El análisis de la labor de la metafísica de español del profesor José Ortega Y Gasset

Después de leer la obra del profesor español José Ortega Y Gasset, es obvio que quien la leyó y comprendió con un mínimo entendimiento no ve su vida desde la misma perspectiva que la veía desde antes.

Sin duda alguna el profesor Ortega más que dar una cátedra sobre Metafísica nos hace plantear sobre el verdadero sentido de nuestra vida. Sobre que hacemos en este mundo, hacia donde nos dirigimos, y por qué estamos aquí; la obra en pocas palabras es un descubrir y reflexionar sobre mi yo, mi circunstancia y el yo y la circunstancia de todo lo que nos rodea, poniéndolo así en las palabras del autor.

En mi caso y como reflexión personal que hago de esta obra no sólo me limité a leer y a realizar este trabajo para la materia, sino que de verdad me hizo preguntarme ¿es mi circunstancia el haberme tropezado con esta obra? , ¿Mi fatalidad, mi destino, la vocación que elijo a través de mi ejercicio de libertad acudiendo a las distintas posibilidades existenciales que la circunstancia en la que me hallo incrustada me ofrece fue encontrarme con esta obra que me puso a reflexionar sobre mi yo, mi circunstancia y todo a lo que esta pertenece? Estas preguntas y demás sobre mis actos pasados, presentes y futuros han surgido de la lectura de la obra “Unas lecciones de metafísica”.

El profesor Ortega comienza su obra con una interesante afirmación: “Estudiar sería una falsedad”, una interesante afirmación que probablemente causaría un efecto inquietante dentro de sus alumnos asistentes al curso ansioso de que este enunciado fuese aclarado.

Para Ortega todo parte de una necesidad, necesidad que conlleva a satisfacerse de algún modo, por ejemplo deseo dar un paseo; esto me llevará a salir a caminar por algún parque o algo así para satisfacer la necesidad.

meditaciones metafísicas: los sentidos nos engañan, por lo tanto lo único que es perfecto es dios

“Por lo tanto, sólo queda la idea de Dios, en la que se ha de considerar si es algo que no haya podido proceder de mí mismo. Bajo la denominación de Dios comprendo una substancia infinita, independiente, que sabe y puede en el más alto grado, y por la cual he sido creado yo mismo con todo lo demás que existe, si es que existe algo más. Todo lo cual es de tal género que cuanto más diligentemente lo considero, tanto menos parece haber podido salir sólo de mí. De lo que hay que concluir que Dios necesariamente existe”.

A través de la historia, hemos observado todos los cuestionamientos que el ser humano ha generado en torno a la existencia de Dios. Algunas de estas reflexiones fueron provenientes de las meditaciones metafísicas de René Descartes, mediante su pensamiento este gran filósofo establece su concepción sobre la existencia de un ser supremo y creador a quien denomina Dios.

Durante la primer meditación, Descartes se cuestiona acerca de los conocimientos que el mismo ha adquirido a lo largo de su existir, y llega a la conclusión de que cada uno de ellos ha sido adquirido por medio de los sentidos, y que estos nos confunden acerca de la realidad que nosotros mismos percibimos, conclusión que a mi parecer es un poco apresurada, ya que desde mi punto de vista los sentidos no han sido los únicos encargados de capturar el conocimiento, pienso que estos han sido simplemente una herramienta más con la cual el ser humano se ha servido durante su desarrollo para explicar su entorno, en cambio, pienso que es la capacidad que posee el ser humano para relacionar una serie de elementos y adjudicarles un significado la que nos ha llevado desde un principio a generar dicho conocimiento.

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