EL ABOGADO IDEAL

Introducción

“Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla”.

Stanislaw Jerzy Lec (Escritor Polaco).

Con esta frase inicio mi trabajo, no dándole aquiescencia a lo descrito en ella, sino mostrando lo que muchos piensan sobre los abogados en general. Es muy decepcionante, el modo en el cual esta desacreditada la profesión del derecho, es por eso que las personas que laboramos en el esta carrera debemos esforzarnos por cambiar esa visión, cada uno podemos poner un grano de arena, y nos preguntamos ¿cómo podemos hacer esto? Pues he aquí la respuesta. Siendo un abogado ideal.

Este tema, si lo abordamos desde el punto de vista de la ética, más que desde el punto de vista de la intelectualidad y de los conocimientos de las leyes y del Derecho en general, podemos llegar a un conclusión muy extensa, digo esto porque pienso que como leí hace mucho en algún lugar “un abogado no debe brillar solo por el acopio de sus conocimientos, sino por la rectitud de su conducta, ya que son muchas las cualidades que debe reunir un abogado considerado como ideal, desde la perspectiva de sus clientes y de la sociedad en general, porque como ya es sabido, el abogado tiene un compromiso con la sociedad en la cual presta sus servicios.

A continuación, expondré, mis pensamientos acerca del perfil que debe tener el abogado ideal, según lo aprendido en mi clase de Ética Profesional del Derecho, conforme a las vivencias personales que he vivido al relacionarme con decenas de personas que desarrollan esta actividad profesional, según mi experiencia personal y según el sentido común que poseo. Veamos.

El Abogado Ideal

En primer lugar considero que el abogado debe ser honesto con los clientes con relación a las posibilidades de éxito y de fracaso que tienen las situaciones jurídicas que estos le plantean, éste debe informar detallada y minuciosamente todo lo que de acuerdo a su conocimiento jurídico y experiencia puede pasar en el tribunal, las distintas opciones que tiene su cliente y la que es más conveniente para la solución del problema expuesto, a pesar de que esta, en algunos casos, sea la que menos beneficio económico represente para el abogado.

Debe ser un verdadero auxiliar del sistema de justicia, contribuyendo a la resolución de los conflictos entre las partes, debe de utilizar las herramientas jurídicas para favorecer de la mejor manera posible a su cliente pero nunca atropellando a la contraparte, siempre amparado en la ley y en las decisiones judiciales que emiten los árbitros de los procesos judiciales, como jueces, fiscales, y demás representantes del poder judicial.

La lealtad hacia los clientes siempre debe acompañar al abogado, además, debe de honrar su palabra con los demás abogados. Debe siempre ser responsable con los demás actores del proceso limitándose a no hacer compromisos con las demás partes del proceso que al final sabe que no va a poder cumplir.

Algo muy importante es que debe ser íntegro, es decir, debe tener siempre por norte el bien común por encima de sus interés personales y particulares y velar ante que todo por la realización de lo encomendado.

Del mismo modo, debe ser respetuoso y caballeroso en su ejercicio profesional, guardando un comportamiento profesionalmente y moralmente adecuado y acorde con las funciones que le confiere el ejercicio de su profesión.

Debe abstenerse de emplear influencia sobre los árbitros judiciales que son los jueces o fiscales, entre otros, valiéndose de vínculos políticos o de amistad, usando de recomendaciones o recurriendo a cualquier otro mecanismo que no sea el convencer con argumentos fundamentados en la ley.

Existen características que debe tener el abogado para tener éxito sin perder los valores éticos y morales, estos son:

• Ética: esta característica la debe tener todo abogado y consiste en una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. Requiere la reflexión y la argumentación.

La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social.

• Honestidad: es el valor que debe tener el abogado de decir la verdad, ser decente, recatado, razonable, justo u honrado. Desde un punto de vista filosófico es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente. Ya que en ese idioma ser honesto significa no ser dado a la mentira o al engaño, a diferencia del español, cuyo término para ese significado es el de "sinceridad" o "franqueza", no el de "honestidad".

En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el simple respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas; en otros sentidos la honestidad también implica la relación entre el sujeto y los demás, y del sujeto consigo mismo. El autoengaño hace que perdamos la perspectiva con respecto a la honestidad de los propios actos, obviando todas aquellas visiones que pudieran alterar nuestra decisió.

• Responsabilidad: es un valor que debe tener el abogado que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.

Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral.

La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.

• Lealtad: es una fidelidad o devoción que debe tener un abogado o ciudadano con un Estado, gobernante, comunidad, persona, causa o a sí mismo. No existe acuerdo entre los filósofos sobre a que cosas o ideas es que se puede ser leal. Algunos sostienen que se puede ser leal a un espectro muy amplio de cosas, mientras que otros argumentan que solo se puede ser leal a otra persona y que ello es una relación estrictamente interpersonal.

La lealtad es un valor que básicamente consiste en nunca darle la espalda a determinada persona, grupo social y que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social, es decir, el cumplimiento de honor y gratitud, la lealtad está más apegada a la relación en grupo.

• Honradez:

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