El Banquete

El banquete

La historia comienza con diferentes filósofos reconocidos de la época discutiendo y dando su opinión sobre el amor. En este discurso cada uno de los convidados debe pronunciar sobre el Amor, su manera de pensar.

Fedro habla como un joven, pero como uno cuyas pasiones se han purificado con el estudio de la filosofía.

Pausanias, como hombre maduro, a quien la edad y la filosofía han enseñado lo que no sabe la juventud, aplicando el dicho más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Eriximaco se explica como médico, busca una explicación y un beneficio a través del cuerpo humano.

Aristófanes tiene la elocuencia del poeta cómico, ocultando bajo una forma festiva pensamientos profundos, queriendo no hacer tan pesada la conversación y haciéndola más amena.

Agaton se expresa como poeta, queriendo buscar lo bello del mundo y expresándolo en filosofía.

En fin, después de todos los demás y cuando la teoría se ha elevado por grados, Sócrates la completa y la expresa en un lenguaje maravilloso, propio de un sabio, de un inspirado, el perfecto final a la obra, concluyéndola con la sabia opinión de un filósofo de su categoría.

Fedro toma primero la palabra, para hacer del Amor un elogio muy levantado, lo compara con un Dios muy poderoso que busca la felicidad del hombre sobre todo, es el dios que hace más bienes a los hombres, porque no consiente la cobardía a los amantes. Lo hace ver como un principio moral que gobierna todas las acciones del humano, como si de ello dependiera la vida.

“Concluyo, dice Fedro, diciendo que, de todos los dioses, el amor es el más antiguo, el más augusto y el más capaz de hacer al hombre virtuoso y feliz durante la vida y después de la muerte.”

En segundo lugar se encuentra Pausanias, que busca bajar a Fedro de esas expectativas tan altas que tiene sobre el amor, explicando que no es más que, la entrada de un camino en compañía con Venus y lo relaciona como aquello que es muy bello.

Para el existen dos Venus: una es la antigua, hija del cielo y que no tiene madre, la otra, más joven, hija de Júpiter y de Dione, es la Venus popular. Hay por tanto dos Amores, que corresponden a las dos Venus: el primero, sensual, brutal, popular, sólo se dirige a los sentidos; es un amor vergonzoso y que es necesario evitar. Por otro lado, está el amor que se dirige a la inteligencia, por lo que él se refiere al sexo masculino. Este amor es digno de ser honrado y deseado por todos. Pero exige, para que sea bueno y honesto.

El amante debe conducir a un camino de bien, honesto y lleno de cualidades, el amante debe amar el alma, y en el alma la virtud. El amor es un acto reciproco, en el que se da amor y bien y es lo mismo que se recibe, se busca lo mejor, por lo tanto se debe guiar por el camino de la bondad y la verdad. Es bello amar causando una virtud, dando cualidades que hagan reflexionar, dejando con ese amor algo bueno y así se pueda ir cosechando en las demás personas.

Eriximaco, que habla en tercer lugar, era un médico, que reflexionaba, pensaba y hablaba sobre el amor en tono a su profesión, lo ve desde un punto médico, y a pesar de que acepta los puntos de vista de Pausanias, se propone a probar, que el amor va mucho más allá del alma de los hombres sino que está en todos los seres, se le considera como la unión y la armonía de los contrarios. Explica que el amor está en todas partes, en todos los elementos, en lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira, lo feo y lo bello.

“El Amor está en la medicina, en el sentido de que la salud del cuerpo resulta de la armonía de las cualidades que constituyen el temperamento bueno y el malo; y el arte de un buen médico consiste en ser hábil para restablecer esta armonía cuando es turbada, y para mantenerla. La naturaleza corporal contiene los dos amores; porque las partes del cuerpo que están sanas y las que están enfermas constituyen necesariamente cosas desemejantes, y lo desemejante ama lo desemejante. La medicina es la ciencia del amor corporal con relación a la repleción y evacuación”.

Por otro lado, para Aristófanes, entra en un orden de ideas que parecen claramente opuestas, y que, sin embargo, en el fondo concuerdan con aquellas, el amor es la unión de semejantes, aquellos que tienen cosas en común.

Se decía que había tres especies de hombres, unos todos hombres, otras todas mujeres, y los terceros hombres y mujer, también llamados los Andróginos, ellos eran hombres dobles, dos hombres y dos mujeres, un hombre y una mujer unidos, juntos, como uno solo, sintiendo amor el uno por el otro , engendraban sus semejantes, buscando la creación de ese amor.

Aristófanes dice que el amor es la unión de los semejantes, por lo que se llega a esta consecuencia: que el amor del hombre por la mujer y de la mujer por el hombre es el más inferior de todos,

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