El tiempo a través de San Agustín

Agustín A. Equihua Gómez

Sexualidad Humana II

2˚ Filosofía

El tiempo a través de San Agustín

Ante las diversas interrogantes del hombre por entender todo, surge una de ellas conocida como el tiempo, por el cual el ser humano ha tratado de comprender a través de los siglos.

Distintos filósofos han tratado el tema de manera autentica para darlo a conocer a los demás, sin duda el atrevimiento de estos hombres por hablar de un tema tan complejo como lo es el tiempo es digno de admirarse porque es adentrarse a una aventura hasta cierto punto incierta y puede suceder lo inesperado.

En el decurso de la historia, los ciudadanos de las diferentes épocas y culturas, han expresado una singular sensibilidad para con el tiempo. El tiempo mismo ha variado a través de los propios instrumentos de medición y de las tecnologías sociales.

Con este ensayo se pretende plasmar la concepción que tenía San Agustín sobre el tiempo a través de una filosofía netamente platónica. Las Confesiones de San Agustín es, sin duda, una de las obras literarias más conocidas.

En ella, el santo obispo de Hipona expone su trayectoria espiritual, desde la incredulidad a la fe. Sin embargo, en la parte final muestra algunos rasgos con digresiones filosóficas acerca del tiempo, pregunta que se estará haciendo para darle una respuesta con bases filosóficas y posteriormente ofrecerlas a los demás.

1. Naturaleza del tiempo

Muchos de los autores han postulado un sinfín de conceptos a palabras claves para lograr definir o por lo menos dar a conocer el significado y expresión de la riqueza etimológica.

Para adentrarnos a lo que concierne sobre el tiempo, es necesario, que vayamos por el principio, es decir, dando la definición como tal de este concepto universalmente estudiado por grandes hombres de todos los tiempos.

Tiempo proviene de la palabra que proviene del latín que significa dimensión física que representa la sucesión de estados por los que pasa la materia1. En ese sentido podemos decir que al hombre se le representa como matera y su duración es efímera.

Según la concepción cotidiana del tiempo, éste se divide en presente, pasado y futuro, de la misma forma que los tiempos gramaticales. San Agustín mantendrá que pretérito y futuro no asumen la existencia en la realidad de las cosas. Se habla así por un largo pasado y futuro. Menciona lo siguiente:

“¿cómo puede ser largo o breve algo que no existe? Porque de hecho el pretérito ya no existe y el futuro no existe todavía. Según esto, no debemos decir de un tiempo que es largo. Hablando del pretérito, debemos decir: fue largo, y hablando del futuro, debemos decir que será largo”2

1BRUGGER Walter, “Tiempo” en Diccionario de filosofía, Herder, Barcelona, 1995

2DE HIPONA Agustín, Confesiones. Traducción de José Cosgaya O.S.A, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1997

II. Presencia de los distintos tiempos

Otra cualidad de este santo sobre el tiempo es que el presente, es el único tiempo que ciertamente existe y no tiene extensión. Para un mejor entendimiento logra manifestarlo con un ejemplo, ¿podremos hablar acerca de cien años presentes? Naturalmente responde que no porque si está transcurriendo el primero de los cien, los restantes, los noventa y nueve, son futuros; por tanto, todavía no existen todavía3.

Si no lograse entenderse así puede usarse el segundo, cuando éste pasa ya se encuentra en el pasado, otro en el presente y los demás en el futuro. De la misma manera, este mismo tiempo que transcurre puede dividirse siempre en unidades más pequeñas, meses, días, horas y segundos.

San Agustín deja muy en claro que los tiempos pasado y futuro no preexisten, no obstante, hablamos como si los conociéramos del todo. Si no existieran estos modos no se conseguiría el conocimiento adecuado en el área histórica, así como profecías, previsión de nuestras acciones que desencadenan en el resultado de nuestras consecuencias sean positivas o negativas.

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