EL EMPIRISMO DE HUME

EL EMPIRISMO DE HUME

El empirismo toma la experiencia como la fuente y el límite de nuestros conocimientos, es decir la negación de que existan "ideas" o contenidos mentales que no procedan de la experiencia. Cuando nacemos la mente es una "tabula rasa" en la que no hay nada impreso. Todos sus contenidos dependen, pues, de la experiencia

El empirismo tomará como punto de partida de la reflexión filosófica el análisis de la conciencia así, del mismo modo que Descartes, una vez descubierto el "yo pienso" pasa a analizar el contenido del pensamiento, los empiristas comenzarán sus indagaciones analizando los contenidos de la conciencia.

Podemos dividir todas las percepciones de la mente en dos clases o especies, que se distinguen por sus distintos grados de fuerza o vivacidad. Las menos fuertes e intensas comúnmente son llamadas pensamientos o ideas. Con el término impresión, nuestras percepciones más intensas son cuando oímos, vemos, sentimos, amamos, odiamos, deseamos, o queremos.

Hume comienza la presentación de su filosofía con el análisis de los contenidos mentales. A diferencia de Descartes, para quien todos los contenidos mentales eran "ideas", Hume encuentra dos tipos distintos de contenidos, las impresiones y las ideas.

La diferencia que existe entre ambas es simplemente la intensidad o vivacidad con que las percibimos, siendo las impresiones contenidos mentales más intensos y las ideas contenidos mentales menos intensos. Además, la relación que existe entre las impresiones y las ideas es la misma que la del original a la copia, es decir, las ideas se derivan de las impresiones las impresiones son, pues, los elementos originarios del conocimiento

Las impresiones se dividen en dos tipos, de sensación, y de reflexión, las impresiones de sensación son las acciones que realizan los sentidos, osea son las que percibimos cuando decimos que vemos, oímos, sentimos, etc y las impresiones de reflexión son aquellas que van asociadas a la percepción de una idea, como cuando sentimos la idea de frío, y casos similares.

Además, las impresiones pueden clasificarse también como simples o complejas, una impresión simple sería la percepción de un color, y una impresión compleja, sería la percepción de una ciudad.

Las ideas también se clasifican en simples y complejas, las ideas simples son la copia de una impresión simple, como la idea de un color, por ejemplo. Las ideas complejas son la copia de impresiones complejas, como la idea de la ciudad, o pueden ser elaboradas por la mente a partir de otras ideas simples o complejas.

Para ello hay un principio o algún tipo de conexión entre los pensamientos y las ideas pues, nuestra memoria o imaginación tienen un cierto grado de orden capacidad.

La capacidad de la mente para combinar ideas parece ilimitada,

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