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Durkheim y division del trabajo social


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2015  •  Exámen  •  1.361 Palabras (6 Páginas)  •  288 Visitas

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)    Durkheim  plantea que la división del trabajo social ha tenido reciente aparición en la conciencia de las sociedades, aunque existe desde hace mucho tiempo. La fuerza con la que hoy se presenta hace que sea visible a todos: presenciamos una “extrema división del trabajo” que tiene influencia en múltiples aéreas de la sociedad.

    El autor afirma que para comprender la división del trabajo social, ésta debe ser entendida como un hecho objetivo, siendo insuficientes para describirla los contenidos que nosotros poseemos sobre la misma. Se puede, entonces, definir la división del trabajo social como una forma de organización social que abarca múltiples campos (no solamente el económico o industrial, sino también el político, administrativo, judicial, la ciencia o el arte)  y que supone la especialización progresiva de los individuos.

    Durkheim recupera a su vez, los aportes que desde la filosofía biológica se le hicieron a la división del trabajo, los cuales tendían a aplicar este fenómeno tanto a nivel social como biológico, extendiendo así su origen , su campo de aplicación, y ubicándolo en el marco de  la biología.

    Por otro lado, cabe preguntarse respecto a la función de la división del trabajo. Generalmente se la ha tenido como “fuente de la civilización”. Esto suscita el interrogante sobre la relación entre moral y división del trabajo. Para ello, si la división del trabajo tiene como misión (aparente) “hacer la civilización”, analizando los componentes de esta última se puede determinar si la civilización como tal es moral y por extensión si la división del trabajo comparte su misma suerte. De esta manera se descompone a la civilización en arte, ciencia e industria y se determina que ninguno de estos componentes tiene una relación con la moral.  Por ende, la división del trabajo puede considerarse también como neutralmente moral. Sin embargo, habría que preguntarse si no hay otras funciones que cumple la división del trabajo, pues el autor afirma que, si existe una neutralidad moral, la división del trabajo social no forma parte de ella.  La otra función que propone Durkheim está en íntima relación con la solidaridad. Los individuos, por naturaleza incompletos, se asocian generando lazos y complementando las carencias de uno con las virtudes del otro. Cada persona cumple con diferentes funciones y en estas asociaciones las funciones se unen. De esta manera, la verdadera función de la división del trabajo social es la de producir un sentimiento de solidaridad. Podemos a su vez distinguir dos tipos de solidaridad: la solidaridad organica y la solidaridad mecánica. La solidaridad orgánica es producida por la progresiva especialización y división del trabajo social. En esta clase de solidaridad los individuos presentan una gran interdependencia, generando cohesión y solidaridad grupal. Cada individuo depende de otro y de esta dependencia se deriva un “equilibrio social”. Por otro lado, la “solidaridad mecánica” no se funda en la división del trabajo,  sino en que los individuos no se necesitan mutuamente; cada uno sabe lo suficiente como para mantenerse. Esta solidaridad se da principalmente en sociedades poco desarrolladas y de carácter homogéneo.

 2)     Para Martínez, Durkheim es un autor con gran vigencia y sus postulados (adaptados a la sociedad actual) siguen siendo útiles. Es así que, para analizar la problemática de la educación y los jóvenes en Argentina, la autora parte de la “división del trabajo social”, concepto que se presenta ligado a la “solidaridad”, siendo esta última, función de la primera. Se propone entonces que las sociedades “complejas”, apoyadas en la solución de necesidades económicas mediante la división del trabajo (dentro de las cuales parece encuadrarse la sociedad argentina) requieren una serie de reglas y normas para funcionar. Si la función de la división del trabajo es producir solidaridad, solo puede no producirla si estas reglas y normas no están presentes, por lo que el “organismo social” se encuentra en un estado de anomia.  Las reglas y normas son, a su vez, aprendidas mediante la educación, la cual no solo instruye a las generaciones jóvenes en este aspecto, sino que capacita a los individuos para cumplir una función determinada e insertarse en el mercado laboral y por ende en la división del trabajo. Entonces, podemos ver que educación, contexto social, solidaridad social y división del trabajo  se encuentran en un vínculo muy estrecho.

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