El Club De La Pelea Y La Posmodernidad

El club de la pelea (reseña)

Trata de una persona que tiene insomnio y por las noches se la pasa leyendo revistas de muebles así es que los compra, después sale de viaje e inventa a un personaje, alguien que él siempre había querido ser alguien con quien soñó que sería todo el tiempo.

La película tiene una trama un poco extraña porque todo pasa dentro de su cabeza tiene que ir a algunos grupos de auto ayuda para personas que están mal para poder dormir en la noche tranquilamente. Hay escenas en donde sale peleando con su amigo imaginario Tyler (Brad Pitt) pero en la realidad de otras personas que lo ven no está pasando, es como que se hace una historia dentro de su cabeza.

Entonces empieza a crear un grupo que se llama el club de la pelea con su amigo, pero en realidad el amigo no existe entonces hace las cosas como en su subconsciente, entonces crea el famoso Club de la pelea en donde la gente va a descargar su ira con las demás persona, entonces mientras el fantasea que no está haciendo nada su amigo Tyler forma una organización delictiva o de vandalismo, haciendo cosas o como le llaman en la película tareas en la que tienen que cometer algunos actos para probar que están aptos para el club.

Así se va creando el club poco a poco hasta que llega un momento en el que esto se sale de control porque a unos miembros les dan una tarea para que la cumplan pero algo sale mal así es que este Tyler se da cuenta que su amigo esta fuera de control y pone cartas en el asunto mientras busca a su amigo por todo el país va descubriendo que el club ha ido creciendo poco a poco y viendo que mucha gente lo conoce.

Por fin llega a su destino y descubre que todo el tiempo es una ilusión de su cabeza, entonces en la noche como no podía dormir su cabeza creo al personaje para hacerle mejor la vida pero al final se dio cuenta de que estaba haciendo mal.

En la posmodernidad, las estructuras tradicionales del mundo del progreso han caído estrepitosamente; la revolución industrial ha desembocado en un completo fracaso, el logro del éxito no ha promovido el bienestar entre los seres humanos y la religión ha dejado de ser trascendente, de ahí el postulado nietzschiano de que “Dios ha muerto”. La religiosidad, lejos de ser un bálsamo para el sufrimiento, se ha convertido en el peor enemigo de la libertad del pensamiento. La creencia en las virtudes de la educación y en los avances de la ciencia también han caído por tierra, así como la fe en las utopías sociales, tanto las de corte comunista como las basadas en el liberalismo capitalista. La sociedad del bienestar, ejemplificada por una sociedad consumista como la que aparece en

El club de la pelea (Fight club, U.S.A., 1999), ha desembocado en la total enajenación del hombre moderno y en su destrucción como individuo. De ahí se alimenta el fenómeno de la enajenante anomia social -como lo demuestra nuestro

...