El Discurso

EL DISCURSO (libertad o prohibición)

Si se trata de pronunciar un discurso la persona debe considerar sus ideas, sus experiencias, expectativas, no tener miedo de comenzar a hablar, no importando a quien va dirigido o cual es su finalidad. Como bien lo menciona Foucault es difícil elaborar un buen discurso, pues se prefiere leer, que la palabra nos trasportarte a otros lugares, nos envuelva; que pronunciarlas, pues en su mayoría estamos más pendiente de lo exterior que sentimos temor a la burla, al rechazo o que no podemos hablar de todo o decir todo lo que pensamos, nuestra sociedad no nos permite ahondar en ciertos temas o regiones como lo son lo religioso o lo político.

Si nos transportamos a la antigüedad siempre ha habido personas que expresaban sus ideas a través del discurso, siempre con la finalidad de decir la verdad de las cosas, pero esa verdad era relativa dependiendo de la ideología de la época, por lo que a algunos de los grandes pensadores, filósofos o científicos se les considera “locos” por querer ir más allá de la visión general de la sociedad y de los propios gobernantes, estos últimos ejercían presión o poder de coacción. Si bien se les dejaba en la libertad de expresarse, esos discursos en ocasiones quedaban en el olvido, no se separaba lo falso de lo verdadero, es ahora en nuestros tiempos que muchos de ellos cobran importancia son valorados, e incluso repetidos, ya sea en forma de leyes o teoremas que llevan el nombre de quien los enuncio.

En la actualidad debemos considerar los procesos internos del discurso: los principios de clasificación, ordenación y distribución. En primer lugar están los comentarios, pues las ideas expuestas a través de él dependerán en gran medida de la interpretación que haga la persona pues estas siempre afectan su forma de pensar o sentir. El autor también es importante, pues la sociedad requiere saber el creador del discurso para poder darle credibilidad, confianza e interpretación. Y la disciplina es otro punto a considerar pues la persona debe saber del tema que va a tratar, no podemos hablar de educación por ejemplo cuando no se está inmerso en ese contexto.

Tome ese punto de educación precisamente pues cuando se quiere decir un discurso sobre el tema todos parecen ser expertos: médicos, ingenieros, arquitectos, licenciados, etc. Todos opinan como se puede mejorar la educación en el país, hablan desde su propia experiencia y siempre se juzga a los que estamos al frente en las aulas, desvirtuando la información que llega a la sociedad, es ahí donde surgen mis preguntas ¿Por qué motivo esos profesionista se creen con el derecho de juzgar los problemas que se presentan en educación? ¿Acaso los maestros les decimos a los médicos por ejemplo como realizar una operación a un paciente? No verdad, pues no sabríamos cómo hacerlo. Cada creador de un discurso

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