DOCTRINAS FILOSOFICAS
upac3 de Octubre de 2012
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DOCTRINA FILOSOFICA
La filosofía de Agustín: La razón y la fe
No hay una distinción clara entre razón y fe en la obra de San Agustín, lo que marcará el discurrir de todo su pensamiento. Existe una sola verdad, la revelada por la religión, y la razón puede contribuir a conocerla mejor. "Cree para comprender", nos dice, en una clara expresión de predominio de la fe; sin la creencia en los dogmas de la fe no podremos llegar a comprender la verdad, Dios y todo lo creado por Dios (la sabiduría de los antiguos no sería para él más que ignorancia); "comprende para creer", en clara alusión al papel subsidiario, pero necesario, de la razón como instrumento de aclaración de la fe: la fe puede y debe apoyarse en el discurso racional ya que, correctamente utilizado, no puede estar en desacuerdo con la fe, afianzando el valor de ésta. Esta vinculación profunda entre la razón y la fe será una característica de la filosofía cristiana posterior hasta la nueva interpretación de la relación entre ambas aportada por santo Tomás de Aquino, y supone una clara dependencia de la filosofía respecto a la teología.
El conocimiento
1. Aunque sin llegar a elaborar una teoría del conocimiento San Agustín se ocupará del problema del conocimiento, tratando de establecer las condiciones en las que se puede dar el conocimiento de la verdad, según el ideal cristiano de la búsqueda de Cristo y la sabiduría.
2. Ante el desarrollo del escepticismo defendido por la Academia nueva, con cuyas tesis había simpatizado anteriormente, San Agustín considerará fundamental la crítica del mismo. Niegan los escépticos la posibilidad de alcanzar certeza alguna. Ante ello San Agustín replica afirmando la necesaria certeza de la propia existencia: ¿puedo razonablemente dudar de mi existencia, aun suponiendo que todos mis juicios estuvieran siempre equivocados? No, dice San Agustín, ya que aun en el caso de que me engañarse no dejaría de existir (al menos el juicio "si fallor, sum" sería siempre verdadero, asegurando la certeza de mi existencia); pero la certeza es triple, ya que el hombre existe, vive y entiende.
3. En ese conocimiento cierto que tiene la mente de sí misma y por sí misma, en la experiencia interior, asentará San Agustín la validez del conocimiento. Así, no puedo dudar de la certeza de los principios del entendimiento, como el principio de no contradicción; ni de la certeza de las verdades matemáticas. Tampoco puedo dudar de la certeza de la realidad exterior, en la que vivo. No obstante la mente, buscando la verdad en sí misma, se trascenderá a sí misma al encontrar en ella las ideas, verdades inmutables que no pueden proceder de la experiencia.
4. Distinguirá San Agustín varios tipos de conocimiento, asegurada su posibilidad: el conocimiento sensible y el conocimiento racional; el conocimiento racional, a su vez, podrá ser inferior y superior. El conocimiento sensible es el grado más bajo de conocimiento y, aunque realizado por el alma, los sentidos son sus instrumentos; este tipo de conocimiento sólo genera en mí opinión, doxa, tipo de conocimiento sometido a modificación, dado que versa sobre lo mudable (puede observarse la clara dependencia platónica del pensamiento agustiniano); al depender del objeto (mudable) y de los sentidos (los instrumentos) cualquier deficiencia en ellos se transmitirá al conocimiento que tiene el alma de lo sensible. El verdadero objeto de conocimiento no es lo mudable, sino lo inmutable, donde reside la verdad. Y el conocimiento sensible no me puede ofrecer esta verdad.
5. El conocimiento racional, en su actividad inferior, se dirige al conocimiento de lo que hay de universal y necesario en la realidad temporal, y es el tipo de conocimiento que podemos llamar ciencia (como los conocimientos matemáticos). Ese tipo de conocimiento depende del alma, pero se produce a raíz del "contacto" con la realidad sensible, siendo ésta la ocasión que permite que la razón origine tales conocimientos universales.
6. El conocimiento racional, en su actividad superior, es llamado por San Agustín sabiduría; es el auténtico conocimiento filosófico: el conocimiento de las verdades universales y necesarias, las ideas, siguiendo a Platón. Hay, pues, una gradación del conocimiento, desde los niveles más bajos, sensibles, hasta el nivel más elevado, lo inteligible, la idea: "Las ideas son formas arquetípicas o esencias permanentes e inmutables de las cosas, que no han sido formadas sino que, existiendo eternamente y de manera inmutable, se hallan contenidas en la inteligencia divina" (De ideis, 2).
7. Las ideas se encuentran, pues, en la mente de Dios. ¿Cómo se alcanza el conocimiento de las ideas? Dado su alejamiento de lo sensible, realidad en la que se encuentra el hombre, las ideas sólo se pueden conocer mediante una especial iluminación que Dios concede al alma, a la actividad superior de la razón. El verdadero conocimiento depende, pues, de la iluminación divina. ¿Cómo interpretar esta iluminación? Según la llamada interpretación ontologista la iluminación significaría que el alma contempla directamente las ideas o esencias en la mente divina, lo que plantea problemas teológicos, dado que de alguna manera el alma contemplaría la esencia divina.
8. Otras intrpretaciones conciben la iluminación como un poder que Dios concede a la razón, una virtud especial por la que el alma queda capacitada para alcanzar por sí misma las verdades eternas, pero que el alma no posee por naturaleza. Para otros la explicación nos la daría el símil que establece Platón entre el sol y el Bien: la idea de Bien ilumina todas las demás realidades permitiendo que sean captadas (presentándose así como la fuente del ser y del conocimiento).
FIOLOSOFIA DEL DERECHO EN EL PENSAMIENTO GRIEGO.
LA ESCUELA SOCRATICA Y LAS IDEAS JURIDICAS EN PLATON Y ARISTOTELES.
Filosofía del derecho en el pensamiento griego
Sus ideas de la ley y el derecho fueron parte de este esfuerzo “pues al pretender descubrir el fundamento de la elevada posición del hombre tal y como los griegos la concebían, vieron en la ley y la justicia el centro de la cultura humana y la calve para dar cuenta del lugar del hombre en el cosmos”
En este periodo los griegos generen un pensamiento filosófico general que intenta explicar la naturaleza del hombre y de las cosas. Como lo habían hecho otros pueblos, encontraron en el mito el fundamento del poder y del derecho. Los mitos griegos de la condición humana, con sus vicios y virtudes; en ellos conviven las personas mortales con lo divino, formando un universo humanista.
La Themis o norma de voluntad divina fue interpretada por los hombres dando lugar a la reflexión sobre lo justo que los dioses querían, a lo que era natural al hombre y la justicia humana.
Este hecho en la mente de los hombres de la época, produjo el paso del mito al logos, el tránsito de la magia a la razón, así como de los sentimientos a la reflexión. El pensamiento griego inició la búsqueda del fundamento de las cosas desde una perspectiva más centrada en la vida del hombre que en el mito tradicional, invisible y misterioso que caracterizó al mundo de la antigüedad.
Escuela socrática
Sócrates inicia la corriente de pensamiento que cree que la naturaleza del derecho y de la justicia es innata al hombre, idea que luego es desarrollada por Cicerón, seguido por San Pablo y San Agustín en la era cristiana. Es También Sócrates quién plantea con toda claridad el problema ético de la moral: la cuestión del contenido de lo justo, de lo bueno y lo virtuoso, construye con esto las bases de otra de las cuestiones esenciales de la filosofía del derecho: la relación entre derecho y moral. Por si fuera poco él mismo da testimonio de... [continua]
Filosofía cristiana
La filosofía cristiana ha planteado muchos problemas a lo largo de la historia del pensamiento. Modernamente ha sido objeto de diversas interpretaciones y hay unos que niegan rotundamente que tenga alguna validez y otros que declaran que es la única forma posible de hacer genuina filosofía.[cita requerida]
Clemente de Alejandría y Orígenes se convirtieron en los fundadores de la filosofía cristiana. Ciertamente el término de filosofía cristiana ha planteado muchos problemas a lo largo de la historia del pensamiento. Modernamente ha sido objeto de diversas interpretaciones y hay unos que niegan rotundamente que tenga alguna validez y otros que declaran que es la única forma posible de hacer genuina filosofía.
Períodos de la filosofía cristiana
I. Período antiguo o de iniciación (siglos I al IV)
• Padres apostólicos (siglo I); pensadores cuya vida transcurrió en los tiempos apostólicos. Destaca San Clemente de Roma.
• Padres de la Iglesia o Patrística (siglos II y IV); Con la excepción de San Agustín de Hipona (354–430), no crearon un sistema filosófico completo. El pensamiento agustiniano dominará toda la filosofía medieval hasta el siglo XIII, en que surgirá Tomás de Aquino:
a) Padres Apologistas (siglo II); destacan San Justino y Tertuliano. Defendieron al Cristianismo de los ataques paganos. Filosóficamente no tienen gran interés; en general, su postura frente a la filosofía pagana es adversa;
b) La escuela cristiana de Alejandría (siglos II y III); primeros intentos de exposición sistemática del pensamiento cristiano en términos filosóficos. Reivindicaron el cristianismo como la expresión más perfecta del pensamiento filosófico. Tuvo como fin ilustrar y formar a los cristianos y atraer a los gentiles a la fe cristiana. Destacan San Clemente de Alejandría y
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