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DEREHO MERCANTIL


Enviado por   •  20 de Diciembre de 2013  •  2.027 Palabras (9 Páginas)  •  271 Visitas

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CAPITULO I. EL DERECHO MERCANTIL EN

ESPAÑA Y MEXICO.

Tan pronto como la economía cerrada o natural, en la cual cada grupo satisface íntegramente sus necesidades por sí mismo, resulta inadecuada a la compleja organización de una sociedad, surge un fenómeno, el trueque, que tal vez en Sí mismo no puede ser calificado de mercantil, pero que tiene como necesaria consecuencia el comercio. En efecto, si el trueque supone que cada unidad económica produce en exceso determinados satisfactores, y carece de otros que son producidos por distintas células económicas, es porque se ha manifestado ya, aun cuando sea sólo de modo embrionario, la división del trabajo; y consecuencia necesaria de ésta es que la tarea de realizar cambios entre las distintas unidades económicas la asuma, de manera especializada, una persona, o un grupo determinado de personas, cuya actividad económica consista, justamente, en efectuar trueques, no con el propósito de consumir los objetos adquiridos, sino con el de destinarlos a nuevos trueques, que llevarán el satisfactor de quien lo produce a quien lo ha necesitar para su consumo. Surge así el comercio, el cambio para el cambio; y junto a la figura del labrador, del herrero, del carpintero, etc., aparece la del comerciante, el hombre que se dedica a interponerse, para facilitarlo, en el cambio de satisfactores.

El Derecho del comercio

La aparición del comercio no coincide, históricamente, con el

Surgimiento del derecho mercantil, pues normas jurídicas indiferenciadas pueden regir las relaciones que económicamente, tienen carácter comercial y las que no lo presentan. Sin embargo, en sistemas jurídicos muy antiguos, se encuentran ya preceptos que se refieren, directa y especialmente, al comercio, y que constituyen por tanto, gérmenes remotos del derecho mercantil, sin que en una exposición compendiada, como ésta, pueda entrarse en análisis de su contenido; trazare en este las líneas generales del proceso histórico de la formación del derecho mercantil.

El Derecho Romano

En el sistema de derecho romano se encuentran normas aplicables al comercio, pero no una distinción formal entre

derecho civil y derecho mercantil.

La actio institoria permitía reclamar del dueño de una negociación mercantil, el cumplimiento de las obligaciones

contraídas por la persona que se había encargado de administrarla (institor); la actio exercitoria se daba contra el dueño de un buque, para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por su capitán; con el nombre de nauticum foenus se regulaba el préstamo a la gruesa, es decir, aquel cuya exigibilidad está condicionada por el feliz

retorno de un navío y en el que se conviene fuerte rédito; el

texto llamado nautae, caupones et stabularii ut recepta restituant, se refiere a la obligación, a cargo de marinos y

posaderos, de custodear y devolver el equipaje de los pasajeros; por último debe mencionarse que en el Digesto se incluyó la lex rhodia de iactu, que regula la echazón y a la

cual se hizo referencia un poco antes.

Se ha pretendido explicar la falta de un derecho mercantil

autónomo en Roma, y aun la escasez de las disposiciones referentes al comercio, tanto por el desprecio con que los

romanos veían la actividad mercantil como por la flexibilidad

de su derecho pretorio, que permitía encontrar la solución adecuada a las necesidades de cada caso, satisfaciendo así las exigencias del comercio.

Esta última es la verdadera razón, pues no es exacto que los

romanos profesaran, de manera general, aversión al comercio.

Surgimiento del derecho mercantil en la Edad Media

La caída del imperio romano de occidente vino a agravar las

Condiciones de inseguridad social creadas por las frecuentes

incursiones de los bárbaros que la precedieron, inseguridad

social que a su vez produjo la más completa decadencia de las actividades comerciales.

El comercio resurgió a consecuencia de las cruzadas, que no sólo abrieron vías de comunicación con el cercano oriente, sino que provocaron un intercambio de los productos de los distintos países europeos.

Principalmente en muchas ciudades italianas, debido a su privilegiada posición geográfica, las operaciones mercantiles

alcanzaron un gran auge.

Este florecimiento del comercio ocurrió en condiciones políticas y jurídicas muy distintas de las que habían prevalecido en Roma.

Subsistía en principio el derecho romano, pero ya no era un

derecho vigente, capaz de adaptarse a las cambiantes necesidades de la sociedad, sino una legislación petrificada,

inerte: los textos del Corpus iuris civilis, el significado de los cuales en muchas ocasiones, no era bien entendido.

También el derecho germánico, sobre todo en el aspecto procesal, integraba el sistema el sistema jurídico vigente.

Derecho formalista y primitivo, el germánico era incapaz de

satisfacer las nuevas necesidades creadas por el desarrollo

del comercio.

En el aspecto político, faltaba un poder suficientemente fuerte e ilustrado que pudiese dar leyes con validez general

y que resolvieran de modo adecuado los problemas creados por el auge mercantil.

Esta misma debilidad del poder público dio lugar a que las

personas dedicadas a una misma actividad se agruparan para la protección y defensa de sus intereses comunes.

Entre los gremios así formados ocuparon lugar prominente los de los comerciantes.

Los gremios de los comerciantes establecieron tribunales encargados de dirimir las controversias entre sus agremiados sin las formalidades del procedimiento, sine estrepitu

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