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El Orígen De La Tragedia


Enviado por   •  19 de Febrero de 2014  •  626 Palabras (3 Páginas)  •  254 Visitas

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El Origen de la Tragedia.

En “El Origen de la Tragedia” de Nietzsche el tema principal o el eje central de la obra se basa en dos divinidades griegas que manejan dos conceptos que se desarrollan durante todo el tema de la obra.

Por un lado se encuentra Apolo, dios del sol, la luz, la curación, la música y la poesía.

Por otro lado nos habla de Dionisio, dios del vino y de los excesos.

Nietzsche plantea que estos dos dioses olímpicos se encuentran en una antítesis, en constantes diferencias para las dos líneas artísticas, es decir; lo apolíneo y lo dionisiaco y pongo como ejemplo de esto la razón y la pasión; la mesura y la desmesura, el sueño y la embriaguez, etc.

Sueño y Embriaguez.

El autor habla sobre el sueño y la embriaguez, señalando que el sueño es una necesidad; no obstante, es sólo una máscara que oculta un mundo más profundo, el mundo de lo dionisiaco. Y es ahí, dice Nietzsche, donde la embriaguez se manifiesta.

Es en este estado donde el ser disfruta, forma parte de la naturaleza, vuelve a los sentidos y dones que la razón le quita. Y es sólo en este estado donde los cuerpos se vuelven herramientas que manifiestan sus deseos a través de bailes y cantos.

Frente a este actuar dionisiaco los apolíneos reaccionan con disgusto, tomándolo como “enfermedades del pueblo”. Nietzsche se refiere a esto como emborramiento de sus sentidos o falta de experiencia, y los alerta de su ignorancia argumentando que la realidad que viven es un engaño que ellos mismos se crean para sobrevivir en su penosa vida.

Es aquí cuando se entiende que uno es complemento del otro, el actuar dionisiaco es sostén de lo apolíneo.

Mesura y Desmesura.

Cito a Nietzsche en la siguiente frase “la presunción y la desmesura son consideradas como los auténticos demonios hostiles de la esfera no apolínea, y, por lo tanto, como propiedades del mundo preapolíneo, es decir, del mundo bárbaro”.

Nietzsche para demostrar como el hombre apolíneo castigaba estas actitudes dionisiacas que gozaban de amplia ilimitación escoge algunas leyendas, poniéndolas como ejemplo de la condena de aquellos que se atrevieran a escapar de lo apolíneo; tales como Prometeo y Edipo.

La siguiente cita reafirma que lo apolíneo y lo dionisiaco se complementa, hablando a través de la mesuridad y desmesuridad de la visión de los griegos ante la vida:

“Bárbaro le parecía también al griego apolíneo el efecto que producía lo dionisiaco sin que pudiera disimular que, a la vez,, él mismo estaba íntimamente emparentado con esos titanes y héroes vencidos” “su existencia entera, con toda su belleza y mesura, descansaba sobre un mal disimulado,

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