanto a una guerra convencional, sin embargo hablando de una guerra nuclear las perspectivas cambian de un arma a un enemigo o enemigos cara a cara a un individuo que puede matar a centenares de personas solo oprimiendo un botón sin experimentar remordimiento alguno sin embargo sólo lo hacen acatando una orden.

Erich Fromm escoge tres fenómenos que constituyen la base de lo maligno y por lo tanto peligroso en la orientación humana que es el narcisismo maligno y la fijación simbiotico-incesutosa estas al combinarse forman el “síndrome de decadencia” el que mueve al hombre a destruir por el gusto de destrucción que es la contra parte del “síndrome de decadencia” el amor a la vida, al hombre en contra del narcisismo y la independencia en contra a la fijación simbiótico incestuosa.

Esto afirma que toda persona decide en que campo desenvolverse, el de la biofilia, o de la necrofilia, el bien o el mal, el cordero o el lobo y en mi opinión alternar las dos.

CAPITULO II: DIFERENTES FORMAS DE VIOLENCIA

Antes de hablar de las violencias malignas con instinto destructor el autor menciona que existen violencias normales, y no patológicas como es la violencia juguetona o lúdica, que se ejercita para generar destreza pero nunca para destruir y no es motivada por odio ni impulso destructor, un ejemplo es el arte del esgrima donde en  el combate la finalidad nunca es de destruir al enemigo.

Otra violencia es la violencia recreativa que se emplea en la defensa de la vida, de la libertad, de la dignidad etc... Por lo tanto esta violencia está al servicio de la vida, ya que su propósito es defenderla.

Sin embargo esta violencia se ocupa para guerras justas, injustas a favor de la iglesia, el capitalismo y mucho más ya que difícilmente habrá una guerra agresiva que no haya sido disfrazada de defensa lo que demuestra dos cosas principalmente, una es que no la mayoría de la gente no puede ser inducida a matar o a dar su vida si primero no se le dice que lo harán por defensa propia, y el segundo que los individuos son fáciles de persuadir a atacar al decirles que es porque están en peligro de ser atacados, ya que según Erich Fromm “Los resultados psicológicos de la aceptación de la creencia en una amenaza supuesta, son, desde luego, los mismo que los de una amenaza real.”

Otro tipo de violencia recreativa es producida por la frustración, específicamente un deseo o una necesidad, con la agresión resultante de la frustración se relaciona la hostilidad producida por la envidia y los celos que se producen cuando alguien tiene lo que otra persona desea produciendo odio.

Otra violencia más patológica es la violencia vengativa, donde ya se hizo un daño primero (a diferencia de la violencia recreativa) y por lo tanto no es defensiva, en ésta se aplica la ley “ojo por ojo” que se da en grupos y personas civilizadas y primitivas sin embargo el material psicoanalítico dice que la persona madura y productiva es menos impulsada por el deseo de venganza que la persona neurótica que encuentra dificultades para vivir independientemente y con plenitud, y que propende con frecuencia a jugarse toda su existencia por vengarse, esto ya es muy grave ya que la venganza se  vuelve su principal objetivo e identificación.

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