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El Contrato Social Juan Jacobo Rosseau


Enviado por   •  17 de Julio de 2014  •  1.580 Palabras (7 Páginas)  •  476 Visitas

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El Contrato Social Juan Jacobo Rosseau

“La Libertad como derecho natural del hombre punto de partida para hablar de política, palabra extensa y profunda llena de principios y valores los cuales constituyen las bases del pensamiento”

En este ensayo se desglosa solo pequeños trazos de una obra que a mi parecer fundo grandes raíces en el derecho y la política de nuestros tiempos, porque la historia siempre nos mostrara las victorias o las derrotas del presente si no aprendemos de aquellos hombre que ya hicieron un camino.

En el primer libro señala la libertad, el hombre ha nacido libre, y sin embrago, vive en todas partes entre cadenas debido a un orden social que constituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Esto se fundamenta en la sociedad más antigua y natural la familia y su principal ley es velar por su propia conservación, sus primeros cuidados son los que se debe a su persona y la familia misma no subsiste más que por convención Si continúan unidos, no es ya forzosa y naturalmente, sino voluntariamente.

La familia es pues, si se quiere, el primer modelo de las sociedades políticas: el jefe es la imagen del padre, el pueblo la de los hijos, y todos, habiendo nacido iguales y libres, no enajenan su libertad sino en cambio de su utilidad. Puesto que ningún hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante, y puesto que la fuerza no constituye derecho alguno, quedan sólo las convenciones como base de toda autoridad legítima sobre los hombres.

Aquí define dos tipos de libertades, la natural, que se pierde por la convención y se vuelve a adquirir tras la violación del pacto, la civil al integrar este pacto donde cada uno es indivisible del todo, y la moral, donde el hombre es verdaderamente dueño de sí mismo. Respecto del Soberano.

En el Estado natural el hombre solo podía lograr lo que sus fuerzas individuales le permitían, ahora en su nuevo Estado civil, logra su libertad civil que está limitada por la voluntad general, logra el derecho de posesión, que no es más que el ejercicio del poder, de la fuerza del primer ocupante de la propiedad. “el derecho de primer ocupante, tan débil en el estado natural, es respetable en el estado civil.

En el segundo libro nos encontramos, siendo la soberanía sino ejercicio de la voluntad general, jamás deberá enajenarse, y que el soberano, que no es más que un ser colectivo, no puede ser representado sino por él mismo: el poder se transmite, pero no la voluntad

La soberanía es indivisible por la misma razón que es inalienable; porque la voluntad es general o no lo es; la declaración de esta voluntad constituye un acto de soberanía y es ley; en el segundo, no es sino una voluntad particular o un acto de magistratura; un decreto a lo más

Pero nuestros políticos, no pudiendo dividir la soberanía en principio, la dividen en sus fines y objeto fuerza y voluntad, en poder legislativo y en poder ejecutivo, en derecho de impuesto, de justicia y de guerra; en administración interior y en poder de contratar con el extranjero, confundiendo tan pronto estas partes corno tan pronto separándolas

Se saca en consecuencia de lo que precede, que la voluntad general es siempre recta y tiende constantemente a la utilidad pública; pero no se deduce de ello que las deliberaciones del pueblo tengan siempre la misma rectitud

Frecuentemente surge una gran diferencia entre la voluntad de todos y la voluntad general: ésta sólo atiende al interés común, aquélla al interés privado, siendo en resumen una suma de las voluntades particulares; pero suprimid de estas mismas voluntades las más y las menos que se destruyen entre sí, y quedará por suma de las diferencias la voluntad general

Los compromisos que nos ligan con el cuerpo social no son obligatorios sino porque son mutuos, y su naturaleza es tal, que al cumplirlos, no se puede trabajar por los demás sin trabajar por sí mismo. ¿Por qué la voluntad general es siempre recta, y por qué todos desean constantemente el bien de cada uno, si no es porque no hay nadie que no piense en sí mismo al votar por el bien común? Esto prueba que la igualdad de derecho y la noción de justicia que la misma produce, se derivan de la preferencia que cada una se da, y por consiguiente de la naturaleza humana; que la voluntad general, para que verdaderamente lo sea, debe serlo en su objeto y en su esencia; debe partir de todos para ser aplicable a todos, y que pierde su natural rectitud cuando tiende a un objeto individual y determinado, porque entonces, juzgando de lo que nos es extraño, no tenemos ningún verdadero principio de equidad que nos guíe.

Lo que es bueno y conforme al orden, lo

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