El Nacimiento De La Filosofía De Giorgio Colli

Reporte de Lectura: El nacimiento de la filosofía de Giorgio Colli

El primer capítulo se titula La locura es la fuente de la sabiduría. En él, se menciona que es un misterio el origen de no sólo la filosofía, sino del pensamiento occidental en general. Aunque tradicionalmente se atribuye el nacimiento de la filosofía a Tales de Mileto y Anaximandro, lo cierto es que se ha intentado rastrear su origen hasta el contacto con las antiguas civilizaciones orientales, como la india y la egipcia. Sin embargo, fue imposible comprobarlo, por lo que fue necesario limitarse a realizar comparaciones entre estas civilizaciones.

A pesar de eso, el origen de la filosofía se encuentra más cercano a nuestros días. Platón se refirió a la filosofía como amor a la sabiduría. Él era un venerador del pasado, y creía que antes sí habían existido realmente los sabios, pero que a partir de Sócrates los hombres no podían volver a alcanzar tal grado de sabiduría, sino que sólo podían aspirar a ser amigos de la sabiduría o filósofos.

Al intentar mirar hacia atrás dentro de la historia de la sabiduría en Grecia, nos remontamos a Apolo y Dionisos. Colli menciona que la sabiduría ya no es el tener una gran experiencia o conocimientos prácticos, como había sido durante el tiempo de la edad homérica. Ahora, un sabio es alguien que posee la verdad, que desentraña misterios. El poseer conocimiento acerca del futuro de los hombres es una muestra de sabiduría. Esto significa que le dieron un gran valor a la adivinación.

Apolo es a quien se le atribuye mayormente el dominio de la sabiduría. Este dios tiene un conocimiento sobre el futuro, y utiliza la palabra para manifestarlo al hombre. Sin embargo, lo hace de una manera tan críptica que parece querer que este no entienda lo que le está diciendo. El dios da entonces muestras de maldad y de perversión.

Platón nos dice, en boca de Sócrates durante el diálogo Fedro, que la locura es el opuesto a la moderación, a tener control de uno mismo. Pero que sin embargo, los oráculos de Delfos y Dodona han hecho sus predicciones al verse poseídas por la locura por la manía. Esto relaciona directamente a Apolo con esta locura.

Indica también Platón que existen cuatro tipos distintos de locura. La profética y la mistérica, que son inspiradas por Apolo y Dionisos, y la poética y la erótica, que son derivadas de las primeras dos.

En La dama del laberinto, el segundo capítulo, se nos relata la historia mitológica del Minotauro y el laberinto de Creta como una especie de origen al culto dionisiaco.

En este mito se nos presenta a una mujer llamada Ariadna, hija del rey Minos, en la cual se pueden encontrar dos naturalezas: la humana y la divina. Ella es presentada como esposa de Dionisos, siendo la única mujer específica a la que este dios se encuentra relacionado. La duplicidad de Ariadna se explica con dos mitos distintos, uno indicando que ella, después de ser abandonada por Teseo y haberse suicidado en un acantilado, es tomada por Dionisos y ascendida a un plano divino, y el otro que dice que ella abandonó al dios por amor a Teseo y fue muerta por Artemisa, debido a la acusación de Dionisos. En ambos casos Ariadna perece como mujer y toma su lugar como divinidad.

Además de esto se encuentra la misma figura del Minotauro, un hombre con cabeza de toro, probablemente relacionado directamente con Dionisos, puesto que el dios era a menudo representado con este animal.

Se hace una comparación entre el laberinto construido por Dédalo para la reclusión del Minotauro con el logos griego. Es considerado que Dionisos hico construir este laberinto como una forma para que el hombre se pierda una vez que se crea capaz de desafiarlo. Entonces se presenta una mímesis entre el laberinto y el logos, ya que el autor lo considera como aquello que hace al hombre perderse dentro de sí mismo.

En el tercer apartado, El dios de la adivinación, se nos dice que debido a que la investigación sobre el inicio de la sabiduría griega nos conduce a Apolo y él nos conduce a la locura o a la manía, es necesario incluir a estas dos como parte de la sabiduría, desde el inicio de la adivinación.

No debe olvidarse que Apolo es también el dios del arte. La duplicidad de Apolo se nos muestra en el mundo mitológico representada con un arco como cara hostil y una lira como cara benévola. Ambos instrumentos estaban hechos del mismo material. Entonces, las acciones provocadas por ambos instrumentos nos remiten a un mismo dios, y sólo pueden ser vistas como contradictorias por nuestra visión ilusa y deformada de este mundo.

Platón hace una distinción entre los adivinos

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