El propósito con el que se llevará a cabo éste escrito es para, en cierta forma, cuestionarse qué tan justo es éste dios: Zeus

    El propósito con el que se llevará a cabo éste escrito es para, en cierta forma, cuestionarse qué tan justo es éste dios: Zeus

Si realmente era justo ¿Por qué pareciera que gozaba de ciertos privilegios? El punto aquí es si Zeus con el poder y el derecho que tenía sobre todos hacía realmente lo correcto.

La importancia que le daremos a éste sujeto específicamente en la Ilíada es que su posición de dios supremo, es la fuerza determinante que decide el resultado de la guerra.

Podrán darse cuenta que había muchas cuestiones ocultas las cuales poco a poco se irán desarrollando, será una manera de verle sutilmente su otro lado. ¿Por qué podría parecer injusto tal o cual dictamen de Zeus?” Dado que los hombres, detrás de sus acciones traen intencionalidad, ¿es posible adjudicarle intencionalidad al actuar de Zeus dado que es un dios antropomorfizado?

A lo largo de éstas líneas se tendrá la intención de darle una nueva visión a la fuerza de voluntad que aparece en un momento determinado, ver que los actos normalmente pueden llegar a tener una doble jugada, dos puntos de vista que en dado caso pueden ser contrarios. Podrían lograr el razonamiento de una acción,  si va con una buena o mala intención o con la finalidad de no buscar más que el beneficio propio.

Se englobarán los temas superficiales como los valores y a la vez antivalores. ¿Qué es justo? ¿Qué es injusto? No se puede tener un concepto generalizado de lo que es en su totalidad, puesto que si nos damos cuenta cada individuo tiene su propio panorama.

Zeus, dios griego:

    Es el padre de los dioses y hombres, era el más importante y destacado, que gobernaba a los dioses del monte Olimpo, hijo de Crono y Rea, casado con su hermana Hera, es padre de Ares, Hebe, Hefesto y de Ilitía, hermano de Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y la ya mencionada Hera

Conocido por sus muchas aventuras y amantes fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo, y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dionisio, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas.

Todo pasaba por sus ojos y hasta por sus manos, estaba en todos lados presenciando los actos de dioses y hombres, listo así para intervenir cuando era necesario, el encargado de decidir el bien y el mal de todos sus gobernados. El haber nacido primero, antes que Poseidón fue lo que lo llevó a obtener la virtud de saber más y así dominarlo todo.

Al hablar de “La Ilíada” encontramos un balance que se establece por los diferentes dioses que ayudan a cada bando en la guerra, tanto los aqueos como los troyanos. Aquiles se pelea con Agamenón, el rey aqueo, porque este le quita a una esclava, posteriormente Aquiles le pide a Zeus que haga que los aqueos pierdan.

El olimpo de esta manera queda dividido en dos, donde cada dios decide ayudar a un héroe o guerrero si es que lo encuentra pertinente en favor de su creencia. Pero Zeus, se mantiene indiferente, por lo que todos expectantes, lo dioses y los guerreros, sienten inseguridad respecto a qué lado elegirá, lo cual al tener esa duda era grato, pues no tenía afición por alguno, la batalla estaba en ambas partes con la balanza equilibrada, como debería ser “Que ganara el mejor”

Finalmente, convencido por su esposa Hera, la de los blancos brazos, el Dios máximo se une al bando de Agamenón y con eso inclina la balanza de la guerra, lo que es prácticamente la sentencia de Troya.

Comenzamos con preguntarnos si él efectivamente quería ver el mundo arder incitándolos a la guerra, pues podemos recordar cuando éste manda Sueño al Atrida Agamenón dándole intenciones de poder atacar a Troya, con las pocas esperanzas de reunir a su ejército: Los aqueos. Mencionar que Troya sin duda es la cuidad deseada, aunque las riquezas, el botín y las mujeres no quedaban atrás, todo aquello hacía un conjunto de fortunas que el grupo que lo consiguiera se volverían respetables, honorables, sujetos a los que no cualquiera podría hablarles

Entonces… Encontramos aquí la influencia de su mujer, a quien no apoya en lo absoluto a los troyanos. En aquél momento Hera está tomando un papel que no le corresponde y su esposo solo por querer conservarla con sus caprichos accede; quizá una buena razón es porque él sabe que Hera conoce ciertas cosas de Zeus que las ha dejado pasar ¿Por qué no? Y por obvias razón al rey no le conviene ser descubierto

Y claro, eso iba a tener sus repercusiones, ya entonces Agamenón había convocado su junta explicándoles todos y cada uno de los detalles, sabía a la perfección que el Dios había destruido ciudades y que lo volvería a hacer, pues su poder resultaba inmenso

En alguna que otra ocasión también se le da el reflexionar un poco, por ejemplo, después de la pelea entre Menelao y Alejandro ha pensado en que pueden caber dos consecuencias: En primer lugar si conviene promover nuevamente el combate y por otra parte una reconciliación entre ambos.,

 Al hablar con Hera ella resulta amenazarla con hacer daño a las ciudades que más ama y discutir el asunto de ¿qué es lo que Príamo y su pueblo han hecho para ofenderla de esa manera y tener una sed infinita de acabar con ello? Admitamos que tenía razón, estamos de acuerdo que tiene el poder supremo, pero no puedes simplemente acabar con algo sin antes tener algún antecedente que sea íntegramente justificable como para atacar. Ahí puede caber la prudencia.

Según Sófocles: “Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo” Y tenemos el claro modelo aquí, cada quien está pensando en las cosas que le convienen ¿Y los demás? Zeus ha sido liberal al discutir que no hay razón sumamente grande para atacar. En el fondo él sabía y estaba consciente del poder que tenía, y se aprovechaba de ello, era como si nada más le importase.

Otro caso cuando Zeus ha ordenado que los demás dioses no pueden intervenir en la lucha, dejarlos a los demás herirse solos y ayudarse como puedan.
¿No se supone es el Dios que socorre? No está usando el poder como debería, no puede ser llamado alguien a quien los demás le piden porque tiene una cierta contradicción, bajo una teoría: El dar y recibir.

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