Edward T. Hall – El lenguaje silencioso

[pic 1]   Edward T. Hall – El lenguaje silencioso.

De Edward Hall, abordamos 3 capítulos de su obra “El lenguaje silencioso”, publicada en 1959. En esta obra, él nos presenta el desenvolvimiento oculto del lenguaje, se va transformando a lo largo de la historia según la cultura de ese momento. Las fascinaciones académicas de Hall eran conceptos relacionados con el tiempo y el espacio, pues descubrió que cada cultura manifiesta éstos de manera distinta.

En el primer capítulo, Hall nos platica sobre que el tiempo habla más claramente que las palabras. Las personas se comportan distinto según la relación con el tiempo que tienen, y esto se debe en parte a la cultura. Hall nos ofrece una serie de ejemplos y vivencias que explican y demuestran esta teoría.

Toma un ejemplo de un ingeniero agrónomo, de Norteamérica, que comienza a trabajar en la embajada de un país latino y pide una visita con el ministro. El tiempo en el que este agrónomo espera que se lo atienda, pasa de 5 minutos a más de 45 minutos, cada vez que pasaba más el tiempo, más el sujeto iba a reaccionar agresivamente. Al ministro le pareció exagerado las protestas del norteamericano, pero en su país, su comportamiento hubiera sido legítimo porque se valora mucho la puntualidad. Culturalmente, el tiempo es diverso, está mezclado con muchos otros aspectos de la sociedad y provee una clave sobre los secretos del lenguaje de una cultura.

Entre otros ejemplos más que menciona, del autor podemos extraer que, para adaptarnos a una cultura antes debemos conocerlas porque nuestras reglas culturales, nos lleva a toparnos con las que son diferentes.

En el segundo capítulo, Hall nos define que es la cultura según los antropólogos, y éstos la dividen en dos opiniones:

• El primer bando, defiende que la cultura es una categoría de sucesos entre los muchos que constituyen la vida humana, la suma de sus comportamientos aprendidos.
• El otro bando, defiende que la cultura es una identificación que puede encontrarse en cada partícula o elemento en común de cada aspecto de una cultura.

La idea de cultura, le parece extraño a un ciudadano culto. Los antropólogos consideran que, no se puede aprender una cultura de otro modo que no sea a través de la experiencia, de conocer las costumbres de esa sociedad. Sin embargo, la cultura es algo más que las costumbres, no se pueden quitar como una ropa, es otra forma diferente de organizar, de pensar y de concebir las formas de la sociedad.

Hall cierra este capítulo aclarando que cuando habla de cultura, no habla de algo abstracto impuesto al hombre, sino sobre nosotros mismos. Es imposible enseñar la cultura como se enseña

un lenguaje, aunque es una forma de comunicación -no consciente- que debemos aprender a comprender.

En el tercer capítulo, el autor menciona al ser humano con su comunicación no-verbal. La mayoría de las cosas que los humanos comunicamos, son expresiones faciales, movimientos y proximidad.

Se hace necesario distinguir entre lo básico o lo biológico, aquello que no se aprende, sino que se da genéticamente, y lo creado por el hombre, es decir, lo cultural. Esta diferenciación nos permite analizar la cultura desde el origen. Los sistemas fueron denominados SMP (Sistemas de Mensaje Primario) y cumplen las siguientes características:

• Estar enraizados en una actividad biológica, compartida ampliamente con otras formas avanzadas de la vida, es decir, que no tenían que ser ruptura total con el pasado.
• Ser susceptible de análisis en sus propios términos, sin tener que referirlo a otros sistemas.
• Estar constituidos de modo que reflejan el resto de la cultura y, a la vez, estuviesen reflejados en ella.

Hall nos habla de diez tipos independientes de actividad humana, lo llama vocabulario de la cultura:

• La interacción está basada en la irritabilidad de toda sustancia viva. Interactuar con el ambiente es estar vivo. El habla y la escritura, no son más que formas extremadamente elaboradas de la interacción. En el fondo, todo lo que hace el hombre es interacción, es la base de la cultura y todo surge de ella.
• La asociación se ve en la unión de células. Todo ser vivo está regido por una jerarquía o sistema para unirse a los demás. Las elaboraciones del hombre en este sentido son complejísimas y podemos observar cómo son diferentes tipos de lugares y tiempos.
• Subsistencia: elemento básico de cualquier forma de vida. En el ser humano abarca desde la nutrición a la economía de un país. Las formas de subsistencia especializadas consisten en la división de tareas, llegándose a crear en torno a ellas un auténtico vocabulario y forma de interaccionar.
• Bisexualidad: la función sexual es la que asegura una variada gama de individuos capaces de adaptarse al ambiente. Las diferencias entre sexos con importantísimas, pero no todas ellas son biológicas. Esto se puede comprobar al observar cómo en unas culturas es considerado como afeminado lo que en otras no lo es.
• Territorialidad: se refiere a la toma de posesión, utilización y defensa de un determinado espacio. Si estamos lejos nos obliga a levantar la voz; si cerca, a susurrar; existen espacios para poder hablar, leer, jugar, etc.
• Temporalidad: la vida está lleno de ciclos y ritmos: la respiración, la menstruación, se ordena

por edades en los colegios, las horas de las comidas…

• Aprendizaje: mecanismos de adaptación al medio ambiente gracias al cuales somos capaces de sobrevivir. Qué duda cabe que en el momento en que dicho mecanismo pudo extenderse en el tiempo y en el espacio, gracias al lenguaje, supuso un gran avance; aunque no podemos olvidar el aprendizaje por imitación, sin que medien palabras.
• El juego es un mecanismo más de adaptación y aprendizaje. Existen lugares y momentos donde jugar y que, por supuesto, han ido modificándose con el tiempo y el lugar donde se desarrollaban, de tal modo que no comprendemos bien el humor inglés o el sutil de los orientales.
• La defensa es una actividad especializada que se observa en toda forma de vida. Las formas de defensa que ha elaborado el ser humano son infinitas tanto en número como en variedad.
• Explotación: con el fin de explotar su entorno todos los organismos adaptan sus cuerpos en consecuencia. El hombre ha ido construyendo materiales que le simplificaban la tarea o se la facilitaban.

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