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Educacion


Enviado por   •  24 de Junio de 2015  •  2.274 Palabras (10 Páginas)  •  179 Visitas

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Fines de la educación

Las diferentes divisiones del proceso educativo que ha sido necesario hacer (según el tipo de agente operador: uno mismo y otro; según el tipo de hábito perseguido; según el carácter del sujeto a ser educado; según el. a el tipo de agente distinto de uno mismo que actúa casualmente: las diversas clases de entidades institucionales y no institucionales) capacitan al filósofo de la educación para formular cuestiones básicas sobre la diversidad de los medios en general y su relación entre si. En cuanto a su esfuerzo se dirige a determinar los fines últimos de la educación, que son los principios últimos de la filosofía de la educación, el filósofo no necesita prestar atención a estas divisiones generales del proceso educativo.

Los fines últimos de la educación son los mismos para todos los hombres en todas partes y en todos los tiempos. Son principios absolutos y universales. Esto puede demostrarse. Si no pudiera serlo, no habría en absoluto filosofía de la educación, pues la filosofía no existe sino en conocimiento absoluto y universal: absoluto en el sentido de que no es relativo a las circunstancias contingentes de tiempo y lugar; universal en el sentido de que se refiere a cosas esencia y abstractas de toda clase de variaciones meramente accidentales. Del mismo modo, debe decirse que los medios educativos en general son los mismos para todos los hombres en todos los tiempos y en todas partes. Si los fines últimos de la educación son sus primeros principios, los medios en general son sus principios secundarios y el alcance de la filosofía de la educación no va más allá que esto: conocer estos principios primarios y secundarios de un modo absoluto y universal. Aspirar a conocer menos que esto, o considerar esto como incognoscible, es negar que existe una filosofía de la educación; aspirar a conocer más que esto, sin comprender que al hacerlo se deja de actuar como filósofo, es confundir la filosofía de la educación con otras materias y métodos, o confundirse uno mismo tratando de resolver, filosóficamente.

Hay diferentes tipos de problemas sobre los medios en general:

1) La enumeración de lo que son y la definición de cada uno

2) Sus relaciones funcionales

3) Su orden respecto de uno a otro en los diversos modos de cooperación y subordinación.

En cuanto a las dos últimas clases de problemas las varias divisiones del proceso educativo son importantes en dos modos. De una parte, la división de la educación en moral e intelectual (y la intelectual en especulativa y artística, y la artística en liberal y profesional) define las diversas partes (del proceso total por referencia a uno u otro tipo de buen hábito (o virtud) como el fin exclusivo de esa parte; y esto nos autoriza para alcanzar ese tipo de fin. Por otra parte, la división de la educación según el tipo de agente que actúa casualmente (si uno mismo u otro, y si otro, si esa educación es institucional o no, y si es institucional, de qué genero de institución), nos da una clasificación de los medios en forma de consideraciones tipológicas, y esto nos capacita para determinar cómo deben relacionarse los medios entre sí en cualquier parte de la educación o en el proceso como totalidad, pues o se excluyen unos a otros o pueden cooperar en varios modos de coordinación y subordinación. Así, por ejemplo, sabemos que en la educación intelectual, los medios en general son el ejercicio de las propias capacidades y en actividad cooperativa de los demás ayudándonos en el ejercicio de las propias capacidades. Esto revela, inmediatamente, la verdad más fundamental respecto a los medios en general: que no hay nunca ningún aprender sin el ejercicio de las capacidades propias, pues el segundo de los dos medios antes indicados es siempre cooperativo y no completamente productivo.

El segundo tipo de medio fundamental esta, pues, siempre subordinado al primero, mientras que este puede ser independiente de aquel. El segundo puede, además, subdividirse según que la actividad del otro agente sea mediata (por la palabra registrada) o directa (como la confrontación personal); sea mediata o directa, la actividad cooperadora puede adoptar la forma de la enseñanza en el sentido estricto o la forma del estimulo (que incluye toda otra especie de orientación.)

En la educación moral la actividad cooperadora que es a la vez directa y estimulante es mejor que la mediata y doctrinal, mientras que la educación intelectual la enseñanza es mejor que el estimulo y puede ser igualmente efectivo como actividad mediata o directa. Además, la educación es mucho más indispensable que la educación moral que la educación intelectual. Cuando se considera la diferencia entre la educación artística y la especulativa en la esfera intelectual, el análisis demuestra es parte igual a su ordenación en la educación moral las distinciones mas radicales, respecto a la ordenación de los medios se halla, pues entre los extremos de la educación moral y la especulativa (intelectual), mientras que la educación artística (intelectual) ocupa un termino medio y se parece en parte a cada uno de los extremos.

LA LIBERTAD Y LA DISCIPLINA DE LA EDUCACIÓN

Ser hombre es un indesmayable querer serlo. No nacemos hombres; queremos ser hombres. Tomás de Aquino lo propuso brevemente así: "Ego sum homo mea voluntad, —"soy hombre gracias a la voluntad de serlo"—. No resulta fácil esta faena y menos todavía a los aprendices; la mentalidad envolvente nos condiciona hasta tal punto que fácilmente nos convertimos en fanáticos de algún sector de dicha mentalidad o, por el contrario, en rebeldes gratuitos. La liberación se inicia cuando objetivamos y analizamos la mentalidad ambiental.

Ni la educación libertaria ni la educación autoritaria constituyen educaciones de la libertad. Una y otra confunden autoridad y coacción. Cuando unos hombres coaccionan a otros, los enajenan; ahora bien, la coacción no siempre es mala dentro de la historia y dejando de lado las ideas. Cuando la autoridad educadora se convierte en testimonio de la coacción indispensable para alcanzar la libertad, en vez de ejercer la coacción, posibilita el paso hacía la única libertad dada a los hombres: la auto coacción. El educador será un libertador cuando le proporcione al niño medios de ser el dueño —y no el esclavo de su endocrinología o del medio ambiente, el dueño de su propio destino.

No entramos en el terreno de la estrategia en esto de la educación de la libertad. No

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