EDUCACION PARA LA DEMOCRACIA
pilar082816 de Octubre de 2013
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EDUCACION PARA LA DEMOCRACIA
Humberto Maturana en el capítulo de la educación para la democracia rescata al ser humano con sus posibilidades como un interlocutor válido, con el reconocimiento del otro, como interlocutor que es capaz de construir, de discernir, con el que es capaz de tener diferencias, con el que es capaz de llegar a acuerdos. La educación democrática es un proceso de construcción, es un proceso constante de trabajo, de labor y de acción en y para la vida con base en el diálogo.
La educación para la democracia nos da elementos que nos van a permitir crecer tanto individual como colectivamente, porque si crecemos individualmente crecemos colectivamente. Todo ello debe darse a partir de una identidad subjetiva y en relación con los otros, de tal manera que se vaya construyendo un nosotros colectivo, en cuyo caso es el diálogo y la convivencia los que permiten esa relación.
Una pedagogía democrática debe reconocer que en la sociedad existen diversos tipos de saber. Unos saberes teóricos expresados en el lenguaje de los investigadores y unos saberes de los líderes de las organizaciones sociales que provienen de su propia experiencia, de su vivencia cotidiana y de su paso por los centros educativos. Estos saberes deben ponerse en relación en un ambiente pedagógico de diálogo.
Se puede evidenciar cómo Humberto Maturana ve la vida y la forma en cómo Se deberían relacionar las personas en un contexto social ya definido, un ejemplo claro de esta perspectiva es la relación que hay entre las formas de interactuar de las personas en donde una idea intuitiva de amor se ve reflejada.
La idea de amor que se maneja a lo largo del escrito viene dada por el reconocimiento del otro, por el respeto a las conductas distintas, lo que se puede considerar como una tarea de legitimación que se debe dar en un territorio o sociedad específicos en donde el trato entre personas se haga evidente.
Al intentar observar la legitimación en donde surge el otro como persona individual, llena de características, de valores humanos que se desenvuelve en la sociedad y merece ser respetada como cada uno de los miembros de la misma (cultura), se da todo este tipo de situaciones en donde surge el amor, que como bien lo decía el autor es la noción que funda lo social, queriendo decir que el amor es el valor o sentimiento más importante que se debe dar dentro de una sociedad, como una necesidad importantísima.
En la sociedad se pueden observar diferentes situaciones en donde la legitimación del otro se hace evidente, Humberto Maturana ofrece varios ejemplos que hablan de eso y que se relacionan a nivel fisiológico. En este momento el autor plantea que gracias a la legitimación del otro, es decir, al reconocimiento y respeto de las personas en general puede ocasionar cambios sustanciales a nivel fisiológico y anímico de las personas ya que se presenta una dinámica relacional que depende del amor.
Teniendo en cuenta lo anterior, se presenta una situación algo peculiar, la cual consiste en que sí se asegura que dependemos del amor para vivir y relacionarnos con las demás personas por qué se vive en una cultura centrada en la guerra o donde se presenta un ambiente conflictivo…
Maturana al tratar de explicar dicha situación expone que todo se debe al modo de interactuar de las personas en donde se hace evidente una relación de patriarcado, que se evidencia desde la cultura griega. Pero… ¿por qué sigue estando presente este patriarcado en nuestra cultura?
Históricamente se pude hablar de patriarcado o matriarcado presentes a lo largo de la construcción de la cultura occidental; las personas son educadas a lo largo de sus vidas bajo estos dos aspectos, en primera medida cuando son jóvenes se hace presente una educación regida por el matriarcado, y cuando ya son adultos se hace evidente la educación regida por el patriarcado en donde
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