Educación

EDUCACIÓN PRECLÁSICA

Tema

DIANA ALEXANDRA AGUIRRE PÉREZ

Estudiante

HISTORIA Y FILOSOFÍA DE LA

EDUCACIÓN

Área

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

FACULTAD DE EDUCACIÓN

LENGUA EXTRANJERA

NEIVA

2014

La verdadera educación consiste en

obtener lo mejor de uno mismo.

¿Qué otro libro se puede estudiar mejor

que el de la humanidad?

Mahatma Gandhi.

La educación es uno de los factores que más ha influido en el desarrollo de la humanidad desde sus inicios hasta la actualidad. Pero la educación no se ha presentado desde siempre de forma institucionalizada o en las aulas, podemos ver que en la época prehistórica, las actividades humanas esenciales, como por ejemplo: la caza, la agricultura, el esfuerzo físico y las demás habilidades que debían tener para poder sobrevivir a un ambiente en el que el salvajismo predominaba, se enseñaba todo por medio de la comunicación y siempre se procedía con la práctica.

De modo que, este tipo de educación era dada de forma ordinaria y elemental y fue llevada a cabo antes del desarrollo de la civilización clásica en Grecia, sin embargo, la educación preclásica se adhería al hombre con el único fin de formarlo para la supervivencia, en cambio, actualmente, uno de los principales fines de la educación es adaptarlo a una sociedad y formarlo de una manera integral.

El hecho educativo se ha impuesto ante multiplicidad de actos, relaciones, instituciones y organizaciones, es decir, acompaña a sus diversas formas todo el curso de la civilización humana.

Mundo antiguo desde el punto de vista mítico, místico, mágico y fantástico, en el cual la inteligencia no había introducido aún sus principales y precisos esquemas.

Educación griega, uno de los modelos más importantes del mundo antiguo.

La educación debe tender a formar el Hombre Integral, es decir, el hombre con todas esas filiaciones que lo distinguen de los otros seres del universo.

Basta dirigir una mirada a nuestro entorno para comprobar la existencia del hecho educativo, su importancia y su latencia.

La educación es el proceso por el cual el ser humano aprende diferentes materias inherentes a él. Por medio de la educación, aprendemos a actuar y a comportarnos en sociedad. En todos los países del mundo, los padres, desde la primera floración de la personalidad en sus hijos, se preocupan no solamente de “criarlos”, como hacen los animales, si no por “educarlos”. Podemos observar que son innumerables los niños y muchachos que van a la escuela durante diversos meses del año. Sin embargo, la práctica de la educación no es algo nuevo, pues ésta ha acompañado a la civilización humana durante todo su curso. El nombre de educación preclásica refiérese de ordinario a ese tipo de educación que en las civilizaciones era impartida de generación a generación y de una manera muy espontánea. Sin embargo, es oportuno subrayar ahora el hecho de que la orientación pedagógica no es sólo característica de los pueblos primitivos y salvajes, antiguos y modernos, es típica también de las civilizaciones humanas de la más remota tradición, entre las cuales están, por ejemplo, la civilización china, la japonesa y la india las cuales han tenido una gran influencia incluso en los tiempos más recientes.

El oficio educativo de la familia, y en particular de la madre, que se valía de tradicionales convicciones para dirigir con los primeros preceptos la nutrición y crianza de los pequeños seres humanos, terminaba al cabo de pocos años y daba paso a la actividad del cuerpo social, puesto que el patrimonio de los sentimientos, de las ideas claras y de las costumbres, que existía también en la más embrionaria sociedad humana, es eminentemente colectivo y tiende a forjar según un único molde de las distintas conciencias individuales.

Ahora bien, el mundo de los primitivos fue un mundo eminentemente mágico, místico, mítico y fantástico, en el cual la inteligencia no había introducido aún sus precisas definiciones esquemáticas. Como bien sabemos, el hombre desde sus orígenes necesitó de la fe y del apoyo en fuerzas sobrenaturales, que le ayudarán en el duro camino de la supervivencia. Aunque, en sus inicios, no fue la religión si no la magia la que sirvió en ese propósito de tratar de dominar a los fenómenos naturales, siendo las pinturas las muestras de aquellas creencias. No es esta época en la que el hombre posee la habilidad para cazar, sino que son las fuerzas naturales las que se lo permiten o no. Desde ese momento ya se empiezan a plasmar los primeros símbolos en sitios como las cavernas; a esto se le denominaría más adelante: arte rupestre.

Una de las civilizaciones más antiguas e importantes en el mundo fue la Griega, esta fue la cuna de un gran desarrollo cultural, además dejaron un legado que aún se conserva hasta el día de hoy.

La educación de los niños atenienses, pero sólo de los varones, pues las niñas no pisaban nunca la escuela. Todo lo que aprende una joven ateniense -esencialmente las labores domésticas: cocina, tratamiento de la lana y tejido, y tal vez también algunos rudimentos de lectura, cálculo y música- lo aprende con su madre, con una abuela o las criadas de la familia. De hecho, las muchachas jóvenes apenas salen siquiera al patio interior de su casa, ya que deben vivir lejos de toda mirada, alejadas incluso de los miembros masculinos de su propia familia. Hecha esta salvedad, veamos cómo se educaban los niños atenienses.

En Atenas, la enseñanza, la asistencia a clase, no era obligatoria: el padre de familia gozaba de total libertad para educar a sus hijos o permitir que otros los educaran hasta los dieciocho años, edad en que el joven se convertía en ciudadano y debía realizar el servicio militar.

Hasta que el niño iba a la escuela (a los siete años), eran la madre y la nodriza quienes se ocupaban de él y le proporcionaban las primeras enseñanzas, que consistían en historias tradicionales, mitología y leyendas nacionales, y nada más, pues las pobres mujeres, que prácticamente nada habían aprendido, prácticamente nada podían enseñar.

A los siete años el niño comienza su "paideia", o formación cultural, pasando a la escuela, siempre de profesores particulares, donde cursaban tres asignaturas: gramática, música y gimnasia.

Actualmente, la educación tiene entre sus principales objetivos formar el Hombre Integral, es decir, el hombre con todas esas filiaciones que lo distinguen de los numerosos seres del universo, en la plenitud de sus derechos de hombre y de su humanidad individual y universal. Se refiere a hombre integral cuando está todo el conjunto de hombre y persona, de este modo, para formar al ser humano de una manera integral se empieza por incrementar y desarrollar la personalidad, pero muchas veces tiende a confundirse esta postura con el hecho de imponer actitudes y costumbres mediante las cuales el hombre pueda vivir y cumplir una particular función social.

Podemos afirmar que la educación es una actividad que a pesar de estar adherida a la humanidad desde la aparición de las primeras civilizaciones, aún permanece latente y sigue fortaleciéndose con el paso del tiempo. En el siglo XXI podemos observar con gran asombro como la globalización está influyendo en nuestra sociedad, pero a pesar de todos los cambios vertiginosos que se están produciendo, nos damos cuenta que la educación siempre seguirá jugando un papel muy importante y que así cada docente tiene en sus manos el futuro educativo de niños y jóvenes.

La historia de la pedagogía es, con pocas palabras, la reseña de las principales posiciones alcanzadas por el pensamiento humano en las consideraciones de la educación.

La educación es una didáctica general que tiene por objeto el estudio del alma y de la mente del discípulo y la determinación de las condiciones y de los grados del aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA

Dante Morando, (1968) Pedagogía. Historia crítica del problema evolutivo. Recuperado el 23 de noviembre de 2012. Editorial Luis Miracle S.A, Barcelona.

WEBGRAFÍA

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La guía, (2010), Períodos prehistóricos. Religión en la prehistoria. Recuperado el 1 de diciembre de 2012.

http://www.laguia2000.com/la-prehistoria/la-religion-en-la-prehistoria

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