Del Origen A La Sabiduría

Del origen a la sabiduría

En la antigua Grecia, se desarrolló el conocimiento a través de los grades filósofos que hasta ahora influencian en el pensamiento de la sociedad.

Es primordial reconocer sus teorías y posturas ante diversas ideas, como el origen de los hombres, conocimiento, ideas, alma, y otros conceptos que mencioné más adelante y eran importantes para todos los filósofos de los que hablaré.

Así, conocer el “verdadero” significado de estos conceptos, y la vida en sí, llevaba al hombre a la sabiduría.

El primer filósofo a presentar es Anaxágoras, que nos muestra la idea del NOUS (mente o pensamiento), que a su vez habla de la inteligencia, refiriéndose a ésta como un fluido que anima la materia en la que se filtra y por eso hay algunos objetos inanimados. Se refiere al NOUS también como origen del universo y causa de la existencia.

Habla también del “Peri physeos”, relacionando toda la existencia con la naturaleza, postulando así que todas las cosas están formadas por partículas elementales, a las que llama semillas, y que Aristóteles después llamaría “homeomerías” (partes semejantes)

Así surge esta idea de que somos organismos compuestos por otros, que a mi parecer, ha sido la idea que provocó el surgimiento de las teorías revolucionadoras sobre la estructura y a la vez, del origen del hombre.

Seguimos con Empédocles, quien postula la teoría de las “Cuatro raíces”, agua, fuego, aire y tierra, que sometidas a dos fuerzas se van a transformar; el amor las une y el odio las separa. Estas raíces son concebidas como eternas e imperecederas, y es Aristóteles quien después las llama “Elementos”.

Al ser naturalista, habla de que la salud consiste en el equilibrio de las raíces, siendo que la sangre sería la sede del conocimiento pues es la mezcla perfecta de estos elementos. Así afirma que el hombre es un microcosmos, y cito: “Por el fuego que hay en nosotros conocemos el fuego exterior.” , siendo que “lo semejante conoce a lo semejante.”

Empédocles también sigue la teoría de que existen átomos que se juntaron para hacer cuerpos, y habla de que el amor es la atracción de lo diferente y el odio, la separación de lo semejante.

“Cuando predomina totalmente el Amor, se genera una pura y perfecta esfera toda ella igual e infinita, que goza de su envolvente soledad. El Odio comienza entonces su obra, deshaciendo toda la armonía hasta la separación completa del caos. De nuevo el Amor interviene para volver a unir lo que el Odio ha separado, y así, las dos fuerzas, en sus cíclicas contiendas, dan vida a las diversas manifestaciones del cosmos .Este mismo combate de dos fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros mortales. A veces, por efecto del amor, todos los miembros que posee el cuerpo se reúnen en unidad, en la cima de la vida floreciente. Pero otras veces, separados por el odio cruel, vagan por su lado a través de los escollos de la existencia.”

Otro filósofo importante de la antigua Grecia fue Pitágoras, que además fue un reconocido e influyente matemático que hasta nuestros días nos hace, a algunos, reconocer su sabiduría por medio del conocido teorema que desarrolló, así como muchos otros métodos. Sin embargo, logró relacionar sus conocimientos matemáticos con la filosofía, postulando así que la realidad es de naturaleza matemática. Encuentra también a la filosofía como una forma de purificación espiritual y propone cierta reencarnación: “El alma es inmortal y transmigra en los animales.”

Al igual que Empédocles reconoce los elementos, sin embargo, para él el fuego es el principio vivificador del universo y lo ve desde un ámbito diferente, como una fuerza que mueve a cada individuo, como si viviera en su interior.

Seguiremos con otro filósofo que comparte la mayoría de las ideas anteriores y las renueva, Heráclito, quien dice que el cambio es incesante, y concibe también al fuego como un movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo, generando el origen de las cosas: “En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos].”

Establece el “Logos” concibiéndolo como la razón universal que rige el devenir el mundo y se encuentra en el hombre sabio y que es capaz de ampliar el conocimiento. También habla de los sentidos, al contrario de Platón, como un medio para comprender la realidad. A su teoría, Platón establece muchas contrapartes y la principal es con relación a su postura del cambio. Platón dice que si algo es cambiante entonces no existe como tal.

Heráclito habla también de una estructura de contrarios como el origen de todas las cosas, de fuerzas contrapuestas que llegan a equilibrarse: “Pues no habría armonía si no hubiese agudo y grave, ni animales si no hubiera hembra y macho, que están en oposición mutua.”

Este fragmento nos remarca que se necesita de ciertas contrapartes para que se genere un estado de equilibrio, dos hemisferios en oposición para así lograr la armonía.

El siguiente filósofo a tratar es Demócrito, quien concibe el pensamiento y la sensación como un estructurador de la percepción, lo que es producto de la “materia fina”. También habla del equilibrio interno, pudiendo éste ser alcanzado a través del control de las pasiones, lo que nos lleva al saber y la prudencia.

Según Demócrito, la aspiración natural de los individuos es la correcta discriminación de los placeres (discriminando los placeres que producen dolor al individuo), conduciéndonos a la verdadera felicidad.

Postula también que la materia es una mezcla de átomos,

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