Cuento Sobre Etica- Aborto

A quién perderíamos?

Mathias Molle 6to 1era

Alan era un joven de tan solo 18 años, estaba con la euforia del último año del secundario, y la preocupación de lo que se vendría. Pero igual disfrutaba sus últimos días ahí junto con su novia Liliana.

Tenía pensado conseguir una beca para poder estudiar medicina y Lili quería ser bióloga, veían un futuro lleno de esperanzas.

Pero, en su fiesta de graduación, sucedió algo inesperado, algo que podría darles un vuelco a sus planes, a su vida. Alan se retiró con su querida novia y bueno, sucedió eso.

Luego de un mes Lili apareció en la casa de Alan, que ya había empezado el curso de ingreso a medicina, y le dijo que tenía que hablar con él. Cuando escuchó eso, pensó que solamente le había sucedido algo a ella, algo cotidiano, pero cuando vio su mirada de tristeza y preocupación, se dio cuenta que algo malo le esperaría. Liliana estaba embarazada, Alan seria padre.

Ambos no sabían cuándo comunicarles la noticia a sus padres y cómo reaccionarían. Veían que su futuro como profesionales se había arruinado. Se tomaron más de un mes para tomar fuerzas y decir la verdad.

Para esto ya habían dado el curso de ingreso de sus carreras, con resultados que les mostraban un gran porvenir.

Al fin y al cabo, decidieron contar la verdad.

Los padres de Alan reaccionaron bien ante la noticia, pero los padres de Lili se desesperaron. Pensaron que tanto esfuerzo para que su hija tuviera buenos estudios y pudiera ser alguien estaban frustrados.

Decidieron llegar a un acuerdo entre ambas partes. Luego de múltiples discusiones, y horas de charlas, lo lograron, recurrirían a un método que hacía poco había sido aprobado por la ley “El Aborto”.

Justificaron su elección pensando en su futuro, ya que un niño les cortaría muchos caminos a su edad. Los jóvenes se vieron presionados y obligados por sus padres ya que si tenían el bebé no tendrían su apoyo. Alan y Lili no veían ética esa decisión.

Unas semanas después abortaron y continuaron con sus carreras pero con el peso de haberse llevado una vida.

Luego de unos años Alan se recibió de médico, con altos honores. Consiguió un empleo en una farmacéutica multinacional. Lili también consiguió el título querido y continúo su vida junto a su amor de secundaria.

El fue ganando experiencia y subiendo puestos de jerarquía en la empresa, gracias a su poder en la toma de decisiones y a que cuyo presidente se estaba postulando para ser legislador y quería tener una mano derecha joven y de confianza dentro de la fábrica.

Un buen tiempo después se casaron y decidió tener un hijo. Lili quedo embarazada, Vivían esos primeros tres meses de padres primerizos con gran euforia y alegría, era algo soñado lo que estaban viviendo.

En uno de esos análisis de rutina surgió una noticia inesperada y des ganadora. Si Lili quería tener el hijo corría serios riesgos de perder, ella, su vida durante el parto, veían aguas negras en su futuro.

La pareja habló sobre el tema, y a pesar que a Alan no le gustó la decisión de Lili, quería tener el niño para no cargar con otra vida.

Lo hablaron con médicos especialistas en el tema pero se negaron rotundamente a dejar que corriera el riesgo. Los profesionales llevaron el caso a la justicia ya que la pareja no quería

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