El Gran Grimorio
samuelitox10 de Junio de 2013
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EL GRAN GRIMORIO
O
El arte de controlar los Espíritus Celestes, Aéreos, Terrestres e Infernales
Con el Verdadero Secreto de Hablar con los Muertos, ganar a la lotería y descubrir los tesoros etc.
Impreso a partir de un manuscrito de 1522
Traducción al Español de la Edición de 1845 en Francés editada por B. Renault.
Formato Electrónico por Astaroth
Lucifugo Rofocale
PARTE PRIMERA
El Emperador Lucifer y su Ministro Lucifugo Rofocale
CAPITULO I
Modo de prepararse para el pacto de la sangre
¡Oh hombres! ¡Frágiles mortales! los que pretendéis poseer la profunda ciencia mágica: ¡temblad de vuestra temeridad! Para conseguirlo necesitáis colocar vuestro espíritu muy por encima de vuestra esfera, haceros firmes e Inquebrantables y estar muy atentos a observar exactamente cuanto os diré, sin lo cual todo se volverá en vuestro perjuicio. destrucción y completo aniquilamiento, pero si, por el contrario, observáis atentamente cuanto os diga. saldréis con facilidad de la posición pobre y humilde y coronará el éxito todas vuestras empresas.
Armaos pues de Intrepidez, sagacidad y virtud para emprender esta grande Inmensa obra en la que yo he pasado sesenta y siete años, para lograr algún resultado. Por esto es preciso practicar exactamente cuanto después se dirá.
Pasaréis un cuarto de luna llena sin acompañaros de mujeres ni de jóvenes, a fin de no caer en la Impureza.
Comenzaréis vuestra práctica al empezar el cuarto de luna, prometiendo al gran Adonay que es jefe de todos los espíritus, no hacer más de dos colaciones por día, es decir, dos colaciones durante cada veinticuatro horas del cuarto de luna; precisamente a las horas del mediodía y de la media noche, o si lo preferís a las siete dé la mañana y siete de la noche, si bien a los ojos del gran Adonay es más grato que se haga a las horas primeramente señaladas.
Durante todo el cuarto de luna es preciso dormir lo menos que se pueda, no debiendo exceder en modo alguno de seis las horas que por día han de dedicarse al sueño.
CAPITULO II
Todos los días, después de cada colación, se recitará la siguiente plegaria:
"Yo os Imploro, grande y poderoso Adonay maestro y señor de todos los espíritus; yo os imploro ¡oh Eloim! os imploro ¡oh Jehovám! yo os doy mi alma, mi corazón, mis entrañas, mis manos, Mis pies, mi espíritu y mi ser. ¡Oh, gran Adonay! dignaos serme favorable. Así sea. Amén."
El todo el cuarto de luna no habréis de acicalaros ni componeros, ni tener pensamientos, más que para la obra que estáis realizando, poniendo toda vuestra esperanza en la infinita bondad del gran Adonay.
Es preciso observar que vuestros ejercicios habéis de hacerlos sin la asistencia de nadie no siendo que os acompañéis de persona que tenga pacto hecho con algún espirito.
Los ejercicios se han de practicar en habitación preparada al efecto y sin que distraigáis la menté del trabajo que vais a realizar.
Buscaréis un cabrito virgen, lo adornaréis. el tercer cuarto de luna, con una guirnalda de verbena que ataréis a su cuello; la que vendrá a parar desde la frente, llevándolo al lugar marcado para interpelar al espíritu, pronunciar si con todo fervor y recogimiento las siguientes palabras:
"Yo os ofrezco esta víctima, ¡oh gran Adonay! ¡oh Elóim! ¡oh Ariel! ¡Oh Jehovam! como ofrenda a vosotros, superiores a todos los espíritus dignaos aceptarla con agrado. Amén."
Enseguida degollaréis el cabrito haciendo que su sangre caiga sobre un barreño nuevo, recitando a la vez estas palabras:
"Esto lo hago en honor, gloria y poderío de vuestros divinos nombres ¡oh grandes Adonay, Eloim, Ariel y Iehovam! Dignaos a recibir con agrado esta mi ofrenda."
Luego se quitará la piel que ha de utilizarse al hacer la invocación y presentar el pacto.
Sin perder momento deberán mezclarse en la sangre algunos polvos de sáuco, malvarrosa, lirio de Florencia y azogue, con objeto de, dotarla de propiedades mágicas, añadiendo unas gotas de vuestra sangre, que se sacará del dedo corazón de la mano Izquierda pinchando ligeramente con un alfiler nuevo, diciendo al mismo tiempo: "Sea transformada la sangre de la víctima en la más propia, para que, por su virtud, sea atendido el pacto que con ella voy a escribir."
Hecho esto se trazarán con el cuchillo que ha servido para el sacrificio, sobre la superficie de la sangre, varios rayos formando una estrella y se dirá al hacerlos:
"Los dones planetarios se ponen sobre esta sangre que contiene metal, aromas y espíritus, para colmarla de virtudes atractivas a fin de que los Espíritus superiores se dignen aceptar el pacto que con ella y por ella voy a Formular en este momento."
En seguida se mojará en la misma pluma de Auca, y se escribirán sobre un trozo de pergamino nuevo las palabras siguientes:
"A vosotros, espíritus de Luz Adonay, Eloim, Ariel y Jehovam, requiero y pido humildemente os sirváis concederme vuestros favores dones gracias y amistad, haciendo que en cuantas empresas ponga mano, se vea realizado mi deseo. en virtud de vuestra benevolencia, bendición y ayuda."
"Pido también que todos mis actos sean inspirados por vuestra suprema sabiduría, y que, al morir sea mi espíritu recogido por celestiales mensajeros, y llevado a la presencia del Eterno Creador. Yo os ofrezco, si así lo hacéis, seguir humildemente vuestras buenas Inspiraciones, procurar, por todos los medios, llegar a la suprema perfección, adquirir la mayor suma posible de sabiduría dentro de las facultades concedidas a la humana naturaleza, poniendo toda mi alma, corazón, vida, sentido y voluntad para poder llegar a identificarme con la divinidad, en prueba de lo cual firmo y certifico.
FULANO."
Al finalizar el cuarto de luna llena y en horas de 10 a 12 de la noche, se hará la Invocación a los gnomos y luego a los espíritus celestes superiores, según se expresa en al sección correspondiente a las Invocaciones, pero los preparativos se seguirán en la forma que se indica en el Capitulo siguiente.
CAPITULO III
Contiene la verdadera composición de la varita mágica, llamada también férula fulminante
El día anterior de comenzar la grande empresa, iréis a buscar una varita o férula de avellano silvestre, a la que ningún ser humano haya tocado nunca. La longitud de la varita ha de ser exactamente de l9 pulgadas y media, y su forma, igual a la de la varita misteriosa: cuando tropecéis con ella, no haréis otra cosa que apreciarla con la vista, debiendo Ir a cortarla precisamente al amanecer del día en que hayáis de comenzar la gran empresa.
Deberá cortarse la varita con la misma hoja que haya servido para sacrificar al cabrito virgen, la despojaréis de todo brote o pequeña rama que la esté impurificando La operación de cortar y limpiar la rama que haréis al levantarse el sol sobre el horizonte.
La acompañaréis de las siguientes palabras:
"Yo os ruego ¡oh gran Adonay, Eloim, Ariel y Jehavam!, que me seáis propicios y que le deis a esta varita; que yo he cortado la fuerza y la virtud de Jacob, de Moisés y del Gran Josué yo os ruego también, ¡oh gran Adonay, Eloim, Ariel y Jehovam! Yo os ruego comuniquéis a esta varita toda la fuerza de Sansón, la inmensa energía de Emmanuel y los rayos del gran Zariataumit, que vengarán las Injurias de los hombres el gran día del juicio. Amén."
Después de haber pronunciado estas grandes y terribles palabras, con la vista dirigida a Levante, os llevaréis la varita a vuestro domicilio. Enseguida buscaréis un pedazo de madera, con la que modelaréis dos pedazos de igual grosor que las puntas de la horquilla de la varita auténtica, procurando, no obstante, que éstas sean algo agudas. Estos dos pedazos de madera servirán de patrón o modelo, para que por ellos un cerrajero, al que debéis en persona encargar el trabajo, os haga dos casquetes con la hoja empleada para sangrar el cabrito virgen.
Ya en posesión de los dos casquillos. y encontrándose solo en la habitación preparada para los experimentos, los adaptaréis enseguida y con exactitud a los extremos de la horquilla de la varita mágica y con una piedra imán que a prevención habréis adquirido daréis tuerza atractiva a Los dos casquillos, diciendo al mismo tiempo las palabras siguientes:
"Por el poder del gran Adonay. Eloim, Ariel y Jehovam, yo te ordeno unas y atraigas todas las materias que yo quiera; por el poder del gran Adonay, Eloim, Ariel y Jehovam, yo te mando por la Incompatibilidad del agua y el fuego, separar todas las materias como fueron separadas el día de la creación del mundo. Amén."
Después os regocijaréis en honor y gloria del Gran Adonay, pudiendo estar seguro de que poseéis vuestra varita mágica, vuestra piel de cabrito virgen, vuestra piedra hematilla, tres guirnaldas de verbena, dos candeleros y dos cirios de cera virgen, que haréis bendecir por mano de una Joven, sin mancilla, También tomaréis un braserillo nuevo, dos piedras lavadas, un trozo de yesca para encender fuego, y cuatro clavos que hayan estado clavados en un ataúd de un niño. Con todo ello os persignáis en el lugar en que debe hacerse la gran obra, poniendo especial Cuidado en realizar el gran circulo cabalístico, cumpliendo punto por punto las enseñanzas que se contienen en este tratado.
Del modo de servirse de la varita mágica y de la férula fulminante
El
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