El Problema Del Mal En Kant

LA RELIGION DENTRO DE LOS LÍMITES DE LA RAZON.

EL PROBLEMA DEL MAL EN KANT

La mirada religiosa del mal en Kant se destaca a partir de la libertad, por tanto se afirma que la naturaleza del mal en el hombre es innata, desligada de toda ética, pues la libertad es incuestionada, inquebrantada en condición absoluta.

Según Kant, cuando se dice, “el hombre es bueno por naturaleza o bien”, es afirmar lo contrario; que lo malo es innato en el hombre, por naturaleza. Por tanto cuando el hombre se inclina hacia lo bueno, no es sino, en vista de lo malo. El hombre es malo por el hecho de poder serlo.

El mal innato en el hombre, no necesariamente es la responsable de las malas acciones, en el hombre, sino de la responsabilidad que este tiene por escoger el mal por el bien; es decir hacer mal uso de ella, pues la culpa no procede de la inclinación a poder obrar perversamente sino de la libertad como tal, que hace que el ser humano haga lo bueno o lo malo.

Abordando el tema de la libertad, Kant lo toma como lo malo, de lo malo, pues, es por ella que se toman malas acciones, de las que el hombre no es culpable, sino la libertad, pero menciona también que lo malo puede contrarrestarse con la inclinación hacia lo bueno desde la libertad, pero incorporando otra virtud en la persona, la que llamamos voluntad que consiste en vencer le inclinación por lo malo, desde la libertad.

Pues venciendo esta inclinación a lo malo, aparte de la libertad y la voluntad, Kant agrega otra facultad innata en el hombre, ésta es la moral, moral que le permitirá a los hombres ligarse a una religión, una religión eclesiástica que acepte la fe como símbolo de la moral, fusionándose con ella y formulando sus mismas pretensiones.

Esta religión, se concretará por el servicio divino en conducta moral cuya finalidad es la constitución y programación basada en las leyes de la virtud.

En estas leyes de la virtud se funda una comunidad de virtudes, un reino de virtudes, en el que Dios gobierna con virtud para tener un reino de paz perpetua, perfecta.

El Dios de Kant, no es el Dios de Jesucristo, sino más bien un Dios supremo, metafísico que se rige por virtudes para gobernar la tierra con ella.

En nuestra concepción, el mal o el bien son dos fuerzas que llevan al hombre a ser bueno o malo pero que el bien siempre debe predominar sobre el mal, pues decimos que el bien es innato al hombre porque venimos de Dios, de él no puede venir el mal.

Pero en la visión de Kan vemos que el mal es innato en el hombre pero que no es responsable de las malas acciones que éste tiene sino más bien, es la libertad que en el habita, ésta a su vez trasciende y empezamos a hablar de la voluntad, puesto que esta es la que

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