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El Banquete


Enviado por   •  19 de Abril de 2015  •  3.951 Palabras (16 Páginas)  •  103 Visitas

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El Banquete

El Banquete es un diálogo en el que se refieren los discursos que en torno al Amor (Eros) se pronunciaron en casa del poeta Agatón, con ocasión de su primer triunfo trágico en las Panateneas de Atenas.

Los comensales deciden beber moderadamente. Erixímaco plantea despedir a la flautista y dedicar la velada a escuchar los discursos que cada uno de los asistentes hará en alabanza al dios Eros, para dar satisfacción a Fedro, que se queja de que ningún poeta ha realizado hasta el momento un encomio de dicha divinidad. Sócrates se muestra de acuerdo, al igual que todos los demás.

El primero en hablar es el joven Fedro, su discurso se encuadra dentro de la línea tradicional del pensamiento mítico idealizado.

Particularmente destaco los siguientes puntos en su discurso:

Según éste es el Amor el dios más antiguo “no tiene padre ni madre; ningún poeta ni prosador se los ha atribuido” habla de que Hesiodo coincide con Acusilao en que después del Caos se produjeron dos seres: La Tierra y El Amor. Lo que conlleva a determinar que este dios es el más antiguo nombrado en la Teogonia de Hesiodo.

Fredo también nos habla de que el Amor hace a los hombres vivir honesta y virtuosamente, por cuanto que la vergüenza y la emulación ante nadie se siente con tanta intensidad como ante el amado, por no hablar de ese valor que Amor inspira y lleva a hombres y mujeres a los mayores actos de sacrificio y heroísmo, de tal manera que, si se creara un ejército de amantes y amados sería invencible.

“Un amante preferiría morir mil veces antes que abandonar a la persona amada”

El amante goza de mayor divinidad que el amado pues el primero está inspirado por Eros. Sin embargo, los dioses valoran más el sacrificio del amado que el del amante precisamente por esa carencia de divinidad.

“El que ama tiene un no sé que qué de más divino que el que es amado, porque en su alma existe un Dios”

Pausanias le sigue en el discurso

En primer lugar Pausanias elogia a Fedro y reconoce la verdad de su discurso.

Al comenzar no habla de que cualquier acción en sí misma no es bella ni fea, pero puede convertirse mediante la manera como se hace.

Combina el discurso anterior dándole un carácter doble al Dios Eros. Él dice que existen dos Eros, dos clases de amor; uno bello y el otro feo. Son adversos debido a su origen: Sin Amor no se comprende Afrodita. Ahora bien, considera que existen dos Afroditas una, Celeste, hija de Urano (Urania) y otra, Vulgar, posterior y por tanto más joven y fruto de las relaciones entre Zeus y Dione (Pandema) y, por tanto, cada una de ellas tiene su Amor correspondiente (Urano y Pandemo).

Lo inspirados por el Amor de Afrodita Urania, en cuya generación no intervino hembra alguna, se dirigen exclusivamente a los varones, “los inspirados por este amor sólo gustan del sexo masculino, naturalmente más fuerte y más inteligente” (Una forma de machismo). Esta diosa al proceder sólo de Urano representa al amor que se tiene entre sí los hombres en un sentido más espiritual. Al ser esta Afrodita más antigua, su Amor es más maduro, sereno, constante y fiel. “se unen con el propósito de no separarse y pasar toda la vida con la persona que aman”

El Amor de Afrodita Pandemo es vulgar, no distingue entre hembra o varón. “dando preferencia al cuerpo sobre el alma” Pretenden el goce carnal y no se preocupan de si el acto de amar es bello o no lo es. Es sensual, brutal, popular, sólo se dirige a los sentidos; un amor vergonzoso y que es necesario evitar.

Según él debería existir una ley que prohibiera amar a los muchachos jóvenes, pues no se sabe qué pasará con su alma y con su cuerpo cuando estos crezcan, es decir, si gozarán de virtud o de maldad.

Existe una voluntariedad en los amantes de hacerse esclavos de los amados. Esta voluntariedad es una virtud, ya que si alguien desea servir es para obtener del otro algo que le haga mejor en algún saber. “Los amantes son los únicos perjuros que los dioses dejan sin castigar” “Los dioses todo se lo permiten a los amantes” El entregarse para hacerse mejor es bello y, esta clase de entrega amorosa pertenece sin duda al Amor de Afrodita Celeste (Urania).

Erixímaco continua el tema amoroso ampliando la atracción que sienten los seres humanos entre sí a la general inclinación a lo bello, incluyendo tanto a animales como a frutos de la Tierra “el amor no reside solo en el alma de los hombres sino que se encuentra en todos los seres y objetos, divinos y humanos” .

Dando un nuevo giro a los discursos y considerando al igual que Pausanias, existen dos Amores dentro del cuerpo humano, uno corresponde al cuerpo sano y otro al cuerpo enfermo, distingue entre el amor bello y el amor morboso. El primer amor que impone la concordia y la armonía entre los elementos contrarios es causa de la salud en el cuerpo y de las condiciones climatológicas necesarias para el desarrollo de la vida en el universo. El amor morboso, en cambio, en búsqueda egoísta de lo que le es semejante y en guerra constante con sus contrarios conduce a la enfermedad, los cataclismos y a la desintegración del equilibrio armónico de los elementos y a la muerte “no se le debe favorecer sino con gran reserva”. La medicina debe de tratar de animar el primero y de frenar el segundo creando una armonía entre ambos. Siendo la armonía una consonancia, “y las consonancia es un acuerdo que resulte de cosas discordantes”.

Define como el Amor como “es poderoso y su poder es universal pero cuando se consagra al bien y se ajusta a la justicia y a la templanza, es cuando manifiesta todo su poder y nos procura una felicidad perfecta”

El cuarto en exponer su tesis sobre el amor es Aristófanes.

Recurre a un mito para explicar la naturaleza del amor y las diferentes modalidades de la sexualidad

Según Aristófanes, el amor obedeciera a un íntimo anhelo de restitución de una plenitud perdida, de reencuentro con un total uno mismo en el ser amado

Expone que, en la antigüedad, la humanidad se dividía en tres géneros, el masculino, el femenino y el “andrógino”. Los seres que pertenecían a esta última clase eran redondos, con cuatro brazos, cuatro piernas, dos caras en la cabeza y dos órganos sexuales. Estos se sintieron suficientes para atentar contra los dioses. Zeus los castigó partiéndolos por la mitad. Si los hombres viven sin piedad corren el peligro de ser cortados de nuevo en dos mitades, si son piadosos los dioses les recompensaran permitiéndoles encontrar su mitad. El Amor desde tiempos inmemoriales trata de unirlos

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