El Principito: Ensayo.
hannaVQZ9 de Abril de 2013
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El principito es un encantador libro que mezcla lo espectacular junto a lo maravilloso, con ciertos trazos de psicología que revelan la delicada relación que se crea entre la amistad y el amor.
La historia se basa sobre un plano ficticio, que por supuesto es inspirada en la vida real.
Tiene como objetivo hacernos comprender el verdadero sentido de la vida, ante la sociedad, pero sobre todo ante uno mismo. Asocia todo lo escrito a los pasajes de nuestra vida cotidiana.
El autor inspirado por el niño que llevaba en su corazón cuenta sobre la maravillosa historia de un pequeño trotamundos, despreocupado y gentil.
El principito nos va mostrando la manera en que el ambiente influye en nosotros, cómo nos vamos transformando en una persona totalmente constituida que posee en su imaginario una serie de símbolos y significantes que comparte con otras personas en un determinado espacio y tiempo específico: “… el individuo posee una personalidad sólo en relación con las personas de los otros miembros de su grupo social”
En éste libro se hace un “reclamo” a la pérdida de ingenio, curiosidad, imaginación y autenticidad que poseen los niños. Al respecto el autor dice: “cuando les habla uno de un nuevo amigo nunca te preguntarán de cosas esenciales. Jamás te dicen: ‘¿Cómo es su voz? ¿Cuáles son sus juegos favoritos? ¿Colecciona mariposas?’ En cambio preguntan: ‘¿Qué edad tiene? ¿Tiene hermanos? ¿Cuánto gana? ¿Cuánto gana su padre?’ Y al obtener las respuestas de estas preguntas creen que ya conocen a las personas.”
El libro incluye varios simbolismos, tales como El rey, que representa la soberbia, donde se defiende que el poder de influencia, el respeto y el liderazgo se gana, no se impone, el Bebedor, demuestra la ironía de las cosas y nos hace ver que en realidad nosotros tenemos la solución y somos la causa de la mayoría de nuestros problemas, el Hombre de Negocios, símbolo de la avaricia, y muchos más.
Otro punto muy interesante, son los Baobabs, aquellas semillas que si no las arrancabas cuando apenas eran unas ramitas, empezaban a crecer de manera descontrolada hasta el punto de colapsar el pequeño planeta del Principito.
"Es cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Después de terminar la higiene matinal, hay que hacer con cuidado la limpieza del planeta. Hay que obligarse regularmente a arrancar los baobabs en cuanto se los distingue de los rosales, a los que se parecen mucho cuando son muy jóvenes. Es un trabajo muy fastidioso, pero muy fácil." La enseñanza es muy clara, la pereza nunca es buena o no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, corrigiendo errores grandes, que en algún momento fueron diminutos y se dejaron crecer, cuando ya es difícil eliminarlos.
En nuestra vida cotidiana nos enfrentamos a una serie de diversos tipos de estas relaciones, de poder, inferioridad, dependencia e independencia, igualdad y desigualdad, y nos plantea una forma divertida y fácil de resolverlas si de verdad nos lo proponemos.
Antoine de Saint Exupéry plasmó sus palabras en un libro muy especial y polémico que ha marcado a varias generaciones.
Por estas enseñanzas y algunas otras más; y también por cada una de las emociones que te hace sentir este libro; y por cada una de las cosas que te hace recordar, de cuando eras niño: tu verdadera esencia; de aquél entonces en que todavía no estaba uno lleno de todas las complicaciones que se crea el ser humano al buscar la felicidad en el exterior cuando ésta se encuentra más cerca de lo que pensamos, en nuestro interior, justo en nuestro corazón y en la mente de quien así lo ve. Con corazón de niño.
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