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Dignidad


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2013  •  1.704 Palabras (7 Páginas)  •  243 Visitas

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II Dignidad

Empresa y persona humana

La empresa es una comunidad de personas. Las definiciones o descripciones que se hacen de las empresas se vierten sobre las actividades o elementos que aportan las personas. La empresa es un conjunto de capital , o instrumentos productivos, organizaciones y trabajos. Esta descripción es objetivista. La organización es también trabajo. En niveles antropológicos de mayor radicalidad: en el nivel de trabajo y en el nivel de la persona.

• La empresa en el nivel de trabajo

El trabajo es el componente principal de toda empresa. La empresa es un trabajo organizado que se sirve del capital o inversión para potenciar sus alcances. La empresa tiene tres especies de trabajo: trabajo operativo - le corresponde directamente el trabajo, trabajo directivo – le corresponde indirectamente la organización, resultado de material de un trabajo anterior – le corresponde directamente el capital.

• La empresa en el nivel de la persona

La empresa se define en actividades. Una comunidad de personas. Organización mercantil es aquella que defina a la empresa en cuanto a comunidad de personas que aportan conjuntamente su trabajo directivo, su trabajo operativo, y su inversión. El acento no se aplica en lo que aportan las personas sino en las personas que aportan.

El diverso carácter personal de la dirección y la operación

El trabajo directivo se apoya principalmente en el sujeto que lo ejerce. El trabajo directivo es dirección de hombres. Las personas humanas son insusceptibles de ser dirigidas por otro si ellas mismas no se auto dirigen. El segundo grado de relación con la persona lo encontramos en el trabajo operativo. Si el trabajo directivo, por naturaleza surge de la persona como única e insustituible fuente, el trabajo operativo se viere en el objeto sobre el que se ha de operar.

El carácter personal del capital

El capital nunca es anónimo. Para que el capital pueda ser aportado, alguien lo debe aportar, y esa vinculación relaciona al capital con la persona de manera ineludible. Quien posee un determinado porcentaje del capital o dinero invertido en una empresa, y otra del todo diferente es que ese capital no lo posea nadie. La responsabilidad ética y la responsabilidad jurídica no siempre se identifican. Hay una relación entre la persona que invierte el capital y el capital invertido, aunque sea una relación de tercer grado. La relación entre capital y persona es inesquivable, y constituye un dilema ético contemporáneo. Los accionistas no deben desentenderse del fin que persiguen sus inversiones o del destino que directivos dan a ese dinero o capital. Las personas se encuentran sujetas a deberes morales de los que se exime el capital. Lo inmoral no es ser capitalista; mas bien es no serlo. El dinero puede servir para ampliar el radio de alcance de la virtud. En la empresa siempre hay alguien que compra y alguien que vende. Se llaman relaciones de cuarto grado a las que se dan en los integrantes de las empresas, de las que realizan en las compras y en las ventas con las personas representantes de los clientes, a quienes venden, y con las personas, de los proveedores, a quienes compran. Nos encontramos con cuatro niveles de personificación de las actividades realizadas en la empresa o entorno a ella.

a) La personificación del trabajo directivo, por la estrecha relación con el sujeto que lleva a cabo ese trabajo.

b) La personificación del trabajo operativo, igualmente por la estrecha relación que este trabajo guarda con el operario.

c) La personificación del inversionista (o capitalista), por cuanto que la vinculación de las inversiones con la persona que invierte no desaparezca nunca.

d) La personificación del acto de comprar en relación no ya con quien compra, sino en relación con a quien compramos.

La empresa, comunidad de personas

Siempre debe distinguirse el mal hecho por la persona de la persona que hace el mal. El hombre posee una bondad o valor ético propio aunque realice actos contrarios a algunas normas éticas. La expresión derechos humanos es una expresión que debe usarse en sentido conjunto. Las personas que integran esa comunidad llamada empresa no pueden tampoco ser calificadas por el tipo de actividades que aportan a ella. Su condición de persona no sufre variación alguna por el tipo de acción que realicen en relación con la empresa: todos ellos tienen la misma calidad de persona. La empresa es una comunidad de personas, en donde la condición de ser personas prevalece sobre cualquier otra condición, incluso la condición se deriva de su pertenencia a esa comunidad que llamamos empresa. En las comunidades de amistad, la virtud vivida parece que se vive entre todos, aunque sólo uno de momento sea el virtuoso. La empresa no debe ser ajena a las características prevalentes de las comunidades de amistad. La empresa debe personalizar al individuo, lejos de despersonalizarlo como el Estado o impersonalizarlo como el mercado. La sociedad debe ahora contemplarse como un trípode integrado por el capital mercantil, el capital público y el capital social, correspondientes respectivamente a las empresas privadas, al gobierno y al sector social. Las propias comunidades de carácter personal empiezan a organizarse como verdaderas empresas, en un benéfico quid pro quo recíproco.

La persona, fuente del valor

No hay más dignidad que la de la persona. Cada persona es digna, la dignidad

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