Disertación filosófica aborto

Introducción.

El aborto inducido es “la interrupción del embarazo antes de que el feto haya alcanzado viabilidad” es decir, antes de que sea capaz de sobrevivir con el apoyo necesario.

En la actualidad, el tema del aborto inducido es un problema práctico moral que genera una gran controversia, que afecta o involucra a gran parte de la población no solo de nuestro país sino que es una situación mundial que data desde hace muchos años, sobre todo la opinión de aquellos creyentes que rechazan el tema, influenciados por su cultura y sus creencias pero en especial a los jóvenes, que son aquellos que se encuentran en la etapa de iniciación de su vida sexual sin las medidas de protección adecuadas y la falta de información verídica para evitar los embarazos no deseados. Este tema es tan polémico y esto se debe a que existen varios puntos de vista sobre él.

Desde hace varios siglos, la Iglesia Católica Conservadora, ha fomentado la prohibición del aborto sosteniendo que desde el primer momento de la concepción entre el óvulo y el espermatozoide, hay una vida y un alma implantada por Dios; lo que significa que no le podemos quitar la vida, ni obstruir el desarrollo a un “ser humano”, ya que es considerado como homicidio.

Por eso, para la iglesia, el aborto inducido es una práctica moralmente incorrecta; este grupo social cuenta con un pensamiento conservador y retrógrada basado en creencias o fe con el objetivo de influenciar o adoctrinar a la gente para que acepten sus ideas, estas no cuentan con pruebas científicas o estudios que las verifiquen; por ejemplo, la existencia de Dios que no se ha demostrado.

Por otro lado tenemos la posición liberal, su principio constitutivo se basa en el derecho de la mujer de decidir sobre su vida y su cuerpo, tomando en cuenta la noción de persona metafísica que dice que una persona es aquella que razona, reflexiona, piensa, actúa conforme a la razón, es decir, las personas con alguna enfermedad mental, no serían personas, tampoco los recién nacidos, por lo que, el aborto inducido sería una práctica moralmente correcta en cualquier momento de la gestación, esta posición es muy radical al defender al aborto inducido.

Antes de iniciar, es importante saber que para trabajar con la posición moderada: “El tema del aborto no puede discutirse con descalificaciones e insultos personales, sino únicamente con argumentos, donde debe prevalecer la razón y la causa de los derechos humanos”, es decir, es necesaria la bioética para analizar un tema tan importante como es el aborto inducido, ser racionales y objetivos, siempre tomando en cuenta los derechos humanos y la definición de persona.

Todo esto nos lleva a cuestionarnos: ¿el aborto inducido es una práctica moral o inmoral? Y, es por esto que en este trabajo hablaremos enfocadamente en hechos plenamente científicos, sosteniendo la tesis de que el aborto inducido es una práctica moralmente correcta antes del primer trimestre de gestación, cuando todavía no se desarrolla el sistema nervioso central ni hay una figura humana; después de ésto es una práctica moralmente incorrecta, es decir, defenderemos la posición moderada.

Desarrollo

A lo largo de los últimos años, la práctica del aborto inducido en la Ciudad de México se ha incrementado considerablemente debido a la legalización de ésta en clínicas y hospitales que cuentan con las certificaciones adecuadas.

“La interrupción del embarazo (ILE) se lleva a cabo en los hospitales de la Secretaría de Salud de D.F” su servicio es gratuito aunque existen instituciones privadas que para realizar esta práctica tienen un costo elevado dependiendo del servicio que se desee hacer.

Un ejemplo de este tipo de servicios es la aspiración uterina que consiste en utilizar un instrumento llamado espéculo, el cual es introducido en el cuello uterino para mantener la cavidad abierta. Se expande y se comienza a vaciar el contenido uterino mediante la aspiración y en seguida se realiza el legrado o raspado de las paredes uterinas.

Es importante saber que la toma de decisiones sobre la práctica del aborto inducido se tiene que llevar a cabo bajo una serie de normas, en donde la pareja esté de acuerdo y asuma su responsabilidad y las consecuencias físicas y psicológicas que trae consigo el ejercer esta decisión.

La revista Colombia médica dice “El aborto inducido ocasiona complicaciones a corto y largo plazo. Las complicaciones a corto plazo o inmediatas incluyen los procesos de hemorragia, choque hemorrágico, sepsis y demás situaciones derivadas de ésta, pudiendo llegar hasta la muerte cuando el proceso séptico compromete el normal funcionamiento de órganos y sistemas vitales para la vida. Sin embargo, las complicaciones a largo plazo en ocasiones pueden llegar a ser tan graves como las primeras. Uno de los muchos problemas de salud relacionados con el aborto inducido es la futura infertilidad.”

Partiendo de nuestra tesis podemos decir que el aborto inducido es una práctica moralmente correcta dentro de los primeros tres meses de gestación (doce semanas), ya que al término del primer mes solo cuenta con órganos primitivos y sin ninguna capacidad de razonamiento.

En las primeras dos semanas, desde que el cigoto, la primer célula del ser vivo se fusiona (óvulo y espermatozoide), se inicia un proceso de división celular que llevará a cabo el aumento del número de células de este ser. “cuando esta masa de células alcanza un número determinado, entre 16 y 32 células, queda constituido como mórula.”

Al término del segundo mes solo se han desarrollado “las características propias de la especie humana aunque el embrión solo pese 2 gramos”, por lo que sigue en desarrollo el cerebro y la médula espinal, los cuales son órganos necesarios para desarrollar el Sistema Nervioso Central; no sólo hasta terminar el tercer mes y empezar el cuarto mes, la gran parte de los órganos están casi completamente desarrollados y funcionando, por lo que comienza el proceso de desarrollo del Sistema Nervioso Central.

Abordando el tema desde la genética, las células totipotenciales provenientes de los cromosomas humanos, son considerados como un producto de la unión de las dos gónadas humanas.

“El producto del óvulo y el espermatozoide carece toda propiedad psicológica o mental.” Esto quiere decir que las dos células contienen el código genético humano y no se consideran

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