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Conciencia moral y libertad en Kant


Enviado por   •  13 de Julio de 2018  •  Ensayos  •  3.675 Palabras (15 Páginas)  •  155 Visitas

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Conciencia moral y libertad en  Kant  

Esta autonomía de la voluntad nos abre ya una pequeña puerta fuera del mundo de los fenómenos, fuera del mudo de los objetos a conocer, fuera de la tupida red de condiciones que el acto de conocimiento ha puesto sobre todos los materiales  con  que el conocimiento se hace. Porque si la voluntad moral pura es voluntad autónoma, entonces esto implica necesaria y evidentemente el postulado de la libertad de la voluntad.”

(Mauel Garcia Morete,

 Lecciones preliminares de filosofía.)

 Introducción

        El presente informe de filosofía está referido al área de Ética. El tema que desarrollaremos es: conciencia moral y libertad en Kant  y el problema que nos proponemos examinar está planteado en los términos ¿Es la conciencia moral una actividad, distinta al de conocer,  pero que puede conducirnos a la aprehensión  o captación de las realidades metafísicas?

En función de este interrogante se desprenden lo siguientes planteos: ¿la solución a la tercera antinomia de la razón pura abre un camino a la posibilidad como acceso no teorético (cognoscitivo)   a la metafísica? ¿Qué es la conciencia moral?  ¿Qué  relación se establece entre la voluntad y el imperativo categórico?

Abordaremos la cuestión de cómo en la construcción de una ética normativa, es decir de alcance universal, es presentada por Kant desde una filosofía que delimita la razón en sus alcances teórico y práctico.

 Para el abordaje de nuestra problemática nos enfocaremos en primer lugar a exponer algunas ideas en torno a la cuestión de las antinomias de la razón pura. Luego abordaremos la relación entre la razón y la voluntad a partir del examen de la fundamentación de la metafísica de las costumbres. Posteriormente,  nos ocuparemos de la relación entre libertad y autonomía moral desde la exploración de la Crítica de la razón práctica. Por último  trataremos la temática de cómo la representación de la ley moral  puede ser la vía de acceso a la captación  de la libertad.  

Nuestra forma de trabajo consistirá en cotejar algunos textos de Kant con la bibliografía apropiada examinando la cuestión planteada.

Kant y las antinomias de la razón pura

La Crítica de la razón pura muestra la imposibilidad de la metafísica como ciencia. La metafísica no es conocimiento científico. Cuando la razón se eleva especulativamente hasta lo incondicionado, cae en afirmaciones antitéticas. Las antinomias son conflictos de la razón consigo misma. De las  Antinomias podemos predicar afirmaciones contradictorias y sin embargo, las dos afirmaciones son igualmente demostrables, con igual fuerza probatoria.

Las dos primeras antinomias, que Kant llama matemáticas, consisten en que se ha tomado el espacio y el tiempo como cosas en sí mismas, en vez de tomarlas como formas que nuestra facultad de conocer aplica o imprime  a los fenómenos. El error es tomar tiempo y espacio como realidades independientes del acto de conocer. Es decir son falsas la tesis y la antítesis porque se parte de un supuesto contrario a las leyes y condiciones del conocimiento.

En la tercera y cuarta  antinomia la solución es que la tesis y la antítesis, ambas pueden ser verdaderas porque se salen de las condiciones de todo conocimiento posible y se refieren a cosas en sí mismas. Las tesis son válidas en el mundo del fenómeno, mientras que las antítesis serán válidas en el mundo de los noúmenos.

Ponemos la lupa en la antinomia tercera referente a la libertad, antinomia de la relación:  

Tesis: El universo tiene que haber tenido una causa, que no sea ella a su vez causada. Tesis que expresa que hay en el mudo una causalidad según leyes de la libertad. Existe libertad en el mundo.

 Antítesis: El universo no puede tener una causa, que ella a su vez no sea causada. Es decir,  que no hay ninguna libertad. Todo en el mudo ocurre según leyes naturales.  Si nos detenemos en la investigación de las causas, todo nuestro conocimiento de las cosas está colgado de una incógnita, en virtud de la categoría de causalidad, no podemos suponer nada real que no sea efecto de una causa, por ende no podemos deteneros en la investigación de las causas.

Ahora bien, dice Kant en la crítica de la razón pura:

“Se ve fácilmente que si toda causalidad fuera simplemente naturaleza, en el mundo sensible cada acontecimiento estaría determinado por otro en el tiempo, siguiendo leyes necesarias y, por consiguiente, como los fenómenos, en tanto que determinan la voluntad, deberán hacer toda acción necesaria como su consecuencia natural, la supresión de la libertad trascendental aniquilaría al mismo tiempo toda libertad práctica. Pues esta supone que aunque una cosa no haya ocurrido, debía, sin embargo, haber ocurrido, y que por consecuencia su causa en el fenómeno no sería de tal forma determinante si no hubiera en  nuestra voluntad una causalidad capaz de producir, independientemente de estas causas naturales (y a pesar de su poder e influencia), alguna cosa determinada en el orden del tiempo, según las leyes empírica, es decir, comenzar una serie de acontecimientos completamente por sí misma” (Kant, 2000: 247)

La idea trascendental de libertad nos pone en contacto con un yo, un sujeto que no es empírico o fenoménico sino un yo trascendental, nouménico, que trasciende al empírico y se sitúa fuera del tiempo, en la esfera de la libertad. Cabe preguntarse: ¿El individuo pertenece simultáneamente al mudo fenoménico y al nouménico? Es decir, ¿hay una escisión  de dos dimensiones en el hombre o bien aspectos contrastados de una misma integridad?

        Plantear esta cuestión en los términos presentados ubica a algún tipo de actividad como la conexión entre ambos mundos, y por tanto la posibilidad de acceso del sujeto a las realidades metafísicas como ha de ser la libertad.

Razón y voluntad

Para pensar estos dos términos y su indisociable relación creemos pertinente examinar la Fundamentación de la metafísica de la costumbres en su prólogo y primer capítulo.

Sostiene Kant  en dicha obra  que el principio en  que se funda la división de las ciencias (física, ética y lógica) en la antigua filosofía griega es la naturaleza del conocimiento racional, es decir o bien es material (considera algún objeto) o bien es formal (forma del entendimiento, reglas universales del pensar).  Con lo cual aquello que tiene referencia a determinados objetos y a las leyes a que estos están sometidos (material) se divide a su vez en dos,  física las referidas a leyes naturales y ética las referidas a  leyes de la libertad. En contrapartida a la lógica, la filosofía natural como la filosofía moral pueden tener su parte empírica, ya sea para determinar las leyes de la naturaleza como objeto de la experiencia,   ya sea  la voluntad del hombre en cuanto está, afectado a tales leyes.

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