ETICA AMBIENTAL

LA ETICA AMBIENTAL

El caso de la explotación minera en Colombia

La ética ambiental surge a mediados del siglo xx, motivada principalmente por la necesidad de dar respuesta a dos importantes desafíos o encrucijadas planteados por el antropocentrismo tradicional. En primer lugar, a las pretensiones de superioridad moral manifestadas sin reservas por los seres humanos respecto de los miembros de otras especies. Y en segundo término, a la posibilidad de encontrar argumentos racionales que permitiesen asignarle valor intrínseco al ambiente natural y sus componentes no humanos. Sustentado en ambas referencias, comenzó paulatinamente a gestarse un proceso de crítica al impacto ejercido por la acción humana sobre el entorno y un replanteamiento del modo en que los hombres contemporáneos entendían su relación con la naturaleza, mediada por la técnica. Se hizo así explícita, por primera vez, la necesidad de fomentar una nueva actitud reflexiva, capaz de enfrentar la hybris desenfrenada que amenazaba a la vida en todas sus manifestaciones.

En aras de procurar el mantenimiento y la generación de recursos necesaria para el funcionamiento de todos los países, el ser humano genera conductas que inevitablemente generan impacto en su medio ambiente y de igual forma en la relación con los demás seres humanos y comunidades.

Estas intervenciones han cambiado desde el principio el medio ambiente en especial en el tema de la explotación minera que ha cobrado vital importancia en Colombia no sólo como forma de agresión o intervención en el territorio, sino en las relaciones del estado, las comunidades indígenas y afrodescencientes, y los inversionistas extranjeros entre otros actores que intervienen en el conflicto, al punto de amenazar la biodiversidad, la tradición y la cultura. Estas variables por supuesto presentan un gran dilema ético y es el caso que se analiza en este trabajo y que también ha pasado a ser motivo de preocupación ética.

Los problemas ambientales no están relacionados con las intervenciones del ser humano y que se realizan en diversos aspectos del desarrollo social. Por ejemplo a través de la economía, el desarrollo científico y tecnológico, la política y la ley y el devenir social.

El dilema ético radica en comprender y atender el impacto de las intervenciones: ¿Cuáles son las consecuencias previsibles a corto, mediano y largo plazo por estas intervenciones? ¿Y qué podemos hacer al respecto?

En este punto el análisis ambiental involucra a toda la sociedad y no radica simplemente en el medioambiente como la biodiversidad, sino en la relación del hombre con la naturaleza y la relación de los seres humanos entre sí, entendidos como países, comunidades, etnias, culturas y en fin, estructuras de relaciones humanas que en todo momento son cambiantes.

Hans Jonas (1979), dice que todas las éticas habidas hasta ahora –ya adoptasen la forma de preceptos directos de hacer ciertas cosas y no hacer otras, o de una determinación de los principios de tales preceptos, o de la presentación de un fundamento de la obligatoriedad de obedecer a tales principios– compartían tácitamente las siguientes premisas conectadas entre sí:

1) La condición humana, resultante de la naturaleza del hombre y de las cosas, permanece en lo fundamental fija de una vez y para siempre.

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