ENSAYO EL SER Y LA NADA

ENSAYO DEL “EL SER Y LA NADA”

PROFESOR: JOSE RAMIRO RUIZ

CRISTIAN LOPEZ CIFUENTES

SERGIO ADRIAN BOTERO MARIN

COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA

GRADO:10-1

MANIZALES, CALDAS

OCTUBRE 02 DE 2017

EL  SER  Y  LA  NADA

El hombre es un proyecto y solo esta metamorfosis le confiere una esencia. Sartre  recorre el camino que va de la ontología de la ética, del análisis del “ser del parecer” o el existir, hacia un reconocimiento positivo.

La concepción de la nada para Sartre no es un complemento del ser sino la constituyente de lo real, y el ser en cuanto existencia humana, es un continuo arrancarse de sí. Por esto la conciencia puede cuestionarlo todo y para cumplir esta función debe tener libertad absoluta y poder de modificar sus propios modos de existencia por eso Sartre llega a la afirmación de que el hombre es un ser condenado a la libertad absoluta y poder de modificar sus propios modos de existencia. Por eso Sartre llega a la afirmación de aquel el hombre es un ser condenado a la libertad. La primera tarea del existencialismo es hacer consistente al hombre de lo que es y responsabilizarlo de su existencia todos los valores se hallan afectado por este carácter radicalmente ambiguo: ser incondicionalmente.

Las apariciones que manifiestan lo existente no son ni interiores ni exteriores, son equivalentes entre sí, y remiten todas a otras apariciones, sin que ninguna de ellas sea privilegiada el ser de un existente es, precisamente, lo que parece. Considera que es necesario rechazar el dualismo de la apariencia y la esencia. La apariencia no oculta la esencia, sino que la revela.

La esencia de un existente no es ya una virtud arraigada en la profundidad de ese existente es la ley manifiesta que preside a la sucesión de sus apariciones la razón.

El fenómeno de ser exige la transformar el ser, el ser del fenómeno. La conciencia es un ser cuya existencia pone la esencia implica la existencia, es decir cuya apariencia exige simplemente que el ser de lo que aparece no exista solamente en tanto que parece. Para Sartre no hay ser en potencia, todo lo que existe esta en acto, la libertad es la misma elección que el hombre realiza al existir como una indeterminación pero que continuamente se está auto determinando.

 El ser humano tiene que sobresalir ante todo, ser una persona la cual se reconozca a sí mismo para determinar su visión que tiene hacia la nada.

El ser en si es el ser que esta como materia humana y se encuentra en un estado de arrojo en el mundo. Prevalece de la existencia de la materia como una roca (mito de Sísifo), existe pero nadie escucha su voz o su personalidad entonces decimos que es un ser inanimado de vida.

El mundo en el que estamos inmersos está lleno de personas que no piensan igual o distinto a uno, ni siquiera parecido, sin embargo viven ni mejor ni peor que la mía, sino diferente, ser una persona de pensamientos cerrados no es malo pero no querer abrir nuestra mente a otros pensamientos, es una manera de no querer crecer y creernos que ya hemos encontrado todo en la vida. El hombre es el único ser que tiene conciencia “ser para sí”, los demás seres vivientes son “ser en sí”, carecen de conciencia, por lo tanto viven en sí, su existencia en el mundo es vacía, sin logro y sin otro fin más que la muerte, el ser humano es el único “ser para sí”, porque constantemente se está proyectando y transformando, es dinamismo y acción, su vida es un proyecto futuro. El único fin de su existencia es hacerse a sí mismo.

En este tema “el ser y la nada” se presenta una angustia en el ser humano de acuerdo a lo que planteaba jean Paul Sartre, la angustia no es un sentimiento sino un estado general del mismo ser humano (el hombre no tiene angustia, sino que es angustia), porque se ve forzado a tomar decisiones sin el respaldo de un ser superior. La responsabilidad del hombre para hacerse a sí mismo le produce una tremenda angustia, ya que, al ser absoluta libertad no tiene justificación ni excusas.

Cuando el hombre intenta escapar de su propia construcción, de su propia libertad, llevan una existencia inauténtica, buscando sentido a sus vidas en la religión o en otros valores, a esta conducta de engaño Sartre la conoce como “mala fe”. La actitud autentica es la de buena fe, la de aquel que, asume la responsabilidad completa de su acción y situación, la de aquel que tiene como tema moral la realización de la libertad propia y ajena.

Antes que nada, antes de poder discriminar que es cada cosa “antes de ser libro, el libro ya es”, cada cosa ya es, valga la redundancia y por eso el ser es el primer principio de todo, es tan abstracto que excede nuestro lenguaje.

“el hombre está condenado a la libertad”

Para Sartre, la Libertad depende netamente de la voluntad del ser y de poder querer hacer las cosas, la voluntad y la libertad también dependerá de la finalidad para la que se vaya a utilizar, ya que este afirma que si se van a hacer las cosas con más voluntad si está voluntad conlleva a una finalidad que nos favorece de manera drástica en nuestra vida

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