El ser humano como ser social y el enigma que le rodea en el Siglo XXI.

El ser humano como ser social y el enigma que le rodea en el Siglo XXI.

Por: Enrique Baigts Rosete

Escritura Académica

Carrera: Derecho

UPAEP

Introducción

“El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad.” (Arthur Schopenhauer)

El ser humano como ser social es un concepto que la mayoría de las personas da por hecho, sin embargo crea un ambiente enigmático y carente de contundencia al menos dentro de este Siglo XXI, el Siglo de los maravillosos avances científicos y tecnológicos. Las diferentes corrientes filosóficas nos hablan de esto; por ejemplo, Confucio, Sócrates y Aristóteles nos dicen que el ser humano es social por naturaleza y la individualidad de estos nace dentro de la sociedad. Hobbes nos dice que el ser humano está en permanente estado de guerra con todos los demás seres humanos, que el hombre es un ser social por conveniencia, por temor a la muerte. Maquiavelo nos habla de la dualidad en la personalidad de los seres humanos, es decir que apoya el pensamiento de Aristóteles hasta cierto punto, ya que también se mete mucho en temas de manipulación y política social. Según Marx, al hombre sólo le interesa hacerse de ganancias y bienestar económico.

Así mismo está el punto de vista desde las Ciencias de la Salud, el cual generalmente nos dice que efectivamente, el hombre es un ser social por naturaleza y sin embargo existen casos y condiciones mentales en las cuales nace un repudio hacia la sociedad y ocurre un aislamiento. Existen muchos tipos de trastornos mentales que crean aislamiento y perfiles antisociales (cada vez más) y aunque en muchos casos se llega a conocer el motivo, en algunos otros continúa siendo un enigma.

Y bien ahora, en el Siglo XXI está naciendo una nueva era (si no es que ya nació) en la que poco a poco nos vamos desapegando de esa necesidad por socializar, en la que nuestra gran hipocresía se vuelve infinita, con un ligero toque de cinismo. El hombre está dejando de tener interés por llevar una vida activa-social.

¿Ser social por naturaleza o por conveniencia?

Al hombre se le considera como un ser social por naturaleza gracias a las extensas reflexiones y experimentos de muchos filósofos, aunque también existen otros filósofos que afirman que el hombre es un ser social simplemente por conveniencia, por miedo a la muerte y a la soledad. Es ahora cuando podemos analizarlo desde otro lado, desde un punto de vista médico nos damos cuenta de que existen cientos y cientos de diferentes trastornos mentales y de la personalidad que impulsan el repudio social en las personas quienes las padecen. ¿A qué quiero llegar con todo esto?, El ser humano es, efectivamente un ser social por conveniencia más que por naturaleza. Sólo se busca el bienestar social por salvaguardar la individualidad de cada quien, no se trata de no poder estar solos, sino de no querer estar solos. Existe una ciencia que se encarga de analizar este enigma: la sociología.

La sociología nos explica que existen diferentes factores para con la socialización: Los agentes de socialización, o socializadores, son las personas, instituciones, grupos, asociaciones y organizaciones que directa o indirectamente contribuyen al proceso de la socialización.  Pueden ser primarios o secundarios, según su importancia e impacto en la persona.^[a] El hecho de que esto esté categorizado de tal manera, nos da a entender que es fundamental y básico que desde que somos unos bebés estamos siendo “forzados” a socializar por el simple “hecho” de que es una costumbre y es aparentemente la manera correcta de vivir. He aquí el verdadero problema, un problema grave que afecta a cada vez más personas dentro del Siglo XXI: Se está dejando a un lado esa costumbre. Poco a poco los avances tecnológicos nos alejan más y más tanto de la realidad y de la faceta de interacción física entre las personas. ¿El motivo? Es más fácil escribir un mensaje por WhatsApp que ir a visitar a un amigo, son comodidades no tan cómodas como parecen, es un engaño el llamarles “redes sociales” a aquellas aplicaciones que nos conectan con un mundo virtual, ese mundo virtual no es el mundo real. Con esto no estoy negando en lo absoluto la gran ventaja de contar con tantas herramientas virtuales, pero me gustaría crear un énfasis en el problema de lo fundamental que se están volviendo para la vida cotidiana.

Poco a poco dejamos de salir de casa a sentarnos en el parque con un libro y ver a los pequeños niños jugar porque es más cómodo leer un libro desde nuestra computadora mientras permanecemos acostados en nuestra habitación, dejamos de salir tanto al cine porque es más sencillo ver una película en Netflix con botana casera; esto no quiere decir que esté mal, sólo quiere decir que efectivamente, el ser humano es convenenciero.

Resulta sumamente peligroso también el deterioro en el interés social en aspectos más políticos y de utilidad pública, por ejemplo: Aquellos maravillosos y novedosos parques por todo la ciudad de Puebla, accesibles casi exclusivamente para quienes viven en la ciudad, otro ejemplo serían los puentes, la rueda y comodidades exclusivas en la ciudad…¿Y en las comunidades marginadas? ¡¿Qué sucede con aquellos municipios sin pavimentar?! Probablemente se quedaran sin su rueda de la fortuna… Con estos ejemplos es evidente que por encima de la justicia se encuentra la conveniencia del ser humano, del ser social en este maravilloso Siglo XXI.

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