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Ensayo De Filosofia De La Educacion


Enviado por   •  22 de Mayo de 2012  •  1.540 Palabras (7 Páginas)  •  675 Visitas

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ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE CD. MADERO A.C.

Analisis de las definiciones de la Filosofía

Primer Cuatrimestre

Filosofía de la Educación

Profra. Silvia Guzmán García

INTRODUCCIÓN

¿Qué es la filosofía? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de filosofía? ¿A quiénes nos referimos cuando hablamos de filósofos? Pero, ¿hay ago a lo que podemos llamar propiamente filosofía? ¿Se encuentra algo de eso entre los hombres?...

Debemos suponer, de antemano, y por ahora sin mucha demostración, que efectivamente hay algo a lo que podemos referirnos con el nombre de filosofía. Pues ésta es la condición básica de que podamos seguir hablando.

En efecto, ¿qué es todo hablar, si no es un hablar de algo? A menos que seamos los mejores sofistas del mundo – y por ello nunca digamos algo de algo al hablar sino que no digamos nada en absoluto – siempre que nos comunicamos nos comunicamos para algo. Ese algo es, por de pronto, la filosofía. ¿Por qué?

La filosofía es toda búsqueda de saber – ésta es la definición más típica de esa ciencia , y quizá seguramente por ello la más vaga y confusa. Pues ¿qué es la búsqueda del saber? ¿Qué es el saber? ¿Es algo físico que se obtiene cogiéndolo con las manos, viéndolo con los ojos, oyéndolo con las orejas? ¿A qué tienden los hombres cuando dicen que tienden al saber? Porque efectivamente lo dicen – y lo hacen.

¿Qué se busca en la comunicación, en toda comunicación? Saber algo, aprehender algo. No hablaríamos si lo supiéramos todo (Dios no habla, si es que siquiera es), ni tampoco hablaríamos si no supiéramos nada, hasta el punto que no supiéramos que no sabemos (los animales no hablan)

Entonces, la comunicación es nuestra esencial manera de conocer. ¿Y qué decía Aristóteles? Que nuestra tendencia natural se demuestra en el amor a los sentidos. ¿Pero qué son los sentidos, sino nuestra forma de comunicarnos con el mundo? Ellos son nuestra peculiar manera de insertarnos en el mundo, un mundo pre-existente en todo momento a nuestra integración, y por tanto de comunicarnos con el exterior. No amaríamos los sentidos, y por tanto no amaríamos la comunicación, si no los utilizáramos para comunicarnos con un entorno que nos es completamente extraño – el Ello del bebé recién nacido aún no conoce que el mundo no forma parte de él, luego no necesita los sentidos; es más, no es consciente de los sentidos hasta que no es consciente del mundo extraño (de este modo, además, y casi de pasada, se ha demostrado en cierto modo la existencia de un mundo externo, con lo que ya entramos criticando el idealismo absoluto...)

Si hemos convenido en que la comunicación tiene de base el deseo de saber algo (algo del mundo, algo de mí mismo, algo del vecino de al lado), entonces hemos convenido que podemos aceptar el punto de partida, esto es, que existe la filosofía.

Pero aún nos queda una tarea importante por cumplir, antes de poder empezar del todo. Admitimos, que la filosofía existe, pero ¿qué es la filosofía? ¿Es una ciencia? ¿Es un objeto? ¿Es un espíritu? ¿Es un dios? ¿O acaso no es esa tendencia original, que Aristóteles evidenciaba, al saber, a la búsqueda del saber?

¿Por qué es tan difícil caracterizar, desde siempre, lo que es la filosofía? Porque la pregunta siempre ha tenido una dirección errónea. Siempre se ha pretendido que la filosofía era una ciencia, un tipo de saber que se podía obtener con una cierta cantidad de estudio. Sin embargo, los propios filósofos que afirmaban esto se contradecían al ofrecer la clásica y ya citada definición de la filosofía: ¿cómo puede ser ésta un tipo de saber, y a la vez una tendencia al saber?

La filosofía, en sí, propiamente – en su sentido originario – es una tendencia (parece que exclusivamente humana) al saber, pero no a un saber específico, ni siquiera a un saber que se reconozca claramente como saber, sino al saber en general, al saber que se incluye incluso en el mismo hecho de saber. Amamos los sentidos porque amamos el saber, y amamos el saber porque, si no sabemos, prácticamente podemos decir que no somos .

De todo lo anterior se sigue, evidentemente, que todos los seres humanos somos filósofos, pues es parte de nuestra naturaleza el tender hacia el saber .

Pero la magia de la filosofía es que puede entenderse, en un significado secundario, como la ciencia que se rige especialmente en base a esa tendencia. Entonces encontraremos la causa de por qué originariamente la filosofía era tan vasta en conocimientos: porque recogía toda la tendencia, se dirigía hacia todo el saber.

En resumen: Podemos decir que la filosofía, en su sentido más estrecho, es lo que hacen los filósofos profesionales. En un sentido más ancho, es lo que hacen los científicos en general, cuando prestan especial atención al análisis de los conceptos de su ciencia. Y en el sentido más amplio, es lo que hace todo el mundo cuando trata de tener una visión general de su actitud o cuando trata de colocar las circunstancias de su vida en perspectiva. En este último sentido, todos podemos ser filósofos. Al contrario que en las ciencias, la filosofía tiene un conjunto universalmente admitido de verdades y resultados que se pueden exponer y enseñar. La filosofía es una actividad permanente de análisis conceptual y de argumentación crítica aplicable a cualquier cosa. Lo importante en filosofía es el filosofar. Por eso se dice que no

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